El éxito personal (y profesional) de CR7 beneficia al Real Madrid

Zidene Zidane explicaba al término de la goleada del Real Madrid ante el Sevilla que el peligro llegaba ahora, y daba la clave, la importancia de la moral de un 5-0 ante un rival que siempre pone las cosas difíciles: "es bueno para la moral porque todo el mundo piensa que el partido del miércoles será fácil. Yo no".

El estado mental de Cristiano Ronaldo

Nadie puede dudar que Ronaldo es un buen jugador, y como toda persona, su estado mental, cómo estar en casa, cómo estar en pareja, con la familia, influye en su trabajo, en su juego. Es una situación clásica que valoran todos los psicólogos, tener bien todos los ámbitos de la vida para que todo fluya, en este caso, trabajo, amor, familia, están en una sintonía perfecta.

El hecho de sumar su quinto balón de oro no ha hecho sino reforzar su trabajo, una trayectoria la de este curso que culmina con el evento de hace unos días donde no podía estar más relajado y feliz. Como si de una vez por todas estuviera relajado, a nivel personal, familiar y laboral.

El éxito de uno es el éxito de todos

Ya lo comentó Zidane, la goleada ante el Sevilla, la clasificación para la ronda de octavos de final, el éxito de Ronaldo, ha dado al equipo moral, especialmente para el Mundial de Clubes que se celebra esta semana.

Tal y como explica Norberto Arroyo García, "los objetivos indican qué se desea lograr cuando se finalice lo que se quiere alcanzar, es observable para el individuo mismo y para los demás. Debe diferenciarse entre una meta y un objetivo, pues, en ocasiones, se utilizan como sinónimos. El objetivo es la consolidación de un plan de acción o trabajo. Un objetivo es la sumatoria de metas, y éstas son los procesos que se deben seguir y terminar para llegar al objetivo. Cuando nos planteamos objetivos debemos delimitar qué metas queremos alcanzar para llegar al objetivo, así que vamos meta por meta hasta alcanzar el objetivo final (lo que queremos en la vida), esforzándonos y sintiéndonos orgullosos de las metas que hemos alcanzado".

En la misma línea tenemos "la sobreestimación del grupo sobre los demás", con la visión de superioridad que conlleva, que se puede plasmar en un síntoma fundamental como es la ilusión de invulnerabilidad, la creencia de que el grupo no puede fallar, fracasar, nada pasará si sigue unido.