Se decreta el estado de p¨¢nico y despilfarro en el Barcelona
Tras Paulinho, llegar¨¢n m¨¢s fichajes a precio de oro para tratar de evitar una revuelta social que ya cuestiona la labor de esta directiva.
El viejo truco. Tras perder en el Camp Nou ante el Madrid, la junta del Bar?a desempolv¨® el librillo de instrucciones m¨¢s viejo del mundo para tratar (mal) las crisis deportivas. Con los bolsillos llenos, pero noqueados a causa de la salida de Neymar al Paris Saint-Germain, ya se puede decir que oficialmente se ha decretado el estado de p¨¢nico en el palco del estadio reviviendo el estropicio que cometi¨® Joan Gaspart en una situaci¨®n alarmantemente parecida hace 17 a?os cuando P¨¦rez fich¨® a Figo, dejando al club blaugrana telegrafiando sus intenciones a un mercado que esperaba sus millones para desplumar una junta que, repite, paso a paso, los mismos errores de entonces.
La primera cortina. Tras perder contra el Madrid, no tard¨® el Barcelona ni 12 horas en lanzar la primera cortina de humo anunciando la contrataci¨®n de Paulinho Bezerra a la espera de Coutinho y, probablemente, Demb¨¦l¨¦. Paulinho llega de China a cambio de 40 millones de euros, exactamente el mismo precio que ten¨ªa hace tres meses. Que un club como el Bar?a sea incapaz de negociar ante el Guangzhou da que pensar. La edad, 29 a?os, tampoco invita al optimismo de una afici¨®n que podr¨ªa llegar a entender c¨®mo un jugador de su perfil y prestigio (41 internacionalidades con Brasil, donde es titular fijo no se regalan) sea necesario. Pero nunca a ese precio y m¨¢s teniendo en cuenta que a la afici¨®n se le vendi¨® desde la propia directiva que el objetivo fundamental era contratar a un medio organizador. Fueron a por Verratti y salieron escaldados. Que se fiche a Paulinho denota una falta de plan tan elevado que desde aqu¨ª parece un disparate, pero igual es una genialidad. Bah, para qu¨¦ enga?arnos, es una incoherencia que igual sale bien.
Hablando de genialidades. El Bar?a compareci¨® ante el Madrid en su primer partido oficial sin utilizar a quien hasta ayer era el fichaje estrella de la temporada: Nelson Semedo. 30 millones pag¨® el club blaugrana al Benfica por un lateral que su t¨¦cnico jam¨¢s se plante¨® la opci¨®n de sacarle al campo a pesar de que Aleix Vidal sangraba en su banda por los cuatro costados. No es la mejor manera de que la masa social conf¨ªe en los fichajes de esta junta.
Por cierto. Esta directiva se ha gastado en tres a?os 225 millones de euros en fichajes que a la hora de la verdad no aportan nada a excepci¨®n hecha de Umtiti y, siendo generosos en extremo m¨¢ximo, Cillessen. El resto: Arda, Aleix, Digne, Marlon, Deulofeu, Denis, Andr¨¦ Gomes, Alc¨¢cer, Douglas o Rafinha invitan al recelo. Cuando los aficionados se preguntan qu¨¦ pueden hacer mejor estos gestores con esta cantidad en 15 d¨ªas, con prisas y sin t¨ªtulos respecto a lo que hicieron en los ¨²ltimos a?os siendo ganadores con la calma y sin urgencias, se dan las bases para volver a sospechar. Y si a?adimos lo que pueden hacer con 600 millones de cara al Espai Bar?a, el temblor ya es m¨¢ximo.
Palco vs vestuario. Y si faltara algo para complicar el paisaje, hay que explicar que entre el palco y el vestuario hay un abismo comunicativo, una falta de confianza palmaria y una situaci¨®n que ha derivado ya en un cruce de reproches grosero. No es infrecuente que jugadores y directivos hablen mal unos de otros, pero siempre en privado. El cruce dial¨¦ctico entre los que van de corto y los de la corbata es ya sonrojante en el caso del Bar?a. Piqu¨¦ dej¨® a la junta con el culo al aire 24 horas antes de recibir al Madrid al afirmar que todo el mundo (menos los directivos) sab¨ªa que Neymar se iba al PSG desde la boda de Messi. Eso es 21 d¨ªas antes de que Jordi Mestre, vicepresidente deportivo, protagonizara uno de los bochornos m¨¢s acadabrantes de la historia del club asegurando que ¡°Neymar se queda al 200%¡±. Segura, flamante m¨¢nager deportivo, le apoy¨® ese mismo d¨ªa diciendo que ¡°en el Bar?a todos son intransferibles¡±. Tras la derrota ante el Madrid, Segura le devolvi¨® la pulla a Piqu¨¦ diciendo que ¡°el partido se decidi¨® a partir del error de Gerard con su gol en propia puerta¡±. No habl¨® de una jugada desgraciada ni dijo eso de ¡°el f¨²tbol es as¨ª¡±. Se?al¨® a Piqu¨¦ pasando factura. Pero desde el vestuario no se quedaron cortos: Busquets reclam¨® ¡°fichajes s¨ª o s¨ª¡± despu¨¦s de que Mascherano contribuyera a vetar el fichaje de ??igo Mart¨ªnez. Vendr¨¢ en su lugar Yerri Mina, al que Valverde no ha visto en su vida mientras Iniesta se quejaba de jugar en un Camp Nou lleno de madridistas. Viniendo de un jugador que ha ganado tanto en Madrid, el argumento s¨®lo se justifica en clave de mensaje a una junta que no le renueva.