Mbapp¨¦ sigue los pasos de Zidane para ir al Madrid
D¨¦j¨¤ vu en el Bernab¨¦u: por la cabeza de Kylian cruza la misma idea, ganar la Champions, que a inicios de siglo pas¨® por la del entonces jugador de la Juve.
El f¨²tbol es tan as¨ª que un simple trozo de tela puede cambiar el orden de las cosas. Con una escueta propuesta en franc¨¦s en la servilleta m¨¢s importante de la historia del Madrid, Florentino inici¨® en el 2000 el cortejo a Zidane, quiz¨¢ el jugador m¨¢s codiciado del momento. La contestaci¨®n de Zizou, "yes!", puso en marcha la maquinaria de un acuerdo que el club sigui¨® rentabilizando hasta el pasado mayo. Aquel mensaje no fue un salto al vac¨ªo y sin paraca¨ªdas. La probabilidad de llevarse una cobra era m¨ªnima porque Zidane quer¨ªa jugar en el Bernab¨¦u por la misma raz¨®n que, como cont¨® As, se lo plantea ahora Mbapp¨¦ (20 a?os): ganar t¨ªtulos, concretamente la Champions.?El delantero del PSG, adem¨¢s, se declar¨® "madridista" en privado el ¨²ltimo 14 de febrero, en la visita parisina a Madrid.
La Champions era la mayor inquietud de Zizou, que, como hoy Kylian con el PSG, lo hab¨ªa conseguido casi todo con la Juventus. Pero lo que le faltaba, suele pasar, era lo que m¨¢s le ilusionaba. Ese deseo queda perfectamente reflejado en Zinedine Zidane, el ¨²ltimo partido, el documental de Canal + que repasa su carrera y su retirada. "En el Madrid ten¨ªa este gran objetivo en mente, ganarla", explica Lippi, su entrenador en la Juve. Al franc¨¦s le inquietaba su casi pero no en Europa, con tres finales consecutivas perdidas, una de la UEFA, con el Girondins, y dos de la Champions, ya en Italia. Nunca estuvo tan lejos de la gloria como cuando m¨¢s cerca estuvo de esas copas.
Zidane, a Florentino tras ganar la Novena: "No soy gafe"
Zidane debi¨® de pensar que igual no hab¨ªa sido casualidad que en su segunda final de Champions (1998) le hubiese chafado el Madrid, que adem¨¢s dos a?os despu¨¦s (2000) hab¨ªa vuelto a celebrar otra Orejona. Y, cuando se desatasc¨® su fichaje y visti¨® de blanco, se fue derecho a saldar una deuda consigo mismo. Lo hizo en su primera temporada, el 15 de mayo de 2002 en Glasgow. En la previa, como reconoce en el documental, le entraron las dudas de quien se sabe a las puertas de lo m¨¢s grande: "Me dije 'has vuelto a llegar, pero llevas tres perdidas'. Pens¨¦ mucho en ello (¡). Imag¨ªnate que ficho por el Madrid, llegamos a la final y perdemos. Son capaces de decir que es mi culpa, que la ¨²ltima que jugaron la ganaron contra mi equipo (¡). Me dije 'o la ganas o la ganas; si no, te va a quedar la espina clavada toda la vida'".
Esa reflexi¨®n, la humanizaci¨®n de un mito, la dej¨® en an¨¦cdota aquella volea de la que no se pudo reponer el Bayer. "Lo primero que me dijo cuando baj¨¦ al vestuario tras ganar fue 'no soy gafe'", desvel¨® Florentino. "Por fin. Son cosas que suceden una vez en la vida y yo he tenido la suerte de que me pasara", respir¨® Zidane. Y le pas¨® en el Madrid, tal y como antes hab¨ªa intuido. Y tal y como le ronda ahora la cabeza a Mbapp¨¦,? que de momento ha llegado m¨¢s lejos en Europa con el M¨®naco (semifinales) que con el PSG (octavos) y al que Zizou, sin saberlo, le dej¨® las huellas que le pueden conducir a hacer realidad su sue?o. Porque ganar en Francia te hace feliz, pero ganar en Europa te hace eterno.