Masajes y m¨²sica cl¨¢sica: la terapia para mejorar el sabor de los melones japoneses
Durante un evento celebrado hace unos d¨ªas, los clientes pudieron acceder a la cosecha para seleccionar su ejemplar favorito a un precio de unos 33 euros por unidad.

Una de las frutas m¨¢s caras del mundo son los melones japoneses. Cultivarlos en el clima tropical y caluroso de Malasia es todo un reto, pero tres agricultores del pa¨ªs han trabajado en la elaboraci¨®n de este producto durante los ¨²ltimos 10 a?os.
Despu¨¦s de muchos experimentos, los trabajadores de esta granja en Putrajaya han podido comercializar sus preciados melones. Tal y como afirma Seh Cheng, director y cofundador de la empresa Mono Premium Melon, "cada ejemplar es casi una obra de arte".
Cuidados especialmente
Para mejorar su sabor, son cuidados con mucho mimo. As¨ª, en los invernaderos les dan masajes con un pa?o o un guante porque aseguran que mejoran su sabor. Otro de sus 'lujos' pasa por ponerles m¨²sica cl¨¢sica, ya que creen que estimula su crecimiento.
Lograron cultivar alrededor de 400 melones, de los que vendieron cerca de la mitad. Durante un evento celebrado hace unos d¨ªas, los clientes pudieron acceder a la cosecha para seleccionar su ejemplar favorito a un precio de unos 33 euros por unidad. El resto de frutas se vendieron por Internet.
Art¨ªculos de lujo
Desde el siglo pasado, los agricultores de Jap¨®n han estado perfeccionando el arte de cultivar estos melones, que son apreciados por su sabor y forma esf¨¦rica precisa, y se venden en tiendas de alta gama como art¨ªculos de lujo.
"Tenemos que asegurarnos de que la nutrici¨®n, el riego y el fertilizante se realicen de manera muy consistente y precisa", asegura Cheng. Despu¨¦s de traer las semillas de mel¨®n desde Jap¨®n, los agricultores malayos viajaron a granjas niponas para aprender los m¨¦todos de cultivo e intentar reproducirlos en Malasia. Tambi¨¦n utilizaron t¨¦cnicas de prueba y error para superar desaf¨ªos como determinar la composici¨®n ¨®ptima de la nutrici¨®n dada a las plantas de mel¨®n.