CONCURSO

Nuevo r¨¦cord del mundo de 'speed eating': 74 perritos calientes en 10 minutos

?sa es la marca que logr¨® Joey Chestnut en la competici¨®n m¨¢s famosa de esta disciplina que se celebra cada 4 de julio en Estados Unidos.

Steven Ferdman

Una realidad lejana, muy lejana, a nuestra dieta mediterr¨¢nea es la que acontece en EEUU. Cuna de la comida r¨¢pida y probablemente bien denominada basura, el pa¨ªs que vive en un show permanente es tambi¨¦n el origen de lo que algunos han denominado como deporte extremo: el speed eating. O lo que es lo mismo, comer ingentes cantidades de lo que sea en un tiempo determinado.

Sin entrar a valorar que comerse 74 perritos calientes en 10 minutos pueda considerarse siquiera un deporte, esta modalidad, por denominarla de alguna manera, sigue ganando adeptos en EEUU y est¨¢ plenamente asentada, como demuestra la existencia de programas como 'Man vs. Food' (en Espa?a, 'Cr¨®nicas Carn¨ªvoras') o el hecho de que exista la International Federation of Competitive Eating (MLE), cuyo ranking lidera Joey Chestnut.

Chestnut, en categor¨ªa masculina, que estableci¨® un nuevo r¨¦cord del mundo con esos 74 hot dogs, y Miki Sudo, que en categor¨ªa femenina logr¨® engullir la nada despreciable cifra de 37, se han coronado con el cintur¨®n que les acredita como vencedores del concurso m¨¢s famoso de la disciplina, que organiza una conocida cadena de comida r¨¢pida en Coney Island (Nueva York) cada 4 de julio, d¨ªa de la Independencia y oda al perrito caliente. Y todo, ante la atenta mirada de miles de espectadores que asisten perplejos en directo al espect¨¢culo, cortes¨ªa de la cadena deportiva ESPN.

Atr¨¢s quedan las buenas intenciones de los Obama, principalmente de Michelle, que en su ¨¦poca de primera dama se tom¨® muy en serio el fomento de los h¨¢bitos de vida saludables consciente de que aproximadamente el 40 por ciento de la poblaci¨®n de Estados Unidos sufre obesidad. Y da igual que se intente concienciar sobre lo disparatado de 'comer' de esa manera alimentos que distan mucho de ser saludables, la rueda crece y crece mientras lo ¨²nico que importa es el show business.

Tampoco nadie parece escandalizarse por la imagen que ofrecen los concursos de speed eating en relaci¨®n al desperdicio de comida. Puede que se d¨¦ por hecho que esos 74 perritos calientes solo pod¨ªan tener un ¨²nico destino: el est¨®mago de Joey Chestnut. Campe¨®n del sinsentido.