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?Por qu¨¦ los peces espada apu?alan a los tiburones?

Algunos expertos achacan el comportamiento de estos ejemplares al cambio clim¨¢tico, mientras que otros otros sugieren que son encuentros accidentales.

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Una tintorera de dos metros y 60 kilos, aproximadamente, provoc¨® el desalojo de una playa de Benidorm la semana pasada. Un equipo de rescate del del Oceanogr¨¤fic de Valencia consigui¨® capturar al desorientado animal y, tras comprobar que estaba bien, lo dej¨® en libertad. Sin embargo, el domingo encontraron el cuerpo sin vida de este ejemplar en El Campello debido a una herida bajo el parpado compatible con la agresi¨®n de un pez espada.

Ahora, los cient¨ªficos est¨¢n estudiando qu¨¦ tipo de relaci¨®n mantienen ambas especies, ya que esta no es la primera vez que se encuentran indicios de que un pez espada ha apu?alado a un tibur¨®n. El primer ataque se registr¨® en 2016, cuando un escualo apareci¨® agonizando en la costa de Valencia. "La espada atravesaba completamente y part¨ªa en dos el cerebro del tibur¨®n. Nosotros alucinamos en su momento. No esper¨¢bamos encontrar nada as¨ª", cuenta a El Pa¨ªs Jaime Penad¨¦s, investigador de la Unidad de Zoolog¨ªa Marina de la Universidad de Valencia.

?Ataques fortuitos o intencionados?

Durante los tres a?os siguientes, el grupo dirigido por Penad¨¦s registr¨® otras cinco agresiones, observando el mismo patr¨®n en todas ellas: "Los ataques son a la cabeza, por lo que hay una intencionalidad por parte del pez espada. No es un ataque fortuito. Adem¨¢s, es muy certero porque va a los ojos o al cerebro, que son estructuras vitales". Sin embargo, el experto lamenta la falta de datos para saber si es habitual que se produzcan ataques a otras partes del cuerpo ni si se trata de agresiones proactivos o en defensa propia, aunque Penad¨¦s sospecha que es m¨¢s probable que busquen defenderse, ya que son m¨¢s peque?os.

Por su parte, ?lex Bartol¨ª, bi¨®logo de la organizaci¨®n para la conservaci¨®n de la biodiversidad marina SUBMON, s¨ª cree que estos encuentros pueden producirse por casualidad cuando el pez espada est¨¢ cazando: "Dentro de los bancos de peces, todos los depredadores est¨¢n intentando atrapar lo que pueden. Los peces espada van moviendo la espada para golpear a los peces peque?os y, una vez quedan aturdidos, se los comen. En esta vor¨¢gine, los depredadores pasan a gran velocidad y creo que se producen colisiones".

Seg¨²n Bartol¨ª, estos animales no se disputan un mismo h¨¢bitat, ya que son especies migratorias, ni luchan para defender a sus cr¨ªas, pues se desentienden de ellas en cuanto ponen los huevos. Adem¨¢s, tampoco cree que ataquen para alimentarse: "La energ¨ªa que requiere un ataque de tibur¨®n contra un animal grande no compensa", comenta. No obstante, reconoce que podr¨ªa estar equivocado, ya que tambi¨¦n apunta que falta informaci¨®n: "Creo que es una hip¨®tesis que queda abierta y a partir de aqu¨ª habr¨¢ que contrastar evidencias, pero hasta que no haya m¨¢s casos, me cuesta imaginar una pelea entre una tintorera y un pez espada".

Por ¨²ltimo, Penad¨¦s sugiere que el cambio clim¨¢tico podr¨ªa afectar al comportamiento de los peces espada: "A d¨ªa de hoy todos nos lanzamos muy r¨¢pido a hablar del cambio clim¨¢tico, que es cierto que es una realidad". Aunque considera que podr¨ªan intervenir m¨¢s factores: "En este caso creo que es m¨¢s algo que no ten¨ªamos en cuenta, que ni siquiera est¨¢bamos revisando".

Dificultad para estudiar el tema

El principal obst¨¢culo que encuentran los expertos para tomar muestras es que los tiburones no flotan. "Es muy dif¨ªcil que un tibur¨®n acabe varado. Con los delfines es m¨¢s f¨¢cil porque flotan, pero los tiburones normalmente se hunden", precisa Penad¨¦s. Adem¨¢s, estos enfrentamientos ocurren a bajas profundidades y las pruebas para detectar los fragmentos no son rutinarias: "Normalmente, en una necropsia se saca l¨ªquido encefalorraqu¨ªdeo, pero no se abre el cr¨¢neo ni se hace una disecci¨®n completa".