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Las patatas fritas m¨¢s caras del mundo

Cada raci¨®n cuesta 170 euros y se sirven en el restaurante Serendipity de Nueva York, que ya vend¨ªa tambi¨¦n a precios de r¨¦cord una hamburguesa y un helado.

Reuters

El restaurante Serendipity3, ubicado en el Upper East Side de Nueva York, ha reabierto sus puertas por todo lo alto: batiendo su d¨¦cimo r¨¦cord mundial Guinness, esta vez por servir las patatas fritas m¨¢s caras. Al principio, puede parecer una guarnici¨®n elaborada para acompa?ar alg¨²n plato o comer como un aperitivo m¨¢s. Pero este lujoso snack, llamado 'Creme de la Creme Pommes Frites', cuesta 200 d¨®lares (169,40 euros) por raci¨®n. El mismo restaurante ya ofrec¨ªa otros dos productos a precios r¨¦cord: una hamburguesa por 250 euros y un helado por 850 euros.

"Estoy sin palabras, abrumado, euf¨®rico y emocionado. Es una de las experiencias m¨¢s surrealistas que he visto", ha contado a New York Post Frederick Schoen-Kiewert, jefe de cocina del establecimiento. Por su parte, el director creativo, Joe Calderone, ha indicado que pretend¨ªan "hacer todo el ruido posible" con esta asombrosa reapertura: "Pensamos que era el momento perfecto para hacer algo realmente divertido y demostrar que Nueva York ha vuelto".

Minuciosa elaboraci¨®n

Asimismo, Calderone ha descrito al Serendipity como "un lugar feliz". "La gente viene aqu¨ª para celebrar, a veces para escapar realmente de la realidad de la vida", ha manifestado en declaraciones a Reuters. Por ello, tratan de ofrecer a los clientes experiencias ¨²nicas, "con ingredientes que normalmente no presentamos todos los d¨ªas", como estas ostentosas patatas fritas, que requieren una minuciosa elaboraci¨®n.

En primer lugar, las patatas son escaldadas en champ¨¢n franc¨¦s. Despu¨¦s, se fr¨ªen dos veces en grasa pura de ganso, para que queden crujientes por fuera y esponjosas por dentro, y se sazonan con sal de trufa de Guerande. Por ¨²ltimo, se adornan con l¨¢minas de queso Pecorino Tartufello, unos toques de trufa negra que tambi¨¦n aportan aroma a al plato y espolvoreando una pizca de oro comestible de 23 quilates. Una vez terminadas, se sirven en un plato de cristal con una orqu¨ªdea, y se acompa?an con una salsa de queso Mornay, impregnada de trufas, un hongo de temporada. "La trufa es la estrella principal aqu¨ª", asegura Frederick Schoen-Kiewert.

Como muchos restaurantes alrededor del mundo, Serendipity permaneci¨® cerrado durante la pandemia de la COVID-19. Pero las Creme de la Creme Pommes Frites han contribuido a la exitosa reapertura del establecimiento, pues hay una lista de espera de ocho a diez semanas para probarlas. "Ha sido un a?o y medio duro para todos y ahora tenemos que divertirnos", insiste Calderone.