Este s¨¢bado 20 de marzo se celebra el primer Monumento de la temporada ciclista, la Mil¨¢n-San Remo, una cl¨¢sica, o la Classicissima como se le conoce, que muchos la catalogan como una de las carreras m¨¢s imprevisibles del calendario. Porque esta prueba creada en 1907, que vivir¨¢ su 112? edici¨®n, cuenta con elementos que la convierten en la prueba m¨¢s prestigiosa¡­ con el mayor abanico de favoritos de cada campa?a. A ello contribuye su fecha, a¨²n en el inicio de la temporada (salvo la pasada edici¨®n celebrada en agosto por la pandemia) y un recorrido largu¨ªsimo (siempre en torno a los 300 km) con unas cotas, en este 2021 como las m¨ªticas Cipressa y el Poggio, que decide si el ganador ser¨¢ un aventurero o un velocista.

El tipo perfecto de ciclista para ganarla es aquel corredor con gran punta de velocidad para medirse a los mejores esprinters, pero capaz de soportar el fuerte ritmo que se imprime en las ¨²ltimas subidas. Y en Espa?a tuvimos uno, el ¨²ltimo gran dominador de la carrera y el ¨²nico capaz de ganarla tres veces en el siglo XXI, el tricampe¨®n del mundo ?scar Freire (1976, Torrelavega, Cantabria), que atiende a AS para dar las claves de esta particular prueba y recordar c¨®mo fueron las tres victorias que forman parte de la historia dorada del ciclismo espa?ol. Tres gestas, que unidas a las dos de un pionero como Miguel Poblet (1957 y 1959), convierten a esta Mil¨¢n San-Remo en el Monumento m¨¢s espa?ol.

?Pero qu¨¦ ten¨ªa Freire para ser capaz de ganar tres veces en esta carrera? ?l mismo lo explica. ¡°La Mil¨¢n-San Remo era la carrera perfecta para m¨ª, la que mejor se adaptaba a mis caracter¨ªsticas. Una prueba que mucha gente la simplifica como que es para esprinters, pero es mucho m¨¢s. De una tensi¨®n tremenda por ir siempre bien colocado, y que sus 300 km desgastan mucho. Uno no se da cuenta, pero que cuando llega la hora de esprintar es cuando se nota todo el cansancio en las piernas¡±, cuenta Freire, cuya historia en La Primavera va mucho m¨¢s all¨¢ de sus tres triunfos. En sus 11 participaciones acab¨®¡­ ?10 veces en el top-10!

Su primera vez fue en el a?o 2000. Reci¨¦n proclamado campe¨®n del mundo en Verona, el Mapei italiano le ficha con un objetivo principal. ¡°Desde que llegu¨¦ al equipo, se hablaba mucho de San Remo, era una de las grandes metas de la temporada. Y yo, reci¨¦n llegado para eso y con el maillot arco¨ªris¡­ ?imaginen qu¨¦ presi¨®n! ?Si fuimos a reconocerla en helic¨®ptero! Y luego entren¨¢bamos en los ¨²ltimos 60 kil¨®metros. Para m¨ª todo era nuevo. No pude ganar, pero por lo menos me sub¨ª al podio¡±. Porque aquella edici¨®n del 2000 fue a parar al palmar¨¦s de otro hist¨®rico velocista, Erik Zabel, quien ser¨ªa protagonista absoluto la primera vez que Freire toc¨® la gloria.

Porque Zabel y Freire protagonizaron en 2004 una de las fotos m¨¢s legendarias de la centenaria carrera. El poderoso espr¨ªnter alem¨¢n alzado, con los brazos en cruz celebrando una victoria¡­ que Freire, acoplado en pleno esfuerzo y ya con el maillot del Rabobank, le arrebat¨® en el ¨²ltimo golpe de pedal. ¡°Recuerdo todo aquello como una locura, yo cre¨ªa que pod¨ªa haber ganado pero en ese momento, con toda la tensi¨®n acumulada¡­ Si le venc¨ª por 14 o 15 cm, creo recordar. Uno de los mayores errores en la carrera de Zabel. Lo hemos comentado a?os despu¨¦s, coincidimos en el Katusha, ¨¦l como t¨¦cnico de los velocistas y yo como corredor¡±, cuenta el c¨¢ntabro.

Para entonces, ?scar ya hab¨ªa logrado dos top-10 m¨¢s (5? en 2002 y 7? en 2003) y dos m¨¢s consigui¨® (5? en 2005 y 6? en 2006) antes de que llegara su segunda victoria. En aquella edici¨®n de 2007, Freire logr¨® un triunfo espectacular, en un esprint en el que se va abriendo hasta adelantar a todos y ganar su segunda Classicissima. ¡°Me hizo much¨ªsima ilusi¨®n. Siempre lo hac¨ªa bien en Tirreno (gan¨® en su trayectoria 11 etapas), pero aquel a?o me resfri¨¦, me encontraba enfermo y no andaba bien. En el equipo ve¨ªan que no iba a llegar fino, pero segu¨ªa teniendo la responsabilidad. Yo tambi¨¦n ten¨ªa mis dudas. Pero aquel d¨ªa todo fue bien y recuerdo aquello con mucho cari?o¡±.

¡°La clave est¨¢ en no despistarse en ning¨²n momento. En la televisi¨®n parece que es una carrera que vamos de paseo m¨¢s de 200 km, pero la gente no se puede imaginar la tensi¨®n que hay desde el kil¨®metro 0. Y luego, en la aproximaci¨®n a la meta, cada posici¨®n es una pelea, codazos¡­ Eso s¨ª se ve por la tele, lo que no se escuchan son los gritos. Pero es que un descuido lo tira todo por tierra. Recuerdo la pen¨²ltima edici¨®n que corr¨ª, en 2011. Iba en Le Maine el cuarto o el quinto del pelot¨®n y, en una curva en el descenso, se me fue un poco la rueda, me ca¨ª, el coche no estaba cerca, me mont¨¦ y la cadena no entraba¡­ Llegu¨¦ abajo con un minuto perdido y sin opciones¡±.

Todo lo contrario de lo que hab¨ªa vivido el a?o anterior, en 2010, cuando logr¨® su tercera victoria. Un esprint majestuoso, en el que gan¨® con una autoridad aplastante. ¡°?Mi mejor esprint? No lo creo, en 2002, en la edici¨®n que gan¨® Cipollini y yo fui quinto, ah¨ª s¨ª que hice una gran llegada pero, claro, iba tan mal colocado... Por eso incido tanto en la tensi¨®n y en la pelea. Porque en 2010, creo que era Petacchi y el Milram se preocuparon por Tom Boonen, y ah¨ª andaban los dos peleados. Mientras tanto, a m¨ª me dejaron tranquilo para que me colocara bien. Es una de las mejores victorias de mi carrera, pero no mi mejor esprint¡±.

¡°Yo no vengo de una familia de gran tradici¨®n ciclista y hasta que no fui a la Mil¨¢n-San Remo, no descubr¨ª de verdad la figura de Miguel Poblet. Y tuve la suerte de conocerle. Recuerdo que hablamos de ciclismo, de c¨®mo era la carrera en sus tiempos, en los m¨ªos¡­ aunque se me qued¨® grabada la conversaci¨®n de su mujer con la m¨ªa, los consejos que le dio para llevar la vida casada con un ciclista. Pero s¨ª, recuerdo c¨®mo todo el mundo me hablaba y me comparaba con ¨¦l¡±. Y es que hasta la llegada de Freire, Poblet (fallecido en 2013 a los 85 a?os) fue la 'rara avis' del ciclismo espa?ol. Un corredor ganador como pocos, que en 1957 conquist¨® en la Mil¨¢n-San Remo, el primer Monumento para Espa?a, tras ser el m¨¢s r¨¢pido de los cinco elegidos (De Bruyne y Robinson completaron el podio). Al a?o siguiente fue segundo, tras el gran Rick van Looy, y en 1959 repiti¨® triunfo por delante de Van Steenbergen.

Unas victorias que en la afici¨®n espa?ola de la ¨¦poca, para la que los h¨¦roes eran los grandes escaladores, no tuvo la repercusi¨®n que hubiera tenido en otro pa¨ªs. Algo que Freire tambi¨¦n sinti¨® a?os despu¨¦s. ¡°Me alegro de que ahora las cl¨¢sicas se sigan m¨¢s, todas son televisadas en Espa?a¡­ aunque me molesta un poco no poder haber vivido eso. En mi ¨¦poca la gente en Espa?a no pod¨ªa ver algunas de aquellas cl¨¢sicas. Pongo un ejemplo. La Flecha Braban?ona, que soy el ¨²nico que la ha ganado tres veces consecutivas. Cuando yo era ciclista¡­ ?ni la conoc¨ªa! A Espa?a no hab¨ªa llegado esa carrera nunca. Y no ser¨ªa porque no tuviera un buen palmar¨¦s: Merckx, De Vlaeminck ¡­¡±.

Nombres que tambi¨¦n aparecen en el palmar¨¦s de la Mil¨¢n San Remo, premio que ambicionaron los grandes ciclistas de la ¨¦poca, aunque hubo uno por encima de todos: Eddy Merckx. El Can¨ªbal la conquist¨® en siete ocasiones, la primera en 1966 con 20 a?os, cuando a¨²n no llevaba ni un a?o como profesional. Fue una carrera que le acompa?¨® en toda su laureada trayectoria. Su primer Monumento y tambi¨¦n el ¨²ltimo, en 1976.

Sin embargo, la Primavera siempre ha sido la carrera de un d¨ªa m¨¢s preciada por el ciclismo italiano, que la ha conquistado en 51 ocasiones, con h¨¦roes como Constante Girardengo, vencedor en seis entre 1918 y 1928, Gino Bartali (con cuatro entre 1939 y 1950) o Fausto Coppi, con tres (1946, 1948 y 1949). Binda, Gimondi, Moser, Chiapucci, Bugno, Fondriest, Cipollini, Bettini o Nibali, ¨²ltimo italiano en conquistarla en 2018, han defendido el honor transalpino ante las grandes figuras extranjeras. Francia ha logrado 14 triunfos (de Pellisier a Jalabert o Alaphilippe) o los siete alemanes (cuatro de ellos de Zabel).

Freire reflexiona: ¡°Porque al final, el ciclismo va por generaciones. Cada pa¨ªs ha tenido sus momentos buenos, como el que tuvimos en Espa?a no hace mucho, con ciclistas que ganaban grandes, Monumentos, Mundiales¡­ Y tambi¨¦n el pelot¨®n ha vivido ¨¦pocas de m¨¢s nivel y de menos. Yo me enfrent¨¦ a Cipollini y a Sagan, a Zabel y a Boonen, pero s¨ª me daba la impresi¨®n de que en las cl¨¢sicas hab¨ªa m¨¢s nivel cuando empec¨¦ que cuando lo dej¨¦¡±.

¡°Ahora parece que esta nueva generaci¨®n es tremenda. En mi ¨¦poca, cuando empec¨¦ a correr, los jefes del pelot¨®n eran veteranos, y ahora existe esta hornada de ciclistas muy j¨®venes que son capaces de hacer lo que estamos viendo. Parece que eso est¨¢ llevando a un ciclismo m¨¢s espectacular. Y espero que Espa?a pueda volver a sacar el talento que ha tenido. Y cuenta con corredores buenos, pero claro, es que lo que hab¨ªa era inmenso¡­¡±, analiza un Freire que es consciente de que quiz¨¢ sus triunfos no fueron valorados en su justa medida, pero su palmar¨¦s y sus actuaciones lo colocan en el Olimpo del ciclismo¡­ y de esta Mil¨¢n-San Remo. Porque hubo, no una, sino tres veces, que la Primavera fue de ?scar Freire.