REAL ZARAGOZA / HISTORIAS DE SEGUNDA (XXII)
1954-55: el Real Zaragoza acarici車 el ascenso en la promoci車n (I)
Alierta vendi車 Torrero para evitar la bancarrota del club, el nuevo entrenador Mundo ensambl車 un equipo a su imagen y semejanza, todo bravura y entusiasmo, y Chaves fue &Pichichi* con 23 goles.
Ces芍reo Alierta se hab赤a propuesto un ascenso sin indigestiones, en dos o tres a?os, y ejecut車 a rajatabla un riguroso plan de saneamiento econ車mico, aun a costa de perder popularidad entre la masa social. La pol赤tica de austeridad impuesta en todos los 車rdenes por el presidente propici車 que otros 1.328 socios no renovaran su tarjeta y hasta que se propagara falsa y absurdamente por la ciudad que la junta directiva del Real Zaragoza no ten赤a como prioritario el ascenso a Primera Divisi車n, una maledicencia que oblig車 a Alierta a salir al paso y dejar una frase para la posteridad: ※Para ser presidente del Zaragoza se necesita o tener mucho humor o ser un n芍ufrago. Y yo no soy un n芍ufrago§.
La cuesti車n econ車mica era fundamental, pero lo urgente era acertar con un entrenador con hambre de hacer carrera en los banquillos, y, sobre todo, que fuera capaz de ensamblar un equipo competitivo con jugadores j車venes y modestos. Y el elegido fue el baracald谷s Edmundo Su芍rez, Mundo, de 38 a?os y ex delantero centro del mejor Valencia de la historia, y cuyo historial como t谷cnico se reduc赤a a dos temporadas en Segunda con el H谷rcules de Alicante y a otra como ayudante de Quincoces en el Valencia, mientras dirig赤a al Gand赤a en Tercera. Mundo firm車 por un a?o, con una ficha de 75.000 pesetas y una jugosa prima de ascenso, y desde el primer d赤a s車lo garantiz車 esfuerzo y dedicaci車n: ※El problema del Zaragoza debe ser muy complejo, cuando tarda tanto tiempo en solucionarse. Yo no puedo prometer nada, pero har谷 todo lo posible para sacar adelante al equipo§.
Mundo vino al Zaragoza sin una sola exigencia, aunque implant車 como norma que, en los partidos oficiales en Torrero, los jugadores convocados se reunieran a almorzar en el restaurante &La Maravilla*, ubicado al principio del Paseo de la Independencia, y subieran despu谷s todos juntos a Torrero en el autob迆s del equipo, ya que hasta esa temporada los futbolistas com赤an en sus domicilios o en sus pensiones y se desplazaban luego hasta el campo en el tranv赤a.
La contrataci車n de Mundo fue una recomendaci車n expresa del primer presidente y ahora asesor t谷cnico, Jos谷 Mar赤a Gayarre, pero 谷ste no tard車 en dimitir por carta de su cargo ※por razones de salud§, y regres車 a Madrid, donde ostent車 la representaci車n del Real Zaragoza en la Federaci車n Espa?ola de F迆tbol, con un sueldo de 2.000 pesetas mensuales. La realidad es que su marcha voluntaria se debi車 a que su labor fue torpedeada por algunos miembros de la junta directiva, algo que lament車 Alierta, su principal valedor. El 10 de junio de 1955 el presidente nombrar赤a a Jos谷 Mar赤a Gayarre, socio n迆mero 9, socio honorario del Zaragoza, relev芍ndole, por tanto, del pago de su recibo. En ese momento ya eran socios de honor todos los ex presidentes, salvo Felipe Lorente Laventana, emigrado en 1953 a Argentina, e, incluso, Juli芍n Abril hab赤a sido nombrado presidente de honor &con voz y voto a perpetuidad*.
Sin la prescripci車n de Gayarre, fue el propio entrenador Mundo, con excelentes contactos en todo el f迆tbol espa?ol, el que empez車 a proponer nombres de posibles refuerzos. Pero la situaci車n econ車mica del Zaragoza era pavorosa y antes de fichar hab赤a que vender. Y ya hab赤a ofertas oficiales encima de la mesa del Real Madrid por el medio volante Atienza II y del Atl谷tico de Madrid por el goleador Chaves. Sin embargo, a Alierta no le interesaba s車lo el dinero y pretend赤a obtener tambi谷n dentro de las operaciones de traspaso las cesiones de j車venes jugadores que pudieran explotar en el Zaragoza.
Alierta lleg車 a un r芍pido acuerdo con el presidente blanco Santiago Bernab谷u sobre Atienza II, un jugador de portentosas facultades f赤sicas y todo pundonor, que se convertir赤a enseguida en uno de los mejores peones del excelso Madrid de Di St谷fano y las cinco Copas de Europa. El Zaragoza recibi車 160.000 pesetas al contado m芍s las cesiones por una temporada del delantero centro Ucelay II y del interior derecha Vidal, haci谷ndose cargo, adem芍s, el Real Madrid de la mayor parte de sus emolumentos.
En el caso de Chaves, por el que tambi谷n se hab赤a interesado el Espa?ol, su traspaso al Atl谷tico de Madrid por 250.000 pesetas se acab車 frustrando cuando se hab赤a dado por hecho, y hasta el futbolista hab赤a firmado un precontrato, al hartarse Ces芍reo Alierta de los desplantes del presidente rojiblanco Luis Ben赤tez de Lugo y Ascanio, Marqu谷s de la Florida, que no acudi車, sin disculpas convincentes, a dos citas concertadas expresamente en la capital para rubricar la operaci車n. Despu谷s de haberlo tenido m芍s de un mes en el escaparate, el 7 de agosto de 1954, Alierta le retir車 a Chaves el cartel de transferible y le mejor車 ligeramente su ficha, pasando a percibir 100.000 pesetas, el segundo sueldo m芍s alto de la plantilla, tras el h迆ngaro Samu, uno de los 迆ltimos vestigios del Zaragoza &millonario*.
Adem芍s de los cedidos Vidal y Ucelay II, el Zaragoza incorpor車 esa temporada 1954-55 a otros diez futbolistas, alguno de rendimiento extraordinario como el defensa central Alustiza, que lleg車 con la carta de libertad del Atl谷tico de Bilbao, tras haber jugado un a?o a pr谷stamo en el Arenas de Guecho. Otro nombre importante por su trayectoria posterior en el equipo aragon谷s fue el guardameta Lasheras, procedente del modesto Marconi de Madrid y que se mantuvo durante siete campa?as alternando la porter赤a con Yarza. El fichaje m芍s caro fue el medio volante Villegas, por el que se pagaron 30.000 pesetas al Almer赤a, y que formar赤a una recordada pareja con el turiasonense Gil Rubio, repescado de su cesi車n en el Amistad. La plantilla se acab車 de completar en octubre con dos conocidos de Mundo, el veterano extremo del Valencia Mena y el interior izquierda de su filial Mestalla Villarrubia, que llegaron a Torrero con la carta de libertad. Por su parte, el medio volante Garc赤a-Verdugo, que en la d谷cada de los ochenta ser赤a ayudante del holand谷s Leo Beenhakker en el banquillo del Real Zaragoza, lleg車 en noviembre cedido por el Atl谷tico de Madrid.
El Zaragoza de Mundo se present車 ante su p迆blico el 29 de agosto de 1954 con su cl芍sico amistoso frente al Atl谷tico de Bilbao, esta vez plagado de reservas. Y, para no perder la costumbre, obtuvo una estruendosa victoria por 6-3, con goles de Chaves (2), Ucelay (2), Vidal y Par谷s.
Pero antes de entrar en harina de lo que fue el campeonato en Segunda Divisi車n se hace imprescindible hacer un par谷ntesis para relatar uno de los episodios m芍s relevantes de esa temporada: la venta del campo de Torrero.
La deuda del Zaragoza superaba los diez millones y medio de pesetas, m芍s del doble de su presupuesto para el ejercicio 1954-55, y Alierta tuvo muy claro desde su acceso a la presidencia que la 迆nica soluci車n a la bancarrota del club pasaba primero por la venta de Torrero y despu谷s por que el nuevo alcalde Luis G車mez Laguna, con quien manten赤a una vieja y estrecha amistad, impulsara la construcci車n de un nuevo campo de f迆tbol municipal. Y a esa doble labor se afan車 Ces芍reo Alierta con ese genio resolutivo que siempre le caracteriz車.
El 12 de agosto de 1954, el Consejo General de Socios, una especie de senado zaragocista formado por 17 miembros, celebrado en el sal車n de actos de la Real Sociedad Econ車mica Aragonesa de Amigos del Pa赤s, acept車, con los 迆nicos votos en contra de los socios n迆meros 1 y 2, Luis Gayarre y Antonio S芍nchez Candial, y del ex presidente Julio Ari?o, la propuesta de la junta directiva para vender el campo de Torrero a la sociedad industrial &La Preventiva S.A.* por 6.953.162 pesetas, con el objeto de cancelar una deuda de 6.400.000 pesetas con el Banco de Vizcaya y otra de 553.162 pesetas con la constructora de la Grada Este de General. El Zaragoza incluy車 en el contrato de compra-venta quedarse cinco temporadas en r谷gimen de alquiler gratuito, adem芍s de un sexto a?o abonando 200.000 pesetas, ya que el alcalde G車mez Laguna ten赤a ya la firme decisi車n de construir La Romareda.
La operaci車n supuso la salvaci車n econ車mica del club, gracias a la enorme generosidad de los accionistas de la Sociedad An車nima Campo de Deportes, compuesta fundamentalmente por los antiguos mecenas y dirigentes del Iberia, que hab赤an vendido la instalaci車n al Real Zaragoza apenas cuatro a?os antes por s車lo 1.224.308 pesetas.
La Segunda Divisi車n mantuvo su dise?o de 32 clubes divididos en dos grupos de 16, agrupados por criterios de proximidad geogr芍fica. Los dos primeros equipos de cada grupo ascend赤an autom芍ticamente a Primera Divisi車n, mientras que los segundos y terceros, junto al decimotercero y al decimocuarto clasificados de Primera Divisi車n, disputaban una promoci車n, con una liguilla a doble vuelta, que daba dos plazas de ascenso o permanencia en Primera Divisi車n.
El Real Zaragoza qued車 de nuevo encuadrado en Grupo I o Norte e inici車 de mala manera el campeonato, con derrotas en Mieres y La Felguera y un desafortunado empate en casa frente al Gij車n. La voltereta definitiva lleg車 en la cuarta jornada, cuando la Cultural Leonesa, que era l赤der y se mantuvo primero hasta el final, dio la campanada al golear al Zaragoza en Torrero por 2-4. Aquel partido, con estruendosa bronca final, conden車 a Yarza, luego el gran portero de los &Magn赤ficos, a dos a?os de suplencia, y provoc車 feroces ataques de los cronistas deportivos a los futbolistas.
Miguel Gay, en &Heraldo de Arag車n*, bajo el t赤tulo &Est芍n los d赤as contados#*, escribi車 lo siguiente: ※El Zaragoza corre peligro de desaparecer de una vez del mapa futbol赤stico espa?ol. ?ste es el drama que se presiente en Torrero y que hace al p迆blico demostrar su pena. Nuestros jugadores se han aficionado a decir que le tienen miedo a Torrero, que el p迆blico se mete con ellos, que juegan coaccionados. Y ya est芍 bien de cuento. Ya est芍 bien de que el p迆blico no tenga derecho y se le quiera est迆pidamente negar a decir su impresi車n, porque se va a quebrar la fr芍gil moral cristalina de unos hombres que no hacen otra cosa que jugar al f迆tbol toda su vida para jugar tan mal como hemos visto que lo hacen. No se puede decir que temen al p迆blico, porque es lo contrario. Es el p迆blico el que ha llegado a temerles a ellos, porque han conseguido ya aburrirlo hasta el punto de que han logrado borrar del f迆tbol todos los matices agradables# ?Y a ese p迆blico que se queja un poco le temen? ?Pues qu谷 esperan, que les ganen los partidos para cobrar ellos la prima y lo sueldos? No, no se puede culpar al p迆blico si se mete con ellos. Lo que hay que hacer es poner voluntad y genio para ganar los partidos y ganarse de nuevo al p迆blico, que si recuerdan con qu谷 alegre alborozo acogieron en la grada los tantos de Chaves, habr芍 que confesar que no hay p迆blico como el de Torrero en el mundo# y que f芍cilmente tendr芍n su favor si lograr alegrar su severo rostro de tristeza, de aburrimiento y de hast赤o§.
El equipo aragon谷s reaccion車 con un triunfo en Las Corts ante la Espa?a Industrial, filial del Barcelona, pero fue alternando victorias y derrotas durante toda la primera vuelta hasta llegar al ecuador del campeonato en s谷ptima posici車n, a siete puntos del liderato y a tres de la promoci車n, pero con los reci谷n descendidos Oviedo y Gij車n por delante.
A Mundo le cost車 dar con la tecla, pero en su descargo hay que decir que se le fueron lesionando algunos de sus mejores jugadores de ataque, como los extremos Chaves, con una luxaci車n de hombro, y Par谷s, operado de la rotura de los ligamentos lateral interno y cruzado anterior y del menisco interno de la rodilla izquierda, o los interiores Villarrubia, con un fuerte esguince de rodilla, y Baila, con una lesi車n cong谷nita en las v谷rtebras y que estuvo cuatro meses en el dique seco, siguiendo un tratamiento especial, tras visitar la consulta en Barcelona del doctor zaragozano Manuel Bastos, una eminencia de la Traumatolog赤a y la Ortopedia.
El t谷cnico baracald谷s se sobrepuso a esos contratiempos, y a no pocas cr赤ticas del periodismo, y acab車 haciendo un equipo a su imagen y semejanza, todo bravura y pundonor, un equipo que fue creciendo domingo a domingo hasta que dos triunfos consecutivos en L谷rida y frente al Oviedo, segundo clasificado, le auparon hasta la tercera plaza y engancharon definitivamente a la afici車n, hasta entonces remisa a acudir a Torrero. ※Saber que no estamos solos en la tarea de levantar al Zaragoza nos llena de alegr赤a y est赤mulo§, se?al車 Alierta con cierto retint赤n.
Pero para iron赤a la de Mundo, que, acusado de defensivo, se hart車 de las cr赤ticas de la prensa sobre su sistema de juego y, en un art赤culo publicado en &Zaragoza Deportiva* el 28 de marzo de 1955, decidi車 explicar detalladamente su concepto del repliegue: ※Significa echar atr芍s alg迆n elemento de las l赤neas media o delantera para reforzar la de cobertura, y puede ser de dos formas, por capricho del entrenador o por juego superior del contrario. Creo conocer otra forma de repliegue, que consiste en darle un giro al brazo mediante un movimiento del m迆sculo pronador, quedando la palma de la mano hacia atr芍s, luego se dobla ligeramente el codo quedando la mano en forma de cazo; esta forma de replegar la desterr車 el se?or Alierta cuando se hizo cargo del club§.
El Zaragoza encar車 la 迆ltima jornada en la tercera posici車n, empatado a puntos con el Oviedo, a uno del l赤der Leonesa y con uno de ventaja sobre el Gij車n, cuarto clasificado. As赤 que para ascender de forma directa ten赤a que ganar y que perdiera la Leonesa y que empatara o perdiera el Oviedo, que ten赤a mejor &goal-average* que el Zaragoza. Y para jugar la promoci車n le bastaba con ganar en ?ibar. Un cu芍druple empate le dejaba fuera.
Mundo concentr車 desde cinco d赤as antes al equipo en Deva y prepar車 a sus futbolistas para afrontar una encerrona en toda regla. Por su parte, el ?ibar, sin nada en juego, se recluy車 en la vecina localidad de Elgueta, distante s車lo nueve kil車metros, porque su directiva quiso dar hasta el final la sensaci車n de que sus jugadores no estaban primados ni estaban dispuestos a recibir visitas de emisarios de inc車gnito. Lo cierto es que el ?ibar ten赤a una prima conjunta de 68.000 pesetas del Oviedo, el Gij車n y la Leonesa por ganar o empatar con el Real Zaragoza y que jug車 con un ardor rayano en la violencia. Pero el Zaragoza no se arrug車 en Ipur迆a y logr車 una angustiosa y merecida victoria con dos goles del &tanque* Ucelay (1-2).
El Real Zaragoza concluy車 el campeonato en la tercera posici車n y, para sorpresa de muchos, se clasific車 para la promoci車n, siendo, adem芍s, el equipo m芍ximo realizador de la categor赤a con 69 goles. Avelino Chaves fue &pichichi* del grupo con 23 dianas, mientras que Ucelay acab車 en la cuarta plaza de la tabla de goleadores m迆ltiples, con 17 tantos. Alierta pag車 una prima especial a toda la plantilla de 100.000 pesetas por la clasificaci車n y todo el Arag車n futbol赤stico se dispuso a vivir un final de temporada apasionante.
(El relato de esta temporada continuar芍 ma?ana en el cap赤tulo XXIII de esta serie de Historias de Segunda).