Los surfistas profesionales tambi¨¦n reciben ataques de tibur¨®n. Que se lo digan a Mick Fanning, que recibi¨® uno en directo en la final de un campeonato en J-Bay. O a Michel Bourez, que acaba de vivir "una experiencia incre¨ªble" -en sus propias palabras- con el doble ataque de un tibur¨®n martillo. As¨ª lo relata en Instagram acompa?ando a un v¨ªdeo desde el bote que le 'rescat¨®':?

"Estaba yo realizando una traves¨ªa entre Tahit¨ª (Mahina) y Moorea (Vaiare) cuando un tibur¨®n martillo mordi¨® mi foil y rompi¨® el tail (cola), as¨ª que no pude seguir. Me sent¨¦ en la tabla y me puse a esperar que llegara el barco de mis amigos a recogerme.

Tras 2-3 minutos solo, not¨¦ que algo iba mal y cuando mir¨¦ a mi alrededor vi que el tibur¨®n volv¨ªa. El animal, de 3-4 metros, se dirigi¨® hacia m¨ª y puse mi foil entre los dos para protegerme. Volvi¨® a morder y cuando se pudo cerciorar de que no le val¨ªa como comida se alej¨®.

Al cabo de unos minutos lleg¨® el barco y me puso a salvo. Y a los 15 volv¨ªa a estar en el agua para acabar lo que hab¨ªa empezado.

?Me sent¨ª como si estuviera surfeando olas de 4 metros en Teahupoo! Sabemos el riesgo que hay de hacerse da?o o incluso morir, pero... el amor por este deporte es demasiado fuerte. Cada vez que practico foil mar adentro veo tiburones martillo a mi alrededor, as¨ª que s¨¦ el riesgo que supone desde que empec¨¦ a hacerlo. El oc¨¦ano es su mundo y yo lo respeto. Pero me debe un foil!"