Que empiece el Mundial ya
Paliza hist¨®rica de Espa?a a Argentina, con hat-trick y festival de Isco. Tambi¨¦n marcaron Costa, Thiago y Aspas. Extrema dureza de la albiceleste. Debutaron Marcos y Parejo
Falt¨® Messi, lo que se entendi¨® como quitarle al partido el az¨²car, la cafe¨ªna y las calor¨ªas. No fue as¨ª. Qued¨® un duelo en carne viva, con Argentina cerca de su l¨ªmite y que lleg¨® al convencimiento de que, a estas alturas, Espa?a le resulta inabordable. Isco volvi¨® a desabrocharse. Como Asensio, que tambi¨¦n aqu¨ª presenta reclamaci¨®n. Como Iniesta, para el que Camacho pidi¨® en televisi¨®n la criogenizaci¨®n. Como Piqu¨¦, que limpi¨® el ambiente con una actuaci¨®n brillant¨ªsima, ampliamente ovacionada. Como Thiago, como Aspas, como casi todos... Larrea deber¨ªa pedir a Infantino que se adelantara el Mundial antes de que nos enfriemos. ?
Result¨® extrema la orfandad de Argentina sin Messi. Sampaoli, que a lo largo de su carrera, ha hecho fortuna trabajando con coros, pretende devolverle a la albiceleste su condici¨®n de ilustr¨ªsima, aunque definitivamente tiene peores jugadores que Lopetegui. Fue el choque de una selecci¨®n anticicl¨®nica, la nuestra, con un plan de largo alcance y eficacia probada, y otra que llega zigzagueando (Martino, Bouza, Sampaoli...) y con el rev¨®lver de su historia apuntando a la cabeza. "Esto no es cosa de once jugadores sino de 40 millones de argentinos", fue el mensaje de Sampaoli a su llegada. Siente el ca?¨®n en la sien. Y por eso peg¨® y presion¨®. Pretendi¨® verticalidad y posesi¨®n. Quiso ser Bielsa y Guardiola. Pero para lo uno y lo otro Espa?a est¨¢ m¨¢s dotada y, a d¨ªa de hoy, mejor adiestrada en una pelea convencional. En la nuclear siempre les quedar¨¢ Messi.
Despu¨¦s de las ofrendas florales de la v¨ªspera, Espa?a, que s¨®lo cambi¨® a dos jugadores respecto al duelo de Alemania, y Argentina, con cinco retoques, compusieron un partido de alt¨ªsima competici¨®n. Tambi¨¦n el Wanda, cuyo entusiasmo result¨® desbordante. Un partido muy de verdad, m¨¢s de Mundial que de premundial, en el que los iniciales golpes de suerte favorecieron a Espa?a, porque la primera fue de Higua¨ªn, a dos metros de De Gea, sin oposici¨®n. La ech¨® fuera, confirmando que es m¨¢s rematador de repetici¨®n que de precisi¨®n. As¨ª se le recuerda tambi¨¦n en el Madrid.
La misma tuvo Diego Costa, al que Asensio puso frente a Romero con un pase estupendo con el exterior, y el ariete del Atl¨¦tico, jug¨¢ndose el bigote, lo mand¨® dentro. Su choque con Romero sac¨® del partido al meta. Fue el gol de D¨¹sseldorf con distintos int¨¦rpretes, en la ¨²nica maniobra de infiltraci¨®n de Diego Costa, que es tambor entre violines. Su utilidad est¨¢ en ser un fastidio, en sujetar los pelotazos hasta que el equipo llegue. Pero Espa?a casi nunca llega, casi siempre est¨¢. Costa no est¨¢ acostumbrado a tan abusiva posesi¨®n y hay momentos que resulta un implante. Aspas combin¨® mejor con el estilo porque present¨® una mejor oferta de juego al espacio.
Del rondo a la paliza
La ventaja meti¨® a Espa?a en su rondo, el territorio de Iniesta, a menudo la largu¨ªsima danza que preludia la picadura. Y lleg¨® con otro env¨ªo de Asensio que Isco mand¨® a la red de primeras. Asensio no es primer plato en el Madrid ni en la Selecci¨®n sin causa que lo justifique. Fue m¨¢s que Silva en D¨¹sseldorf y es m¨¢s que la mayor¨ªa en el equipo de Zidane. Retrat¨® a Mascherano en una cabalgada magn¨ªfica y asom¨® la cabeza en esa convenci¨®n de mediapuntas que congrega Lopetegui.
El marcador, en cualquier caso, sobrecastigaba a Argentina. Un cabezazo de Otamendi que se trag¨® De Gea dej¨® un mejor balance de situaci¨®n antes del descanso.
Fue el ¨²ltimo coletazo de Argentina, sobre la que Isco desat¨® un vendaval a vuelta de vestuario. Su segundo gol desencuadern¨® definitivamente a la selecci¨®n de Sampaoli, de pronto convertida en un coladero. El terror se apoder¨® del equipo ante una Espa?a descamisada, que mand¨® en corto y en largo. Volvi¨® a marcar Isco, le anularon un gol a Ramos, Thiago tambi¨¦n tuvo su premio, De Gea le dio a Aspas la asistencia del quinto para purgar su pecado, Isco complet¨® su hat-trick, Piqu¨¦ tuvo que desmonterarse en un estadio en el que hab¨ªa escuchado pitos, Marcos Alonso hizo historia como internacional de tercera generaci¨®n, Parejo tambi¨¦n celebr¨® su debut... S¨®lo Bolivia, en 2009, y Checoslovaquia, en 1958, agarraron as¨ª por las solapas a Argentina, todav¨ªa subcampeona mundial. Chamuscada por la paliza la emprendi¨® a tornillazos para intentar ensuciar una fiesta mayor. La que esperamos repetir en Rusia.
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