Mono Burgos pule a Felipe y Lodi

Tiene algo Lodi cuando agarra un bal¨®n y centra desde la banda: todo el p¨²blico asistente a los entrenamientos del Atl¨¦tico de Madrid en Los ?ngeles de San Rafael de pronto se calla. Algo puede pasar. Algo normalmente pasa. Tal es su facilidad para sacarse del pie centros medidos, exquisiteces, como la importancia de los extremos como ¨¦l en el sistema de Simeone. Por eso pule y pule sus carencias defensivas, como si el diamante que es. La sesi¨®n, con un 'nuevo chico en la oficina, un nuevo fisio, Carlos Garc¨ªa Valc¨¢rcel (ocupa el sitio de Clement, que se ha ido con Griezmann), termin¨® como gran parte de todas en el campo de entrenamiento por las tardes la semana pasada. Clases a Lodi. Ahora con un compa?ero de pupitre, Felipe Monteiro.

Renan Augusto

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Y un profesor que es todo carisma: el Mono Burgos. Simeone, al lado, cincelaba, a Lodi le dej¨® una de esas frases para apuntarse cien veces en pizarra: "Lodi, no corr¨¢s con los brazos por bajo, eso ahora es siempre penalti". A la siguiente, por cierto, Lodi los levant¨®. Tanto ¨¦l como Felipe fueron alumnos aplicados.?

Sin el capit¨¢n Koke (por la ma?ana ya fue ausencia con un entrenamiento individualizado de caracter preventivo) y con Oblak completando su segunda sesi¨®n con el grupo al completo (y dejando sus paradas imposible, sus manos milagro, c¨®mo no, eso no descansa ni en verano), Llorente s¨®lo complet¨® una parte de la sesi¨®n (rondo condicionado y remates a porter¨ªa en parejas, con Sa¨²l. Costa, por cierto, sin rastro de dolor en la ingle. Hab¨ªa sido un gesto. Entren¨® como siempre, con mucha fuerza. Joao un gol celebrado por la grada, sembrado de muchos gestos t¨¦cnicos.?

La clase de Germ¨¢n

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Pero cuando Oblak, Joao o Sa¨²l se dirigieron all¨¢ donde estaba Llorente, las colchonetas azules para estirar, German llamaba a varios canteranos (Camello, Roro, Sanabria...) y a dos futbolistas del primer equipo, Lodi y Felipe. Simeone tambi¨¦n caminaba junto a ellos, bajo su gorra negra, y Nelson Vivas al lado. En el campo, ante la porter¨ªa, hab¨ªa dispuestas cuatro peque?as, ante las que se colocaron los dos futbolistas con su ¨²ltimo profesor, el Mono. Les explic¨® qu¨¦ se quer¨ªa. Un ejercicio ser¨ªa como si detr¨¢s hubiera un portero, que no hab¨ªa, otro como si no: ellos con su cuerpo deb¨ªan cubrir el segundo palo. Achicar el espacio, que los delanteros amagaran el disparo, impedir el gol. "Que no pasen por ac¨¢, que no pasen". A la primera sal¨ªa mal, pero bastaba una vez para que los dos cumplieran a la perfecci¨®n el ejercicio. Se sabe porque recibieron la m¨¢xima nota. El grito del Cholo. "As¨ª es, as¨ª es".?