CORONAVIRUS

La madre de la vacuna contra la COVID-19: ¡°En verano volveremos, probablemente, a la vida normal¡±

Rachel Wisniewski

La bioqu¨ªmica Katalin Karik¨®, descubridora de las vacunas con ARN mensajero, ha vaticinado que ¡°en verano se podr¨¢ volver a la vida normal¡±.

Katalin Karik¨®, la descubridora de las vacunas con ARN mensajero, se ha convertido en una de las cient¨ªficas m¨¢s influyentes del mundo. Pero su vida, recogida por El Pa¨ªs, es una historia de rechazos constantes que le impidieron desarrollar su trabajo en busca de mejorar la sanidad mundial.

Las vacunas contra el coronavirus desarrolladas por Pfizer/BioNTech y Moderna utilizan ARN mensajero para provocar que sean las propias c¨¦lulas del individuo las que creen una respuesta contra un agente externo que amenaza con penetrar en el organismo. Esta mol¨¦cula es la encargada de entrar en el n¨²cleo celular e interpretar las necesidades de nuestros cuerpos para poder adaptarse a ellas.

A pesar de que esta tecnolog¨ªa parece haber tenido ¨¦xito contra el coronavirus, Karik¨® recib¨ªa "rechazo tras rechazo" en la b¨²squeda de financiaci¨®n para poder desarrollar la idea. "Ahora todo el mundo lo entiende, pero antes se trataba de cambiar el ADN para corregir enfermedades hasta que se dieron cuenta que pod¨ªan provocarse mutaciones capaces de causar la muerte", ha explicado la bioqu¨ªmica.

Otros cient¨ªficos participantes

Las negativas fueron una constante para todos los investigadores que dirigieron sus trabajos en este sentido. El jefe de la Iniciativa de Medicinas Innovadoras, Pierre Meulien, ha indicado que, en 1993, el Instituto Nacional de la Salud de Francia no pudo completar el desarrollo de una terapia mediante ARN mensajero por falta de financiaci¨®n.

Por su parte, el cient¨ªfico de la Escuela de Medicina de la Universidad de Washington en San Luis, David Curiel, ha afirmado que su equipo de trabajo "fue el primero en desarrollar una vacuna de ARN, aunque a la empresa no le interes¨®".

Primeros ¨¦xitos

Con la llegada del nuevo siglo las tornas cambiaron para Karik¨®. Casualmente, se encontr¨® con Drew Weissman, una eminencia en el estudio del VIH, causante del sida. Este cient¨ªfico acept¨® a Karik¨® en su equipo para tratar de patentar una vacuna con ARN mensajero contra la enfermedad. Pronto, en 2005, encontraron que, simplemente cambiando una letra de la secuencia gen¨¦tica, se podr¨ªa frenar la inflamaci¨®n.

Sin embargo, los ¨¦xitos duraron poco tiempo, pues los trabajos de los dos cient¨ªficos fueron rechazados hasta que en 2010, la empresa Moderna compr¨® los derechos de parte de las patentes de ambos. A su vez, la empresa BioNTech adquiri¨® la otra parte de las patentes y, en 2013, incorpor¨® a su equipo de trabajo a la bioqu¨ªmica h¨²ngara, que hoy es la vicepresidenta de la compa?¨ªa. A d¨ªa de hoy, las vacunas de ambas farmac¨¦uticas han probado una eficiencia superior al 94%.

Vacuna contra el coronavirus

Karik¨®, aunque entiende las reticencias de la gente al vacunarse por tratarse de una tecnolog¨ªa nueva, ha asegurado que "si no fuera ilegal, se habr¨ªa vacunado en el laboratorio cuando se estaba patentando el ant¨ªdoto". De esta manera, ha demostrado su plena confianza ante un f¨¢rmaco cuya utilidad est¨¢ siendo cuestionada en la calle. "Estas vacunas nos van a sacar de la pandemia y, probablemente, en verano podamos volver a la vida normal", ha a?adido.

"El ARN es algo completamente natural que se hace a partir de nucle¨®tidos de plantas. No se utilizan ni bacterias ni nada desconocido. Los prototipos ya llevan m¨¢s de 10 a?os us¨¢ndose y son completamente seguros", ha indicado para orientar respecto a las dudas sobre el material utilizado para la vacuna.

Dudas de los competidores

Mientras gran parte de la comunidad cient¨ªfica reconoce los logros de Karik¨® y Weissman, hay otra parte que discute sus descubrimientos. Es el caso de Hans-Georg Rammensee, inmun¨®logo de la Universidad de Tubinga y cofundador de Curevac, otra de las empresas que se lanz¨® a la carrera por la vacuna. "Katalin Karik¨® no es la pionera, ser¨ªa rid¨ªculo considerarla como tal", valora el directivo de Curevac, empresa con la que la UE ha acordado 225 millones de dosis de la vacuna del coronavirus siempre que se demuestre su eficacia.