El Atleti pasa con susto
Mateo Garc¨ªa hizo el 2-3 sobre la bocina, despu¨¦s de que Livaja igualara por dos veces los goles de Griezmann y Correa. Buen partido de Las Palmas.
Fue un minuto, pero qu¨¦ largo. De angustia y un escalofr¨ªo recorriendo a la vez 30.000 espaldas en el Calder¨®n. Lo provoc¨® todo Mateo Garc¨ªa con un gol en el 92¡¯: era el 2-3. Uno m¨¢s y el equipo que estar¨ªa en cuartos de la Copa ser¨ªa el de Seti¨¦n. El silbido a final pocos segundos despu¨¦s de S¨¢nchez Mart¨ªnez al Atleti le son¨® a gloria pero no le quita del cuerpo el susto. Fue grande.
Los dos equipos se dejaron los goles para la segunda parte. La primera s¨®lo fue un testar. Primero dominas t¨² (Las Palmas: sin peligro). Despu¨¦s yo (con Griezmann, el d¨ªa anterior sentado a la mesa de Cristiano en Z¨²rich y ayer titular y tom¨¢ndole las medidas a la porter¨ªa de Ra¨²l en cuanto el Atleti pis¨® su ¨¢rea, y Gait¨¢n derramando clase en cada bal¨®n). M¨¢s tarde de nuevo t¨² (Las Palmas, ya con peligro): si Livaja no convirti¨® en gol la primera que tuvo (32¡¯) fue porque Moy¨¢ cerr¨® sus piernas ante su porter¨ªa como si fueran la puerta del Muro de Juego de Tronos. As¨ª, 45¡¯ de esta vuelta de octavos despu¨¦s, el Atleti segu¨ªa ganando por la ida (0-2) y el empate llegaba a los banquillos.
Porque en el 45¡¯ Simeone ya estaba como Seti¨¦n: si uno, el segundo, hab¨ªa perdido a un hombre, Hern¨¢n, por lesi¨®n, casi nada m¨¢s comenzar el partido (17¡¯), el otro lo hac¨ªa ahora: Lucas se quedaba bajo la ducha con una sobrecarga y al c¨¦sped saltaba Gabi. Eso oblig¨® al Cholo a desmontar su nueva banda derecha (Vrsaljko-Juanfran). El primero se ir¨ªa al lateral ?izquierdo, el segundo, al derecho y los dos terminar¨ªan siendo protagonistas de lo que, en los 45 minutos siguientes, pas¨®: de los cinco goles que hubo participar¨ªan en tres. Para bien (Vrsaljko) y para mal (Juanfran).?
Golpe¨® primero el Atleti. Triangularon el croata, Gait¨¢n y Grizi?en el 49¡¯ y lleg¨® el gol. El primero se llev¨® el bal¨®n, el segundo lo centr¨® y el tercero lo marc¨®. No acus¨® Las Palmas el golpe. Al contrario: Livaja se lo ech¨® a la espalda para hacer ese del que, en los dos partidos anteriores y medio de ¨¦ste ya, su equipo hab¨ªa adolecido. Ten¨ªa la pierna cargada de la primera parte y en esta segunda, en cuanto pudo, le gan¨® una carrera a Gim¨¦nez, tumb¨® a God¨ªn (tocado de un resbal¨®n de Momo contra su pierna en la jugada anterior) y le encontr¨® una grieta al muro de Moy¨¢: la escuadra derecha. All¨¢ envi¨® el bal¨®n. Gol(azo). Tampoco lo acus¨® el Atleti.
Si Gait¨¢n estaba en modo recital y ten¨ªa ganas de p¨²blico, de aplausos, de f¨²tbol, Correa tambi¨¦n quer¨ªa su trozo de tarta. Se la zamp¨® de un mordisco despu¨¦s de que God¨ªn le enviara un bal¨®n de 30 metros y corriera como si el Calder¨®n fuera campo a trav¨¦s s¨®lo vigilado por un hombre, David Garc¨ªa. Cero problema: Correa es argentino y sabe de tangos. Le meti¨® el cuerpo, se lo quit¨® de encima y sigui¨® corriendo hasta encajarle el bal¨®n entre las piernas a Ra¨²l y hacer el gol. Si alguien piensa que el partido, y la eliminatoria hab¨ªan terminado aqu¨ª, ja.
Aunque lo pareci¨®, lo pareci¨® mucho tiempo. Los dos equipos estaban jugando m¨¢s para ver pasar los minutos en el reloj que con peligro real; Keidi, un alban¨¦s que promete, por cierto, debutaba con la rojiblanca, Grizi descansaba y todo era felicidad por el Calder¨®n esperando el viernes al sorteo, al pr¨®ximo rival en cuartos, cuando..., zas, Livaja le encontraba otra grieta al muro de Moy¨¢ tras despiste de Juanfran: esta vez s¨®lo tuvo que empujar un pase de la muerte de Mateo. Era el 88¡¯, el empate, no el final.
Cuatro despu¨¦s, Mateo fue como Dorothy en el Mago de Oz y s¨®lo tuvo que seguir el camino de baldosas amarillas que hab¨ªa fijado Livaja a la espalda de Juanfran para batir por tercera vez a Moy¨¢ y poner el 2-3 en el partido y los nervios de punta al Calder¨®n. Menos mal que lo siguiente que pas¨® fue el silbato de S¨¢nchez Mart¨ªnez: aunque con susto, el Atleti est¨¢ en cuartos.