Simeone afina al m¨¢ximo para recuperar el gol de Diego Costa
Hizo un doblete en la Supercopa, pero en el campeonato sigue sin ver porter¨ªa y sin amenazar. Su valor era el gol, adem¨¢s del trabajo.
Vamos, Diego, ?s¨®lo ¡®ten¨¦s¡¯ ese disparo?¡±. Es la voz del Mono Burgos. La frase, su m¨¢s repetida en la semana de par¨®n de selecciones, en el Cerro. Fue una semana de clases particulares. Simeone ajustaba a Koke, Germ¨¢n trabajaba los disparos a puerta con Diego Costa. Una y otra vez. De cabeza, con el pie, de volea o a la escuadra. Durante una hora. Los fallos se perjuraban en brasile?o, los aciertos le arrancaban la sonrisa al Mono Burgos. Y al Cholo, en la otra mitad de campo. Necesita recuperar los goles de Costa. Y lo necesita ya.
Diego lleva doce jornadas de Liga sin hace un gol. El ¨²ltimo fue en febrero, d¨ªa 25, ante el Sevilla, jornada 25? de la Liga pasada, un gol. Lejos parece, muy lejos. Y Simeone necesita al mejor Costa para mirar de frente a todo. Lo sabe, lo dice. La Supercopa de Europa es bot¨®n: Costa fue Costa, pura furia y dos gritos, dos goles, el Atl¨¦tico se llev¨® el t¨ªtulo. Pero ese partido, tres jornadas de Liga despu¨¦s, parece un oasis.
En Liga Diego Costa a¨²n no ha marcado. Ha jugado los 90 minutos de cada partido, ante Valencia, Rayo y Celta, pero sin gol¡ Ni apenas remates que amenazasen a los rivales. Lleva 240¡¯ sin hacer ninguno, desde Mestalla. Ni a puerta, ni fuera, ni dentro, ni blocao ni nada, a cero. El ¨²ltimo fue en el minuto 32 de ese partido, el Valencia-Atl¨¦tico, jornada 1?, a puerta. Antes hab¨ªa hecho otro, en el 19¡¯, tambi¨¦n a puerta. Despu¨¦s nada. Y una nada que ya se alarga mucho y el equipo lo est¨¢ sintiendo.
Sin Selecci¨®n. Por eso este par¨®n en el que no pudo ir con la Selecci¨®n Espa?ola (Luis Enrique le hab¨ªa convocado) porque iba a ser padre ya (lo fue el pasado s¨¢bado por segunda vez) Simeone ha aprovechado para frotarle la bota. La voz de Germ¨¢n era el trapo. ¡°Diego, ?s¨®lo ¡®ten¨¦s¡¯ ese disparo?¡±. Y Diego se picaba, y remataba dos veces cuando le tocaba s¨®lo una y retaba al resto de delanteros de la sesi¨®n y fallaba y lo volv¨ªa a intentar, hasta que la pelota entraba, despu¨¦s de o¨ªrse muy alto perjurar en su lengua materna.
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