Los m¨¦dicos canadienses est¨¢n desconcertados y alarmados por un extra?o trastorno cerebral que est¨¢ afectando a la pen¨ªnsula de Acadia en el noreste de New Brunswick y la regi¨®n de Moncton en el sureste. La enfermedad, que afecta a todas las edades y sexos, puede provocar p¨¦rdida de memoria, alucinaciones o atrofia muscular.

La directora m¨¦dica de la regi¨®n, Jennifer Russell, indic¨® el pasado 18 de marzo en una conferencia que 43 personas sufren este s¨ªndrome neurol¨®gico progresivo de origen desconocido. Uno de los principales medios de Canad¨¢, CBC, filtr¨® un memorando interno enviado por Russell a la Sociedad M¨¦dica de Nuevo Brunswick y otras asociaciones m¨¦dicas en el que se revela que el primer caso fue diagnosticado en 2015. Tres a?os m¨¢s tarde, en 2018, se detectaron otros 11 casos, seguidos de otros 24 pacientes en 2020. En este 2021, se reportaron siete. En total, han muerto cinco personas.

S¨ªntomas y origen

Los s¨ªntomas de esta enfermedad son similares a los de la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob (ECJ) y sus variantes, incluida la encefalopat¨ªa espongiforme bovina, tambi¨¦n conocida como enfermedad de las vacas locas. Peses a estas similitudes, Rusell cree que ¡°lo m¨¢s probable es que se trate de una nueva enfermedad¡±. ¡°Tenemos mucho trabajo por delante para determinar la causa¡±, a?adi¨®.

Alier Marrero, neur¨®logo que dirige la investigaci¨®n de New Brunswick, detalla que los pacientes primero se quejan de dolores inexplicables, cambios de comportamiento y espasmos. Si bien estos primeros s¨ªntomas puede atribuirse a afecciones conocidas como ansiedad o depresi¨®n, pueden evolucionar entre los 18 y 36 meses. En esta ocasi¨®n, los pacientes pueden experimentar atrofia muscular, babeo, deterioro cognitivo, casta?eteo de dientes e incluso alucinaciones, como sentir insectos en la piel.

El experto explica que para incluir a los pacientes en el ¡°grupo¡± de New Brunswick, primero deben descartarse otras posibles afecciones. Por eso, se realizan pruebas de toxicolog¨ªa, im¨¢genes cerebrales y corporales, pruebas metab¨®licas, pruebas gen¨¦ticas, punciones lumbares con el fin de descartar todo, desde el lupus hasta los trastornos autoinmunes y la enfermedad de Lyme.

Despu¨¦s, se examina si los pacientes han estado expuestos a un factor de riesgo com¨²n. De hecho, que la enfermedad se concentre en dos ¨¢reas espec¨ªficas podr¨ªa sugerir algo. Seg¨²n los datos preliminares, la enfermedad no es gen¨¦tica y podr¨ªa contraerse a trav¨¦s del agua, los alimentos o el aire. Sin embargo, todav¨ªa queda mucho por saber. ¡°En este punto, tenemos m¨¢s preguntas que respuestas¡±, zanja Marrero, quien espera que lleve ¡°de unos meses a un a?o¡± conocer las respuestas que buscan.