Simeone aspira a que Jo?o F¨¦lix defienda como Griezmann
El Atl¨¦tico atac¨® por acumulaci¨®n, pero sin ning¨²n plan estudiado ni establecido de c¨®mo atacar. Joao F¨¦lix jug¨® todo el primer tiempo en banda tapando al lateral del Celta.
Simeone dispuso su cl¨¢sico 1-4-4-2 con tres cambios respecto al mi¨¦rcoles ante la Juve. Felipe debut¨® de titular, Herrera debut¨® en LaLiga (?Marcos Llorente a la grada!) y Correa tambi¨¦n fue titular como segundo delantero, por lo que Jo?o F¨¦lix arranc¨® en la banda izquierda. As¨ª dispuso al equipo el Cholo: Oblak; Trippier, Felipe, Gim¨¦nez, Lodi; Koke, Herrera, Sa¨²l, Jo?o Felix; Correa y Costa.
El objetivo de Simeone con Jo?o F¨¦lix debe ser el que logr¨® con Griezmann. Al franc¨¦s le hizo sacrificarse en defensa y pretende hacer lo propio con el portugu¨¦s. Y el Menino de Ouro estuvo aplicado porque realiz¨® varias acciones defensivas (minutos 11, 20 y 21) cerca del ¨¢rea propia con ¨¦xito y pas¨® gran parte del primer tiempo tapando a Hugo Mallo. Eso s¨ª, cuando pudo enganchar alg¨²n bal¨®n en ataque demostr¨® que es un despilfarro utilizarle para defender en banda.
Pagar por un jugador 127 millones para ponerle a defender es una excentricidad para cualquier entrenador, excepto para Simeone que da prioridad a la defensa antes que al ataque y a los seguidores del Atl¨¦tico (al inicio del partido le volvieron a gritar su c¨¢ntico desde el fondo sur despu¨¦s de tres partidos sin hacerlo) les parece lo normal. Pues en el primer tiempo mantuvo al portugu¨¦s en la banda todo el rato: 30 minutos en la derecha y 15 en la izquierda, que le cambi¨® de banda con Koke. En la banda derecha tambi¨¦n tuvo que estar pendiente del lateral zurdo celti?a, claro. ?Por qu¨¦ los entrenadores siempre obligan a trabajar y mejorar en defensa a los superclase y no intentan que los menos dotados jueguen mejor?
El partido ante el Celta dej¨® dudas sobre el patr¨®n de juego del Atl¨¦tico. El sistema est¨¢ claro, pero no se sabe si juega f¨²tbol directo o combinativo. Sin continuidad en el juego y con jugadas aisladas, tres de ellas acciones a bal¨®n parado, tuvo cinco ocasiones claras en la primera mitad y Rub¨¦n Blanco se visti¨® de Oblak.
En el segundo tiempo mantuvo el mismo once pero permut¨® a Correa por Jo?o F¨¦lix, acercando por fin al ¨¢rea al portugu¨¦s. En esos minutos Jo?o realiz¨® un tiro y dio un pase de gol. Con las entradas de Thomas y Vitolo modific¨® el dibujo y meti¨® a Sa¨²l de delantero y a Joao por detr¨¢s de los dos puntas. Y objetivo meter balones al ¨¢rea por arriba. Oblak; Trippier, Felipe, Gim¨¦nez, Lodi; Thomas, Koke, Vitolo, Jo?o Felix; Sa¨²l y Costa. Ese ataque desordenado buscando el pelotazo con posible segunda jugada con el portugu¨¦s cerrando el rombo o el centro desde banda dur¨® hasta que Simeone decidi¨®, por tercer partido yendo empate, sacar del campo a Joao F¨¦lix y dar entrada a ?lvaro Morata.
Oblak; Trippier, Felipe, Gim¨¦nez, Lodi; Koke, Thomas, Sa¨²l, Vitolo; Morata y Costa. Con Thomas tirando hacia arriba, Koke de pivote y Sa¨²l partiendo de interior derecha y Vitolo de interior izquierda dejando las bandas a la entradas de los laterales Trippier y Lodi. Por cierto, Vitolo no estuvo al nivel de otros partidos despu¨¦s de otra suplencia sorprendente, debe pensar que si la est¨¢ rompiendo y le pone de suplente, en cuanto baje un poquito le manda a la grada como a Marcos Llorente ante el Celta o a Mario Hermoso ante la Juventus.
Lo normal es que llegara el gol del Atl¨¦tico en todo ese segundo tiempo, pero Rub¨¦n Blanco se volvi¨® a lucir y, sobre todo, el equipo de Simeone intent¨® ganar por acumulaci¨®n de gente en ataque, por aplastamiento, pero volvi¨® a adolecer de un plan estudiado y ensayado de ataque. Al no trabajar el plan de ataque es imposible que cualquiera de los medios que jueguen encuentren en condiciones a Jo?o, cuando juega arriba y a Costa, que va de un lado al otro sin recibir nada en condiciones. Al no ver el movimiento de los delanteros en desmarque de apoyo. Cuando los laterales pasan al ataque y centran el equipo cuenta con menos jugadores dentro del ¨¢rea para rematar los buenos centros de Lodi o Trippier. Ante los ataques inconexos colchoneros, el Celta se defendi¨® con relativa facilidad y todos los cambios que hizo Escrib¨¢ fueron confiando en alcanzar un contraataque y marcar.