El Racing no jug¨® pero gan¨® el partido de la rebeli¨®n ciudadana

Ha sido probablemente, una vez que reunieron el coraje de tirar para delante y desafiar a la legalidad deportiva, el partido m¨¢s f¨¢cil de los 101 a?os de historia del viejo Racing. Aquel equipo que inaugur¨® la Liga en el a?o 1928 jugando contra el Bar?a, anoche en El Sardinero s¨®lo pod¨ªa ganar. Si jugaba y perd¨ªa hubiera sido un triunfo porque eso significaba que el Racing estaba por fin libre de los piratas que lo han asaltado en los ¨²ltimos a?os. Si, como pas¨® finalmente, no jugaban el partido por mantener la postura apoyada un¨¢nimemente por todo el racinguismo, iba a ganar en autoestima, en orgullo y dignidad. Incluso lo que realmente pas¨® al final, la comuni¨®n de los 4.000 aficionados que fueron al estadio con sus futbolistas, sus t¨¦cnicos y resto de empleados super¨® las previsiones m¨¢s optimistas. Quedaba una ¨²ltima posibilidad jugar y ganar, pero eso probablemente ya hubiera sido pecado.

La jornada hab¨ªa empezado tensa en la Albericia. Paco Fern¨¢ndez hab¨ªa convocado a sus jugadores al habitual entrenamiento prepartido, pero la cabeza no estaba en ello. Los dos capitanes, Mario y Francis, cerraban desde el propio vestuario la reuni¨®n que se preparaba a medio d¨ªa con la delegaci¨®n que encabezaba Luis Rubiales, presidente de la AFE, que ya viajaba hacia la capital c¨¢ntabra. Al final, a las 13:00 horas, apenas ocho horas antes del horario previsto para el partido, se reunieron en una sala del hotel NH Ciudad de Santander, la plantilla, los t¨¦cnicos y auxiliares del primer equipo con Rubiales, el vicepresidente Luis Gil y el asesor jur¨ªdico Santiago Nebot. La plantilla verdiblanca invit¨® tambi¨¦n al presidente de la asociaci¨®n de pe?as racinguistas, Bernardo Colsa, y al presidente de Juventudes Verdiblancas, Pablo Rodr¨ªguez. Los capitanes quer¨ªan que los dirigentes de la AFE vieran que la decisi¨®n de no jugar estaba respaldada por todo el racinguismo. Hora y media m¨¢s tarde salieron de all¨ª con una decisi¨®n firme: si no dimit¨ªa Harry no hab¨ªa partido. Rubiales en la puerta del hotel lo dej¨® bien claro: ¡°AFE est¨¢ a muerte con ellos¡±.

A lo largo de la tarde, a medida que se acercaba la hora del partido, Cantabria fue un tan-tan permanente. Las redes sociales echaban humo: ¡°Harry dimite¡±, ¡°Harry se atrinchera¡±, ¡°Harry est¨¢ en la notar¨ªa¡±, ¡°Harry no est¨¢ en la notar¨ªa¡±. El bufete de Manuel Broseta, que ya hab¨ªa viajado a Santander, anuncia que renuncia a representar al Consejo de Administraci¨®n. Al final, result¨® que los jugadores cumplieron con su palabra, acudieron al estadio a la hora fijada, realizaron el protocolo previo a cada partido y cuando lleg¨® la hora de comenzar el encuentro cumplieron lo anunciado el lunes con la complicidad de la Real Sociedad: no jugaron.

El protocolo final fue el siguiente, pactado entre Mario y Xabi Prieto, ambos capitanes, en el momento del sorteo: el Racing eligi¨® campo y la Real, saque. El capit¨¢n verdiblanco se fue a la Gradona de los Malditos, de donde partieron los asaltantes del palco el mes pasado, y la Real cuando sac¨® estuvo 35 segundos tocando el bal¨®n en su propio campo mientras los titulares del Racing permanec¨ªan abrazados en el c¨ªrculo central y los suplentes, cuerpo t¨¦cnico y auxiliares hac¨ªan lo propio delante de su banquillo.

Cuando la Real lanz¨® la pelota directamente fuera, el ¨¢rbitro invit¨® a los jugadores del Racing a sacar de banda. En ese momento Mario abandon¨® la formaci¨®n, se acerc¨® al colegiado y le comunic¨® que no quer¨ªan seguir jugando. El ¨¢rbitro le insisti¨® si sab¨ªa que eso significaba la suspensi¨®n del partido, Mario asinti¨® dos veces y en ese momento Gil Manzano decret¨® el final del partido.

Mientras, el p¨²blico, que ya superaba las 4.000 personas iniciales, irrump¨ªa en una atronadora ovaci¨®n junto a gritos de ¡°Racing, Racing, fuera chorizos del Sardinero¡± y ¡°Esa camiseta s¨ª la merec¨¦is¡±. Los jugadores de ambos equipos se abrazaron en el c¨ªrculo central mientras t¨¦cnico y auxiliares del Racing sal¨ªan al c¨¦sped a acompa?ar a sus futbolistas.

En ese momento comenz¨® una vuelta de honor. Agridulce. Emocionante por la comuni¨®n de todo el racinguismo, pero amarga porque para muchos de estos futbolistas, modestos jugadores de Segunda B, pelear por una semifinal contra el Barcelona hubiera sido un sue?o. Prefirieron ser fieles a su compromiso y a su afici¨®n. Ahora, ganado este partido que no pod¨ªan perder, los futbolistas y los t¨¦cnicos, hecha su parte, conf¨ªan en el resto del racinguismo para ganar la Junta de Accionistas de hoy, la que debe significar el fin de la pesadilla.