A cuatro puntos del t¨ªtulo
El Madrid se autoconden¨® a sufrir, aunque lo disimulase con la goleada final. James escenific¨® una despedida. Un digno Sevilla estar¨¢ en la Champions.
El Madrid despidi¨® el domingo a cuatro puntos del t¨ªtulo, lo que figuraba en los presupuestos, pero dej¨® en vela al Bernab¨¦u, al que esta Liga comienza a hac¨¦rsele larga. Lo que quedaba de este Sevilla que ha enviudado con la marcha de Monchi le pareci¨® mucho al equipo de Zidane, que jug¨® bajo los efectos del euroderbi. Sus defensas parecieron estar por los suelos. Un golazo de Cristiano muy al final acab¨® con un suspense inesperado y con un dign¨ªsimo Sevilla, que aun perdiendo ser¨¢ cuarto. James no dej¨® nada con la pelota pero se desmonter¨® de tal modo al ser cambiado que no dej¨® dudas de que tiene la mudanza hecha.
Ni fue el Sevilla en obras que se presum¨ªa por las bajas ni el Madrid can¨ªbal con la misi¨®n de la Liga por cumplir, pero el equipo de Zidane sali¨® del trance. Sin entusiasmar ni entusiasmarse. Quiz¨¢ por falta de costumbre, la mezcla de titulares (cinco) y aspirantes (seis) ofreci¨® un Madrid a medio hacer, inconstante, superado a menudo por el toque del Sevilla, expuesto a demasiadas ocasiones. Un equipo sin gracia ni seguridad que vivi¨® de una picard¨ªa de Nacho.
Undiano pit¨® una falta al borde del ¨¢rea, Krohn-Dehli, que jug¨® su primer partido en un a?o porque Franco V¨¢zquez se rompi¨® en el calentamiento, dej¨® con su puntera la pelota en el punto de la infracci¨®n y el Sevilla dio por supuesto que el Madrid pedir¨ªa barrera. No lo hizo y Nacho, probablemente el jugador que m¨¢s atenci¨®n pone a lo que sucede en el campo, mand¨® la pelota a la red con Sergio Rico como figura de cera. Un gol en medio de la nada. Un gol regalado y ampliado con otro, tras una p¨¦rdida de Kranevitter, que se apunt¨® Cristiano tras un rechace del meta andaluz.
Un Sevilla valiente
Con eso, con los goles, se qued¨® el Madrid hasta el descanso, sacudido por un Sevilla mejor y m¨¢s en¨¦rgico. Sampaoli estaba en blanco en un gran escenario y pretend¨ªa extender su huella antes de marcharse. Vitolo y Correa hicieron sangre en la banda de Danilo y Jovetic, que ya mat¨® al Madrid en el Pizju¨¢n y que se marchar¨¢ en junio, se esmer¨® en despedirse a lo grande. Mand¨® un trallazo a la cruceta, una vaselina al larguero, un mano a mano al limbo. El Madrid se vio reducido a Keylor, que evit¨® goles con manos y pies.
Si Asensio volvi¨® a ofrecer una versi¨®n radiante, Morata no redujo su distancia con Benzema, cuyos muletazos se hacen tan eternos como el tiempo que pasa entre uno y otro. A Kroos le falt¨® vigor para hacer el trabajo de Casemiro aunque emergiera al final, Kovacic se alarg¨® muy poco, Cristiano s¨®lo acudi¨® a citas puntuales y James anduvo perdido en ese desfigurado 4-4-2 del Madrid que present¨® demasiadas abolladuras y ech¨® de menos a Modric y Marcelo.
En el descanso, Sampaoli quit¨® un central para dar un paso m¨¢s con Montoya en la banda derecha. La respuesta fue inmediata. Un gol de Jovetic que premiaba su insistencia y la del Madrid en atarugarse en un partido crucial al que no le dio ese trato. Zidane hurg¨® en el banquillo y quit¨® a Morata y James, cuya despedida, por ceremoniosa, no pareci¨® del partido sino del club. Con Casemiro el Madrid gan¨® un vigilante, con Lucas un extremo, con Modric una reparaci¨®n general. El partido cambi¨® de due?o. Cristiano, de un zurdazo tremendo, acab¨® con la angustia. Fue su 25? gol al Sevilla. Ning¨²n otro equipo le ha sufrido tanto. Y Kroos complet¨® una goleada que resumi¨® extraordinariamente mal el partido. El Madrid necesitar¨¢ entrar de verdad al sprint en Vigo y M¨¢laga si quiere esta Liga.