Desde el a?o 1977, las naves espaciales Voyager 1 y Voyager 2 son los ojos de los de los cient¨ªficos de la NASA en el espacio. Fueron lanzadas por la Administraci¨®n Nacional de Aeron¨¢utica y el Espacio desde Cabo Ca?averal con un objetivo claro: desvelar los detalles desconocidos sobre planetas de nuestro sistema solar, como J¨²piter o Saturno, y aquellos m¨¢s all¨¢ del mismo. En estos 45 a?os han recorrido millones de kil¨®metros, enviando im¨¢genes in¨¦ditas a la Tierra.

El 25 de agosto de 2012 la nave Voyager 1 alcanzaba un hito, al ser el primer objeto desarrollado por el ser humano en alcanzar el espacio interestelar. Tras una d¨¦cada all¨ª, ha ido recopilando todo tipo de informaci¨®n, a una distancia que ya alcanza los 23.000 millones de kil¨®metros sobre la Tierra. Todos ellos muy ¨²tiles a la hora de conocer los detalles del espacio interestelar. Sin embargo, los ¨²ltimos datos recibidos por la NASA han generado cierta preocupaci¨®n, pues no se corresponde con lo que deber¨ªa haber compartido con la Tierra. Debido a esta larga distancia, se tardan dos d¨ªas en enviar un mensaje y obtener respuesta.

Ha sido la propia NASA quien ha informado de esta situaci¨®n, a trav¨¦s de su p¨¢gina web. En ella, aseguran que los datos recibidos por la sonda no reflejan lo que verdaderamente est¨¢ ocurriendo a bordo de la misma. Son datos, seg¨²n indica el Jet Propulsion Laboratory de California, que generan confusi¨®n en la comunidad cient¨ªfica. En concreto, el problema se encuentra en el Sistema de Control y Articulaci¨®n Inclinada de la nave. "El equipo de la misi¨®n est¨¢ buscando la fuente de un problema de datos del sistema", indican.

La nave funciona

La NASA confirma que la sonda opera de forma normal, pues recibe y ejecuta comandos desde la Tierra. Sin embargo, las lectoras del sistema de control y articulaci¨®n de actitud (AACS) no reflejan la realidad. Este sistema es el encargado de mantener la antena de alta ganancia de la nave apuntando hacia la Tierra, con el fin de que se puedan enviar los datos recabados por la nave a la agencia espacial estadounidense.

Los datos, por un lado, sugieren que el sistema funciona. Sin embargo, estos datos parecen estar generados de forma aleatoria. Pero lo que m¨¢s llama la atenci¨®n de los expertos es que este supuesto problema no ha activado ning¨²n sistema de protecci¨®n contra fallos a bordo en la nave. De ser un fallo, se activar¨ªa un 'modo seguro' con el que ¨²nicamente se llevar¨ªan a cabo acciones esenciales hasta que se encontrara la soluci¨®n.

Se?al correcta

En cualquier caso, la NASA asegura que la se?al de la sonda no se ha debilitado y que la antena de alta ganancia se mantiene con la orientaci¨®n necesaria para enviar los datos hacia la Tierra. Con todo ello, la agencia norteamericana trata de resolver este misterio de origen desconocido. El equipo a cargo de la investigaci¨®n seguir¨¢ monitorizando las se?ales enviadas por la Voyager 1, con el fin de determinar si los datos no v¨¢lidos llegan del citado sistema de control y articulaci¨®n de actitud o de otro sistema que intervenga en la producci¨®n y env¨ªo de telemetr¨ªa.

La gerente del proyecto de ambas naves, Suzanne Dodd, considera que este misterio puede llegar a ser "normal" en la etapa actual de la misi¨®n. Hay que tener en cuenta dos puntos clave: el primero, que las naves tienen ya 45 a?os de vida en el espacio. Y el segundo, que se encuentran en el espacio interestelar, una zona donde la alta radiaci¨®n "en la que ninguna nave espacial ha volado antes" y que podr¨ªa estar afectando directamente a la nave. A la espera de una resoluci¨®n, la NASA seguir¨¢ trabajando para poner fin al misterio.