Balaguer se emocion¨® y sufri¨® con ¡®su¡¯ Roberto Mart¨ªnez

Si alguien sin ninguna noci¨®n de geograf¨ªa viera la estampa de Balaguer (Lleida) creer¨ªa que pertenece a B¨¦lgica. Toda la ciudad, de unos 17.000 habitantes, se volc¨® con la selecci¨®n que dirige su m¨¢s ilustre paisano: Roberto Mart¨ªnez. Ya fuera por la calle, en los bares o en la pla?a Sant Dom¨¨nec (donde el Ayuntamiento mont¨® una pantalla gigante), los vecinos de Bob no pararon de alentar a B¨¦lgica: tambores, c¨¢nticos, camisetas... Todo el pack. Y los decibelios se dispararon cada vez que la televisi¨®n mostr¨® una imagen de Roberto Mart¨ªnez o los delanteros belgas se acercaban al ¨¢rea rival.

Roberto Mart¨ªnez es una instituci¨®n en la ciudad. Se march¨® hace a?os, pero su familia sigue viviendo aqu¨ª. Su hermana Antonieta, que trabaja en el consistorio, lo define as¨ª: ¡°No viene todo lo que le gustar¨ªa pero es el mismo. Est¨¢ con sus amigos, va a los locales de siempre... es una persona muy sencilla¡±. Una afirmaci¨®n que comparten en el bar Parador, donde tantas tardes ha pasado Robert: ¡°Es una persona excelente, muy sencillo¡±. ¡°Toda la familia lo vivimos con mucha ilusi¨®n¡±, coment¨® Antonieta, que fue la ¨²nica representante de la familia de Bob que aguant¨® hasta el final en la plaza, porque sus padres, muy nerviosos, la abandonaron pronto. Una realidad palpable en Balaguer. De los m¨¢s peque?os hasta los m¨¢s mayores, todos llenaron la plaza. L¨¢stima de derrota.

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