Conchi Amancio: ¡°No estaba loca, de verdad que abr¨ª la puerta¡±
A Conchi S¨¢nchez Freire (Madrid, 1957) le cambi¨® el nombre para siempre con 13 a?os. Fue tras un partido en Boetticher, Madrid: cinco goles hizo. Se convirti¨® en ¡®Conchi Amancio¡¯, pionera del f¨²tbol femenino en Espa?a, una las mejores de la historia. Esta es su lucha. Y sigue siendo.
-La Wikipedia dice de usted: ¡°Pionera en el f¨²tbol femenino espa?ol que abri¨® las puertas al profesionalismo¡¡±.
-Creo que es una frase apropiada. Si sigue siendo dur¨ªsimo, imag¨ªnate entonces. Yo me fui de Espa?a con la idea de dedicarme profesionalmente, quer¨ªa ver hasta d¨®nde llegaba. En Italia tambi¨¦n era duro pero ya hab¨ªa unas estructuras. Pude vivir del f¨²tbol 24 a?os.
-?D¨®nde empez¨® a jugar?
-(Sonr¨ªe) En los pasillos de casa de mis t¨ªos, dando a todos dolor de cabeza. ?No paraba! Desde que ten¨ªa dos a?os no recuerdo hacer otra cosa. Cualquier cosa redonda me val¨ªa. Luego en la calle, en la plaza del Dos de Mayo. Entre bancos nos ech¨¢bamos unos partidillos... ?bamos mi hermana y yo. Con los chicos, claro.
-?Hab¨ªa m¨¢s chicas?
-Nunca. Yo, hasta que no vinieron unos ojeadores a hablar con mis padres porque se estaba formando un equipo, en mi vida vi a otra. Imagino que habr¨ªa, como nosotras. Fue despu¨¦s del partido de Boetticher que se le empez¨® a dar m¨¢s visibilidad.
-?Les dec¨ªan algo?
-Hab¨ªa de todo. Quiz¨¢ ahora est¨¦ m¨¢s asumido, pero entonces era muy dif¨ªcil ver a una chica. No estaban acostumbrados y algunos lo ve¨ªan un ataque. Me acuerdo que hab¨ªa ni?os mucho peores, mal¨ªsimos, pero, cuando se eleg¨ªa equipo, iban a por ellos antes que a por nosotras. Y nos d¨¢bamos cuenta, eh, pero quer¨ªamos jugar y esta era la ¨²nica manera. Mejorar mejoramos mucho con ellos, eso s¨ª.
-?En su familia se jugaba al f¨²tbol? ?De d¨®nde le vino?
-Mi padre jugaba cada domingo. Yo era muy peque?ita pero me llevaba. Era extremo diestro, r¨¢pido y t¨¦cnico. Y me acuerdo que mi madre me mostraba una foto y siempre dec¨ªa: ¡°?Embarazada de ti en el Bernab¨¦u!¡±.
-?Recuerda su primer bal¨®n?
-No tuve uno, tuve muchos, de todos los tama?os. De cuero no porque, como jugaba en todos los pasillos, deb¨ªan ser flojos, de goma o peque?os: les destrozaba las casas.
-Su padre le compr¨® unas botas que costaban 300 pesetas (1,8€). En los 70 un dineral.
-S¨ª. Entre 100 (0,6 euros) y 300 pero eran caras, mucho dinero entonces. Fue en una tienda en la Puerta del Sol. Me compr¨® un ch¨¢ndal y las botas. Dos d¨ªas despu¨¦s estaba programado el partido de Boetticher. Las botas eran de cuero, muy bien hechas, no como las de ahora de pl¨¢stico. Yo en mi vida jugu¨¦ con botas de pl¨¢stico.
-?Y c¨®mo fue que usted termin¨® en Boetticher?
-Yo estaba jugando, creo, en la plaza de San Idelfonso, se acercaron unos ojeadores y me preguntaron si pod¨ªan hablar con mis padres. Vinieron a casa. Imagino que les plantearon que organizaban un equipo femenino y as¨ª empez¨® la cosa. Pas¨® tan r¨¢pido... Recuerdo los primeros entrenamientos. Siempre ara?ando una hora en un campo de baloncesto o de tierra con postes y ya. Cualquier sitio nos val¨ªa. Para nosotras era muy dif¨ªcil encontrar instalaciones. Daban preferencia a los chicos. Fue en esos entrenamientos antes de Boetticher cuando empec¨¦ a ver chicas que ven¨ªan. Eran m¨¢s mayores, muchas no sab¨ªan ni jugar, pero fue muy agradable estar con chicas, entrenar.
-Rafael Muga lo organiz¨®. ?l s¨ª cre¨ªa en el f¨²tbol femenino.
-Era maestro de Primaria y muy emprendedor. Fue el primero en promover y creer. Meti¨® a mucha gente en los campos de f¨²tbol. No me puedo creer que una persona as¨ª no fuera acogida para promocionar el f¨²tbol femenino en Espa?a despu¨¦s.
-Todo hubiera sido diferente.
-He reflexionado mucho sobre lo que pas¨® y fue una p¨¦rdida muy grande. El f¨²tbol masculino defendi¨® sus ra¨ªces, pero en el femenino los a?os 60 y 70 casi no existen, las ni?as de hoy no tienen un pasado con el que comparar, que lo hubo. Pero la FIFA empieza a hablar de f¨²tbol femenino cuando ellos lo reconocen. La UEFA igual. Y la Federaci¨®n. Quieren hacer que desaparezca pero no se puede: t¨² no puedes no reconocer a toda esta generaci¨®n. Las Clandestinas, dicen. ?Imaginas eso en la selecci¨®n masculina? Pas¨® lo que pas¨® pues, por lo menos, ten dignidad y di: ¡°Vamos a reconocer a estas personas¡±. Es importante para las ra¨ªces. Pero no. Ni un homenaje ni nada.
-Boetticher fue el comienzo. El 8 de diciembre de 1970.
-S¨ª. Yo fui con mi hermana y mi madre. Viv¨ªamos en la calle Pez, fuimos en metro a Legazpi y despu¨¦s en autob¨²s. Una hora y media antes no hab¨ªa apenas nadie. Nosotras tampoco imagin¨¢bamos qu¨¦ iba a pasar. Yo hab¨ªa dormido con mis botas. Hab¨ªa estado todo el d¨ªa anterior con ellas. Mi madre dec¨ªa: ¡°Hija m¨ªa, qu¨ªtatelas¡±. Por la noche me acost¨¦ con el ch¨¢ndal nuevo y las botas al pie de cama. No pegu¨¦ ojo. S¨®lo las miraba pensando en que al d¨ªa siguiente iba a jugar un partido de verdad.
-?Cu¨¢ndo se llen¨®?
-Salimos a calentar media hora antes y segu¨ªa sin mucha gente. Unas decenas de personas. Calentamos, se repartieron los equipos y justo, cinco minutos antes, el campo estaba hasta arriba. Las taquillas no daban de s¨ª, la gente se carg¨® la puerta¡ Fue impresionante.
-Los dos equipos eran el mismo dividido. Usted, cinco goles.
-Empez¨® el partido y, ya te digo, el nivel era bajo. Muchas chicas no sab¨ªan jugar. Y yo trataba de compaginar con ellas, de jugar, pero no hab¨ªa manera. Y pensaba: ¡°Aqu¨ª hay que levantar el tema¡±. Estaba aburrida, un poco. As¨ª que empec¨¦ a regatear, regate¨¦ a la mitad del equipo y, f¨ªjate, cinco goles. No veas cada uno que met¨ªa, buahhh.
-?Dec¨ªan algo en la grada?
-Nunca o¨ªa nada. Lo que sal¨ªa era en los peri¨®dicos. Que si m¨¦dicos dec¨ªan, que si la Federaci¨®n... Pero la gente... No s¨¦ si es porque yo iba a mi bola y o¨ªa s¨®lo lo que quer¨ªa pero no recuerdo burradas. Al principio hab¨ªa mucha curiosidad, era una novedad. Las chicas que se quedaron en Espa?a cuando yo me fui, lo pasaron peor.
-?Qu¨¦ pas¨® tras Boetticher?
-Jugu¨¦ en dos o tres equipos de Madrid. A veces ¨ªbamos a entrenar al Cerro de los ?ngeles. El entrenador, Rafa, dos o tres coches y todas las chicas. Ten¨ªamos una hora y cuando terminaba apagaban las luces. Nos quedamos alguna vez a mitad. Incluso despu¨¦s de Boetticher. Entren¨¢bamos donde pod¨ªamos. Generalmente a horas muy malas. Pero no recuerdo ninguna mala cara nunca.
-?C¨®mo entrenaban?
-Hac¨ªamos ejercicios de gimnasia, carreras y sobre todo partidos. Si lleg¨¢bamos a tener tres balones era un triunfo. A veces era uno o ninguno. Jug¨¢bamos muchos partidillos ente nosotras. Y a veces dos partidos los domingos, cuando ¨ªbamos a promocionar el f¨²tbol femenino por los pueblos. No hab¨ªa otra.
-?Usted trabajaba, adem¨¢s?
-Empec¨¦ muy jovencita para ayudar a mi familia. Encontr¨¦ uno que me gustaba mucho, aprendiz de peluquer¨ªa. Estaba muy contenta, me ganaba un buen dinerillo. Quiz¨¢ si me hubiera quedado hubiese sido muy buena peluquera, pero decid¨ª marcharme a Italia.
-?C¨®mo fue su fichaje?
-Tras un cuadrangular ante Italia. El primer partido de Espa?a hab¨ªa sido ante Portugal, en 1971, en Murcia, cuando nos prohibieron ponernos el escudo.
-?Qu¨¦ ocurri¨®?
-Hab¨ªa unas 3.000 personas en La Condomina. Nosotras ve¨ªamos que hab¨ªa problemas, se retrasaba mucho. Uno era que el ¨¢rbitro era de la Federaci¨®n y no quer¨ªan que se pusiera el uniforme. Al final sali¨® con un ch¨¢ndal y se jug¨®. Una movida... Empatamos 3-3. Fue un triunfo para nosotras, en aquellos tiempos, con la situaci¨®n que ten¨ªamos. Despu¨¦s vino el cuadrangular contra Italia: dos partidos aqu¨ª y dos all¨ª. En Udinese estaban los ojeadores del Gamma 3. Me vieron jugar y se quedaron impresionados. Fui portada en Tuttosport, incluso. En Madrid hab¨ªa una empresa amiga de la Gamma 3 y se pusieron en contacto con ellos para hacer todos los tr¨¢mites y que yo me fuera a Italia.
-Y se fue sola, al extranjero, con 15 a?os.
-Fue complicado. Justo despu¨¦s de Boetticher mis padres se separaron. Mi madre se qued¨® con nosotros y, en aquella Espa?a, la mujer no ten¨ªa la patria potestad. Ella ten¨ªa que trabajar, dos trabajos, y yo, que era la mayor, deb¨ªa responsabilizarme. La situaci¨®n econ¨®mica era muy dif¨ªcil. Pero deb¨ªas salir adelante y para m¨ª el f¨²tbol era muy importante. Es una historia muy at¨ªpica la m¨ªa, no fue f¨¢cil. Con los a?os te das cuenta. Ech¨¦ mucho de menos mi casa, a mis amigas. Hubo momentos en los que casi me vuelvo, pero tambi¨¦n era gratificante estar en un pa¨ªs extranjero. Jugaba a f¨²tbol, recorr¨ªa Italia, ?iba casi cada d¨ªa a Venecia!
-?Le empuj¨® algo a irse?
-La Federaci¨®n no s¨®lo no nos apoyaba, hab¨ªa problemas siempre con el himno, con el escudo, no reconoc¨ªan nuestra selecci¨®n, nuestro movimiento... Fue entonces cuando lo decid¨ª. Era casi luchar contra molinos. Muy pocas siguieron y toda esa generaci¨®n se perdi¨®.
-Pas¨® de cobrar 400 pesetas (2,4 euros) aqu¨ª a 75.000 (450,76 euros) en Italia.
-En Espa?a fuimos dos jugadoras las que empezamos. Para m¨ª fue un honor porque abr¨ª muchas puertas para que las dem¨¢s lo hicieran. Pero por eso muchas veces me atacaban. Me dec¨ªan: ¡°Est¨¢s loca¡±. Incluso en Italia, donde viv¨ªa de ello, me dec¨ªan que no, que no se pod¨ªa. ¡°Si yo lo estoy haciendo se puede¡±. Era mucho menos que un hombre. No quiere decir que fuera a ser millonaria pero me gan¨¦ la vida con ello y estaba a gusto: hac¨ªa lo que me gustaba.
-Ahora, en Espa?a, desde hace dos a?os el f¨²tbol femenino se emite en televisi¨®n.
-Y me encantar¨ªa que hubiera m¨¢s. Cuando estoy en Espa?a me pego a la tele ilusionad¨ªsima. Y digo: ¡°Bueno, yo no estaba loca, verdaderamente abr¨ª las puertas¡±. La Federaci¨®n, que nunca reconoci¨® mi carrera, ahora est¨¢ encima y pienso: ¡°Pueden echarle tierra a lo que quieran pero hay cosas que no se pueden tapar¡±.
-?C¨®mo ve al f¨²tbol femenino en la actualidad?
-Hay que tener cuidado porque es muy positivo que los equipos masculinos den nombres, que tengan filiales, pero si no se crea una identidad propia¡ Puede dar ese salto pero hay que saberlo vender. Deber¨ªan darle un toque personal, que no sea una fotocopia. Hay que llevar m¨¢s gente al campo, que la gente se encari?e. La salsa del f¨²tbol son los goles: los nuestros levantaban a la gente. A lo mejor no se jugaba tan bien pero se marcaba mucho y la gente se divert¨ªa. Mi generaci¨®n en Espa?a yo la llamo de oro porque hay que ser de oro para jugar en esas condiciones.
-?Qu¨¦ le parece que el Madrid no tenga equipo femenino?
-Antes o despu¨¦s lo van a tener. Habr¨¢ presi¨®n y, si no ahora, m¨¢s tarde tienen que abrir las puertas. Hay ni?as jugando por Madrid, pasar¨¢ casi solo. Existe el Atleti y me encanta Lola (Romero), su trabajo. Lo admiro.
-?Qui¨¦n le puso a usted el apodo de 'Conchi Amancio'?
-Fue tras Boetticher. No tengo ni idea c¨®mo surgi¨®. Sali¨® en la portada de Marca y con ello me qued¨¦. Y a m¨ª me gustaba mucho Amancio. Era una leyenda.
-?Se parec¨ªa en su juego?
-Creo que me lo pusieron por el regate que ten¨ªa, pero luego evolucion¨¦. Sal¨ª de Espa?a siendo cadete y delantero centro. En Italia jugu¨¦ con el 10.
-?Qu¨¦ cualidades ten¨ªa?
-Era muy t¨¦cnica. El primer entrenador en Padua me ech¨® para atr¨¢s y me puso de cara a porter¨ªa, daba muchas asistencias. Sal¨ªa de atr¨¢s, era muy potente, con velocidad incre¨ªble, tiro. Un espect¨¢culo. Creo que era talento natural, no s¨¦ (r¨ªe).
-Marc¨® m¨¢s de 600 goles. Los apuntaba en un cuaderno.
-S¨ª, en uno de esos que se usan en los colegios, de rayitas. Apuntaba todo y, cuando acababan las temporadas, contaba todos mis goles. 300 fueron antes de irme de Espa?a.
-?Alguna vez les dieron paraguazos? Pepa Senante, de la primera selecci¨®n de baloncesto femenina, dice que a ellas s¨ª.
-Recuerdo un partido en el norte que mi madre acab¨® saltando la valla para llevarme a vestuarios. Pero no s¨¦ qu¨¦ pas¨®. Me he creado memoria selectiva. Recuerdo s¨®lo lo bueno. Lo de la grada me tra¨ªa sin cuidado. Hac¨ªa m¨¢s da?o luchar siempre de esa manera, contra esas injusticias que siguen. A¨²n no nos han reconocido, a mi generaci¨®n, nos siguen llamando Las Clandestinas. No es justo.
-?Y cu¨¢nto da?o hizo aquella pel¨ªcula rodada en 1971, ¡®Las Ib¨¦ricas F. C.¡¯, con folcl¨®ricas como Lola Flores o Marujita?
-Mucho. Nosotras quer¨ªamos que nos tomaran en serio. Aquello fue un palo tremendo para nuestra lucha, nuestro f¨²tbol.
-Un f¨²tbol donde usted era Amancio... ?Le conoci¨®?
-?S¨ª! Poco antes de irme a Italia. Lo prepar¨® la empresa espa?ola relacionada con la Gamma 3. Fui a la de Amancio y me impresion¨® su trato. Me dijo que se alegraba mucho de que me llamaran as¨ª, Conchi Amancio.