El cambio de estaci¨®n con la llegada del oto?o es un indicio de que los d¨ªas ser¨¢n m¨¢s cortos y con menos luz natural. Por ello, se aplica una adaptaci¨®n de la actividad laboral al horario de invierno que se lleva haciendo desde el 1974 en Espa?a con la intenci¨®n de ahorrar electricidad en las horas diurnas del d¨ªa. El cambio de horario siempre se ha realizado en la fecha del s¨¢bado al domingo con el objetivo de no alterar la actividad de los ciudadanos, y as¨ª no perturbar la econom¨ªa.

Adem¨¢s, la noche de antes del cambio, se deber¨¢n atrasar los relojes para evitar despistes en muchos de nosotros. Los dispositivos electr¨®nicos maniobrar¨¢n autom¨¢ticamente para realizar el cambio de hora, a diferencia de los aparatos anal¨®gicos, que precisan de un cambio manual de las manecillas del reloj.

?Habr¨¢ un adelanto o retraso de la hora?

La noche del s¨¢bado 30 de octubre al domingo 31, los relojes de nuestro pa¨ªs se retrasar¨¢n una hora, provocando que la noche dure m¨¢s. Entonces, a las 3:00 de la madrugada ser¨¢n otra vez las 2:00. El domingo tendr¨¢ una hora m¨¢s y se ganar¨¢ tiempo de descanso. Con esta modificaci¨®n, a partir de las 17:30 empezar¨¢ la luz natural a disminuir su intensidad, propiciando la nocturnidad completa a horas medianas de la tarde.

Al igual, este cambio en la rutina del horario provoca una sintomatolog¨ªa negativa en ni?os o en personas mayores debido a la somnolencia producida por esta modificaci¨®n. Por ello, expertos en enfermedades del sue?o inciden en que hay que tomar de referencia el nuevo horario, unos d¨ªas antes de su modificaci¨®n con el objetivo de evitar que el grado de sue?o se reduzca, provocando un mayor cansancio o falta de atenci¨®n.

Un cambio de hora que no gusta

El Parlamento Europeo esclareci¨® la posibilidad de eliminar las modificaciones horarias en este a?o, pero se aprob¨® ¨²nicamente quitar uno de los dos cambios que se producen en el calendario. La decisi¨®n del organismo fue que cada pa¨ªs tuviese la decisi¨®n un¨¢nime para continuar o acabar con este tradicional cambio de hora. Espa?a quer¨ªa imponer el horario de verano, es decir, sin atrasos en la hora, aunque el recurso se desestim¨®. En cambio, Portugal se alej¨® de esta posibilidad, y sus ciudadanos prefieren el doble cambio horario de verano e invierno.