Joan Alcaraz: de Villarreal a Guayaquil en busca de la felicidad

Durante su etapa en la secretar¨ªa t¨¦cnica del Villarreal, a Joan Alcaraz (Gand¨ªa, 1991) le encargaron analizar al equipo sub-20 de Independiente del Valle. Sus expectativas eran muy bajas, pero tan solo necesit¨® 90 minutos para enamorarse del f¨²tbol ecuatoriano. No lo sab¨ªa, pero de alguna manera estaba conectando con su futuro. A¨²n no han pasado dos a?os desde aquel momento y Ecuador ya forma parte de su cuaderno de bit¨¢cora. Guayaquil City, un modesto equipo que compite en la Primera Divisi¨®n del pa¨ªs sudamericano, es ahora su casa. Y all¨ª, a m¨¢s de 9.000 kil¨®metros de su Gand¨ªa natal, ha encontrado lo que andaba buscando.

Para cualquier otro apasionado del f¨²tbol, formar parte de la secretar¨ªa t¨¦cnica del Villarreal con 28 a?os habr¨ªa sido suficiente. Pero Alcaraz "necesitaba algo nuevo": "Estaba muy bien, el club me ofrec¨ªa todo lo que puede pedir un profesional, pero no acababa de ser feliz. No me sent¨ªa lleno del todo". Fue entonces cuando una visita cambi¨® su vida: "El cuerpo t¨¦cnico de Guayaquil City hizo un tour por Espa?a y me encargaron que les ense?ara las instalaciones y les contara c¨®mo trabaj¨¢bamos en Villarreal. Conectamos y, antes de irse, el entrenador, Pool Gavil¨¢nez, me dijo que estaba buscando a alguien como yo". Fue as¨ª como Joan Alcaraz dej¨® un club de ¨¦lite europea para enrolarse en las filas de un modesto en Sudam¨¦rica. "Hay quien no lo entiende, pero necesitaba darle una vuelta a mi vida y Ecuador es el lugar ideal para iniciar un nuevo camino", defiende desde su domicilio de Samborond¨®n, a 15 minutos en coche del centro de Guayaquil.

En la segunda ciudad -tras Quito- m¨¢s importante de Ecuador, Joan Alcaraz ejerce como ayudante de Pool Gavil¨¢nez -el otro es Camilo Speranza, con pasado en una de las academias del Bar?a en USA-. "Hago an¨¢lisis propio y rival, transmito mis impresiones durante los partidos y observo a otros futbolistas como posibles incorporaciones. Somos un cuerpo t¨¦cnico joven y no damos un paso sin consensuarlo todo. El m¨ªster es quien toma las decisiones, pero todos nos sentimos importantes en todas las ¨¢reas", detalla el ¨²nico espa?ol en Guayaquil City, un club "vendedor" que basa su f¨²tbol en la posesi¨®n del bal¨®n: "El entrenador es inteligente y sabe que si queremos exponer y vender jugadores no podemos apostar por partidos de ida y vuelta. Tiene sensibilidad por el juego de posici¨®n, por dominar los encuentros... Si a eso le sumas el dar oportunidades a jugadores j¨®venes en Primera, City se asemeja mucho al Villarreal".

Como supon¨ªa desde que descubri¨® al equipo sub-20 de Independiente del Valle, Joan Alcaraz ha encontrado en Ecuador un manantial de talento inagotable: "No es un pa¨ªs menor. Est¨¢ en desarrollo y creo que, en tres o cuatro a?os, va a tener una presencia muy importante en Sudam¨¦rica. No tiene grandes recursos econ¨®micos, pero a nivel de talento es brutal". Y no es el ¨²nico espa?ol que apuesta por el f¨²tbol del pa¨ªs: Miguel Ram¨ªrez conquist¨® la Copa Sudmericana con IDV, Ismael y Juan Rescalvo dirigen a Emelec y Antonio Cord¨®n, director deportivo de la Federaci¨®n Ecuatoriana de F¨²tbol, eligi¨® a Jordi Cruyff como seleccionador. "Poder ayudar en ese proceso de construcci¨®n es lo que nos mueve a todos", descubre Alcaraz.

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Un par¨¦ntesis interminable

La historia de Joan Alcaraz en Ecuador tan solo acaba de comenzar y ya cuenta con grandes dosis de acci¨®n inesperada. Poco despu¨¦s de llegar al pa¨ªs sudamericano, el espa?ol presenci¨® c¨®mo la barra brava de LDU Quito propinaba una paliza a una persona que estaba revendiendo entradas de la final por la Supercopa. Tambi¨¦n vio un atraco a punta de pistola, el de un motorista encapuchado al m¨¦dico de Guayaquil City: "Le enca?on¨® y se llev¨® todo lo que llevaba encima". Incidentes que, por desgracia, est¨¢n a la orden del d¨ªa en Ecuador. Lo que nadie espera es la irrupci¨®n de una pandemia. Ni la muerte de un canterano de 20 a?os, Edwin Espinoza, asesinado a balazos tras ser confundido con otra persona en la puerta de su casa. "Las ¨²ltimas semanas son una pesadilla interminable", descubre Alcaraz, quien lleg¨® a presenciar la quema de cad¨¢veres en plena calle tras el colapso de la sanidad por el COVID-19. Nada que le haya llevado a cuestionar la decisi¨®n que tom¨® hace ya casi seis meses. Su b¨²squeda de la felicidad contin¨²a en Sudam¨¦rica.