Julio Jim¨¦nez brilla ajeno al duelo Anquetil-Poulidor
El Relojero de ?vila pas¨® los tres puertos de aquella 13? etapa del Tour de 1964 en cabeza. Fueron Perche, Puymorens y Envalira, siempre aumentando su ventaja.
La primera vez que el Tour de Francia visit¨® Andorra, en 1964, gan¨® Julio Jim¨¦nez, un ciclista de maduraci¨®n tard¨ªa, que no debut¨® en la Grande Boucle hasta los 29 a?os, aunque su irrupci¨®n fue sonada. El Relojero de ?vila pas¨® los tres puertos de aquella 13? etapa en cabeza, Perche, Puymorens y Envalira, siempre aumentando su ventaja. Cruz¨® la meta con 8:52 sobre el grupo perseguidor y 8:59 sobre un veterano Bahamontes, que se resist¨ªa a ceder su trono en el ciclismo espa?ol ante el empuje de un nuevo candidato a dominar las cumbres.
Bahamontes y Jim¨¦nez mantuvieron un pulso en la lucha por el Premio de la Monta?a, tan preciado por estas lides, que volvi¨® a conquistar el ?guila de Toledo. Fue su sexta y ¨²ltima victoria en la clasificaci¨®n, que acompa?¨® con la tercera plaza en el podio final, por detr¨¢s de Jacques Anquetil y Raymond Poulidor, que protagonizaron el duelo estelar. Fede regres¨® al Tour en 1965, pero abandon¨® para no volver jam¨¢s. Julio, sin embargo, enlaz¨® tres t¨ªtulos de mejor escalador y estuvo a punto de coronarse en Par¨ªs en 1967, pero cedi¨® ante Roger Pingeon en medio de la actuaci¨®n insolidaria de una parte del equipo de Espa?a.
El pelot¨®n del Tour descans¨® en el Principado despu¨¦s de aquella etapa. Anquetil, el l¨ªder, acept¨® la invitaci¨®n de Radio Andorra a una comilona donde circul¨® un buen cordero y sangr¨ªa. Siempre se se?al¨® aquel evento como el culpable de su crisis del d¨ªa despu¨¦s, aunque otras fuentes se?alan a su decaimiento por el mal augurio del mago Bellini, que predijo su muerte en aquella fecha.
La gran dificultad era Envalira, que volv¨ªa a subirse, ahora de salida. Bahamontes, receloso del triunfo de Jim¨¦nez, arranc¨® en sus rampas iniciales. Julio le sigui¨®. Poulidor se mantuvo a cierta distancia. En la cima, Anquetil perd¨ªa cuatro minutos. El Tour peligraba para el normando, que salv¨® la situaci¨®n con un descenso fren¨¦tico entre la niebla, animado por su fiel Louis Rostollan. Fede siempre ha sostenido que se ayud¨® por un coche. Al final no s¨®lo solvent¨® la papeleta, sino que le meti¨® 2:36 minutos en la meta de Toulouse a un desafortunado Pou Pou, que sufri¨® una aver¨ªa y una ca¨ªda.
Jim¨¦nez gan¨® otra etapa en aquel Tour de 1964, en el Puy de D?me, esta vez en duelo directo con Bahamontes, que entr¨® a 11 segundos¡ Aunque de aquel 12 de julio se recuerda m¨¢s una c¨¦lebre foto, la de Anquetil y Poulidor subiendo, literalmente, codo con codo. Una rivalidad eterna.