Campanada de Stuyven

Jasper Stuyven tiene fama de segund¨®n. Ha competido a la sombra de compatriotas belgas de mejor palmar¨¦s, como Philippe Gilbert o Greg van Avermaet; contra rivales generacionales como Julian Alaphilippe, Peter Sagan o Michal Kwiatkowski; gente m¨¢s experimentada, como Alejandro Valverde o Vincenzo Nibali; y ahora sufre la irrupci¨®n de Mathieu van der Poel y Wout van Aert, al igual que el resto de clasic¨®manos. Pero Stuyven, a los 28 a?os, conquist¨® su primer monumento, la San Remo, con inteligencia y potencia.

El flamenco se lanz¨® a tumba abierta tras el descenso del Poggio, se aprovech¨® de la presencia y los relevos de Kragh Andersen, que salt¨® a su rueda, y calcul¨® con temple para rematar en la misma l¨ªnea de meta por delante de Caleb Ewan, segundo, y Van Aert, tercero. Una jugada perfecta de Stuyven. El guipuzcoano Alex Aranburu termin¨® s¨¦ptimo, codo a codo con los grandes favoritos. El corredor del Astana, de 25 a?os, concluy¨® en la misma posici¨®n en la edici¨®n de 2020, y se postula para disputar este tipo de pruebas de un d¨ªa en el futuro. Sube bien y cuenta con una considerable pegada¡­ que debe pulir para aspirar a piezas de caza importantes.

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Mathieu van der Poel dijo en la previa que los primeros 200 kil¨®metros de la Mil¨¢n-San Remo le parecen ¡°muy aburridos¡± y se trata de ¡°no quedarse dormido¡±. Para bastantes ciclistas del pelot¨®n, en cambio, resultan ¡°claves¡±. Vincenzo Nibali, ganador en 2018, considera que ¡°hay que guardar energ¨ªas y disponer siempre de la mejor colocaci¨®n¡±. ?scar Freire, vencedor en tres ediciones (2004, 2007 y 2010), directamente los equipara al desenlace: ¡°Se vive mucha tensi¨®n para permanecer atento en todo momento, son tan importantes como el final¡±. En cualquier caso, VdP no despert¨® hasta el Poggio, cuando sali¨® al ataque de Julian Alaphilippe. Van Aert quem¨® a sus compa?eros para controlar en La Cipressa. La vigilancia entre los tres tenores, como les ha bautizado la prensa italiana, bloque¨® la carrera casi hasta la V¨ªa Roma.

En el reducido grupito que se form¨® en el Poggio resistieron velocistas puros como Ewan y Matthews, lo que provoc¨® que no interesara una resoluci¨®n al esprint. Y entre la vigilancia de unos y el miedo a la volata con otros, Stuyven se benefici¨® con valent¨ªa y ¨¦xito. La Classicissima justifica sus disparos al poste, aunque en su curr¨ªculum figuran la Kuurne, el Omloop Het Nieuwsblad o una etapa en la Vuelta. ¡°Consegu¨ª el mayor triunfo de mi vida¡±, resumi¨® emocionado.