Zahara, la aldea gaditana de Ast¨¦rix y Ob¨¦lix
Nadie entra ni sale sin permiso de esta antigua fortaleza de C¨¢diz de 1.400 habitantes que no tiene ni un solo contagiado con coranavirus.
Viven como monjas de clausura a las que nadie puede visitar. Casi ni ver. Aislada de la realidad que les rodea, Zahara es como la ficticia aldea de Ast¨¦rix y Ob¨¦lix, la ¨²nica parte de la Galia no conquistada por las legiones romanas del emperador Julio C¨¦sar. Zahara (C¨¢diz) es uno de los pocos municipios de Espa?a que no tiene un solo contagiado de coronavirus. Sus 1.400 habitantes no son inmunes, est¨¢n aislados. Completamente aislados. Nadie entra ni sale del pueblo.
Zahara se resiste a ser conquistada por el coronavirus y para ello cuenta con sus propios mecanismos de defensa. La ¨²nica v¨ªa habilitada de acceso al pueblo (las otras cuatro est¨¢n cerradas) est¨¢ controlada por un Guardia Civil y un polic¨ªa local. Nadie puede entrar sin su consentimiento, quienes previamente consultan al alcalde si da permiso de entrada. Quien tiene salvoconducto, innegociablemente a de someter su coche a una desinfecci¨®n exhaustiva antes de circular por las calles. Si el alcalde, Santiago Galv¨¢n, acude a la puerta para recibir al visitante y darle el visto bueno lo hace con mascarilla y guantes y siempre guardando dos metros de distancia para evitar contacto. El pueblo se desinfecta a diario con una cuadrilla de hombres de la que ocho son voluntarios que aportan su propia maquinaria, principalmente tractores.
Su nombre oficial es Zahara, a secas, aunque se la conoce por Zahara de la Sierra para diferenciarla de la localidad costera Zahara de los Atunes. Est¨¢ ubicada en el centro del Parque natural Sierra de Grazalema. Est¨¢ a 500 metros de altitud y a 124 kil¨®metros de la capital de provincia, C¨¢diz. La media de edad de la poblaci¨®n es de 45 a?os, si bien un 22% de los habitantes supera los 65. Una treintena vive en la residencia del pueblo. Desde el 19 de marzo, nadie que no sea residente en Zahara puede entrar. S¨®lo se permite el acceso a veh¨ªculos de empresas proveedoras de alimentaci¨®n y farmacia, previo paso por el punto de desinfecci¨®n, donde dos vecinos protegidos con monos de pl¨¢stico y m¨¢scaras protectoras de las que utilizan para sulfatar las plantaciones roc¨ªan los veh¨ªculos con agua y lej¨ªa.
El alcalde sabe que estas molestias alteran las rutinas del pueblo, pero los vecinos las acatan con gusto porque todos se sienten seguros. En contraprestaci¨®n, los habitantes que sean aut¨®nomos no van a pagar luz, agua ni las tasas locales mientras persista el aislamiento. Para que la gente no salga a la calle, el ayuntamiento ha contratado a dos vecinas que se encargan de recibir los pedidos de compras de todos. Las ha facilitado un tel¨¦fono m¨®vil al que los zahare?os llaman y piden la lista de la compra. Tabaco y lej¨ªa son los productos m¨¢s demandados, adem¨¢s de la alimentaci¨®n.
Zahara, antigua fortaleza, adquiri¨® relevancia en la Edad Media al convertirse en un importante enclave musulm¨¢n conquistado por los cristianos en la conquista del Reino de Granada. Sus habitantes no beben ninguna poci¨®n m¨¢gica preparada por un druida que les haga m¨¢s fuertes e inmunes al coronavirus. Simplemente, le hacen caso al alcalde.