Bruno y Cheryshev, suplentes, saltan del banco para resolver

La condici¨®n de suplente suele venir marcada por la hoja de (de)m¨¦ritos o por una cuesti¨®n matem¨¢tica. En un equipo titular s¨®lo entran once. Ser titular es otra cosa. No caben dobles lecturas. Lo es quien marca las diferencias. De ah¨ª que haya que escoger con esfuerzo a once entre veintid¨®s. La mayor¨ªa de jugadores que comenzaron el Villarreal-Real de Copa, una oda a las rotaciones, demostraron que son buenos pero no los mejores. Bruno y Cheryshev, suplentes ocasionales y pilares del Submarino, evidenciaron por el contrario que hay pocos como ellos. Se quitaron el ch¨¢ndal en el 62¡¯ y resolvieron el partido diez minutos m¨¢s tarde. Uno se invent¨® un pase maestro y el otro defini¨® con brillantez sin preocuparle la dificultad de la papeleta. Gracias a ellos el Villarreal toma ventaja y la Real baja de las nubes.

El partido no fue un ejemplo de nada. Los ojos se iban a los banquillos. Sirvi¨® para comprobar que tanto Giovani como Finnbogason, delanteros a examen, est¨¢n lejos de su mejor momento. Tambi¨¦n para confirmar que Jonathan es un mediocentro de lujo (gran sociedad con Pina) y un simple parche de urgencia en la banda. Y para seguir viendo c¨®mo el Villarreal contin¨²a en un momento dulce con doce partidos invicto y c¨®mo la Real se maneja como un conjunto s¨®lido sin mordiente con Vela de descanso.

El primer tiempo fue para el Villarreal, que dej¨® una jugada entre los hermanos Dos Santos a la que el gol le hubiera hecho justicia. En la Real s¨®lo Granero se movi¨® con tino. El segundo se nivel¨®, aunque las ocasiones siguieron siendo amarillas. Bruno con dos faltas y Gerard con sus zarpazos. El resultado es justo. Y, curiosamente, m¨¢s positivo para el que perdi¨® (por seguir vivo) que para el que gan¨® (por no haber sentenciado). Anoeta decidir¨¢, teniendo en cuenta que la Real no le remonta a un Primera en Copa desde hace 26 a?os.