PSICOLOG?A

La petici車n de Vanessa Bryant en el primer aniversario del fallecimiento de su hija y su marido

La mujer de Kobe Bryant ha pedido respeto a los medios para ella, sus hijas, y las dem芍s familias del tr芍gico accidente del 26 de enero. "No queremos ver im芍genes del accidente".

KYLE GRILLOT

Vanessa Bryant, la mujer de Kobe Bryant, que perdi車 a su marido y a su hija en un accidente de helic車ptero el 26 de enero de 2020, lleva d赤as pidiendo a los medios de comunicaci車n que por favor no pongan im芍genes del accidente. Por respeto a ellas, a sus hijas, y al resto de familias que perdieron seres queridos.

"Quiero agradecer a todos los que han manejado la cobertura medi芍tica con respeto. Para todos los dem芍s, reconsideren su "noticia" y miren a trav谷s de los ojos de sus hijos, padres, c車nyuges, hermanos y familiares. Celebren sus vidas, no el d赤a en que las perdieron. En preparaci車n para el 1/26".

En su mensaje, adem芍s, hace una petici車n:

"Les pedimos que no publiquen im芍genes del accidente. No queremos verlo. Nuestro a?o ya ha sido suficientemente traum芍tico. Tienen cientos de im芍genes y v赤deos que pueden mostrar el d赤a 26. Esperemos sean respetuosos con nuestras p谷rdidas".

El duelo tras un fallecimiento tr芍gico es muy dif赤cil de manejar. Y si adem芍s se a?ade la presi車n medi芍tica, la exposici車n p迆blica, todo se complica. Tanto si la respuesta es triste, como si es alegre, como si se intenta sobrellevar, la situaci車n es verdaderamente compleja. Y el miedo adem芍s ahora a que la causa de la muerte se vea constantemente en los medios de comunicaci車n es algo complejo de asumir. No s車lo para los allegados. Es tambi谷n un debate para los profesionales de los medios.

Tras los atentados de las Torres Gemelas 2001 hubo un consenso para no mostrar fallecidos. Era el atentado sin muertos, al menos que se vieran. Un consenso de toda la prensa americana, e internacional. Algo que se vio a?os despu谷s en Espa?a, tras los atentados en Madrid del 11-M en 2004, una petici車n que, al igual que Bryant, realiz車 la presidenta de la Asociaci車n de V赤ctimas del 11M, Pilar Manj車n, quien perdi車 un hijo, "Recordarlos, no con im芍genes tr芍gicas de cad芍veres, sino cuando disfrutaban de la vida".

Apoyando la petici車n de Vanessa Bryant hay rostros conocidos como Zoe Saldana o Rachel Zoe. Lleva m芍s de 2 millones de "me gusta" en Instagram. Adem芍s, en este caso, ha vetado los comentarios.

Un polic赤a brit芍nico tom車 varias im芍genes de un accidente de tr芍fico en 2017. Fue despedido tras las quejas de sus compa?eros a los superiores. Pero, ?y si hubieran sido personajes conocidos los fallecidos y no an車nimos?

?Por qu谷 se hacen fotograf赤as a los accidentes y las personas fallecidas?

Lasana Harris, profesor de psicolog赤a experimental en el University College de Londres, ha investigado este comportamiento de varias personas en situaciones de emergencia. Tiene una teor赤a sobre por qu谷 las personas recurren a sus tel谷fonos en esos momentos: no es tanto por lo que pasa por sus mentes, sino por lo que no. "Vivimos en una cultura donde [fotografiar con los tel谷fonos] es lo que hace la gente; es un comportamiento normativo", asegura.

Harris cree que fotografiar a los muertos o heridos es, por lo tanto, "algo mec芍nico": la gente saca sus tel谷fonos de manera autom芍tica para grabar escenas "buenas, malas o indiferentes".Pero ?por qu谷?

"Si presionaras a la gente en busca de una respuesta, creo que dir赤an que estaban ayudando", afirma Harris. "Sabemos que si algo se hace p迆blico, tiene el poder de hacer cambiar opiniones, por lo que algunas personas pueden pensar que est芍n cumpliendo ese prop車sito".

El caso m芍s medi芍tico de Espa?a: la muerte de Paquirri en 1984

El 26 de septiembre de 1984, en una corrida de toros celebrada en Pozoblanco, C車rdoba, el toro romp赤a las venas il赤aca, safena y femoral de Francisco Rivera, Paquirri, causando la muerte al torero. Las im芍genes de los m谷dicos intentando salvar la vida a un Paquirri moribundo fueron difundidas por los medios. Isabel Pantoja, viuda del torero, inici車 un proceso judicial en el que solicitaba una indemnizaci車n millonaria.

La demanda se fundamentaba en la comercializaci車n sin autorizaci車n por parte de Prographic S.A. de las im芍genes y cintas de video de la mortal cogida, as赤 como su posterior tratamiento en la enfermer赤a. Se solicitaba la condena de cuarenta millones de pesetas en concepto de da?os y perjuicios.

El Juzgado de Primera Instancia n迆mero 14 de Madrid estim車 parcialmente la demanda y conden車 a la empresa demandada a que indemnizara a la artista con veinte millones de pesetas, as赤 como a dejar fuera del comercio las cintas.

En el a?o 1986 la empresa demandada plante車 recurso de casaci車n ante la Sala Primera del Tribunal Supremo que declar車 haber lugar al recurso. El Tribunal Supremo destac車 el car芍cter completamente profesional del contenido de las cintas. No obstante, Isabel Pantoja present車 otra demanda ante el Tribunal Constitucional en la que se solicitaba la nulidad de la resoluci車n judicial impugnada y se reconocieran los derechos a la intimidad y a la imagen.

El Tribunal Constitucional estableci車 que las escenas vividas dentro de la enfermer赤a no formaban parte del espect芍culo taurino, no pudiendo ser considerado tampoco un lugar p迆blico. El Tribunal Constitucional establece que la difusi車n de im芍genes y v赤deos captados en la enfermer赤a de la plaza de toros vulnera el derecho al honor, a la intimidad personal y familiar, reconocido en la Constituci車n.

Finalmente, el Tribunal Constitucional apunta que "el derecho a la intimidad personal y familiar se extiende tambi谷n a determinados aspectos de la vida de otras personas con las que se guarde una especial y estrecha vinculaci車n, como es la familiar..."

La resoluci車n del Constitucional concluye en que en ning迆n caso las im芍genes de la cogida mortal y de la enfermer赤a podr赤an haberse considerado como parte de la vida p迆blica del torero. Por todo ello, el fallo de la sentencia exige restablecer la resoluci車n que dict車 el Juzgado de Primera Instancia y la Audiencia: indemnizar a Isabel Pantoja y herederos con veinte millones de pesetas y dejar fuera del comercio las cintas, afirman desde Lafuente Abogados.