El Tour mantiene la fe

El Tour de Francia mantiene la fe en poder organizarse como estaba previsto entre el 27 de junio y el 19 de julio pr¨®ximos y, aunque mirando de reojo la evoluci¨®n del COVID-19, sus equipos siguen trabajando para que as¨ª sea. A diferencia de otros grandes eventos, como los Juegos Ol¨ªmpicos o la Eurocopa, aplazados a 2021 por el coronavirus, los organizadores del Tour aseguran que lo esencial de su trabajo "est¨¢ hecho", indican a Efe fuentes internas, que precisan que "todo depende ahora de cu¨¢nto va a durar el confinamiento".

A tres meses del inicio previsto, el recorrido est¨¢ trazado y la log¨ªstica lista para el toque definitivo, que se da en el ¨²ltimo minuto. "Si la situaci¨®n sanitaria vuelve a la normalidad a mediados de mayo, hay tiempo para organizarlo", explica una fuente. Oficialmente, la carrera guarda silencio desde hace dos semanas. Con la temporada totalmente paralizada, sin cl¨¢sicas ni pruebas previas, sin el Giro de Italia en el horizonte, el Tour prefiere la discreci¨®n en un momento en el que todas las miradas se vuelven hacia la ronda gala.

Las palabras de su director, Christian Prudhomme, durante la pasada Par¨ªs-Niza, cuando asegur¨® que solo las dos Guerras Mundiales detuvieron al Tour, fueron interpretadas como prepotentes. Su entorno se?ala, sin embargo, que su intenci¨®n era la contraria, la de advertir de que si la pandemia se convert¨ªa en un evento muy grave y duradero, el Tour tendr¨ªa que dar un paso atr¨¢s, como hizo en esos dos conflictos en 1914-1918 y 1939-1945.

Desde aquellas palabras de Prudhomme, el mutismo ha dejado paso a un trabajo discreto y a un seguimiento de la situaci¨®n dentro de la organizaci¨®n. Francia est¨¢ confinada desde el pasado d¨ªa 17 y el personal del Tour trabaja desde sus casas. Pero no han dejado de hacerlo. La organizaci¨®n est¨¢ en marcha y tambi¨¦n se trabaja en el dise?o de escenarios paralelos en caso de que la situaci¨®n impida que la prueba se desarrolle con normalidad.

Se barajan opciones para reducir el volumen de la que es la carrera ciclista m¨¢s importante del mundo, como restringir el acceso a los espectadores en la salida y la meta o acabar con la caravana publicitaria. En cuanto al p¨²blico, los organizadores del Tour ya testaron algunas f¨®rmulas para limitarlo durante la pasada Par¨ªs-Niza, que tambi¨¦n es de su propiedad. En el Tour todo eso ser¨ªa m¨¢s complejo, se?alan fuentes internas, pero no imposible. Lo que gusta menos es una carrera sin espectadores en las cunetas porque "no va con la naturaleza del Tour".

En cuanto a la caravana, tambi¨¦n supondr¨ªa un importante golpe, ya que en 2020 debe cumplir 90 a?os y se ha convertido en uno de los elementos m¨¢s caracter¨ªsticos de la prueba. Las reuniones con los alcaldes de los pueblos que son salida y meta del Tour para dar los ¨²ltimos detalles, t¨ªpicas del mes de marzo, s¨ª est¨¢n paralizadas. Pero nada que no pueda recuperarse en caso de que finalmente se siga adelante con la carrera. El contacto con ellos es permanente y en algunos casos reciben muestras de apoyo, mientras que otros prefieren que se suspenda: "Entienden que el Tour debe ser una fiesta y no quieren que pase en una edici¨®n sin p¨²blico", afirman las fuentes.

Pero su opini¨®n puede cambiar si la situaci¨®n mejora, como esperan los organizadores, durante el mes de mayo. Entonces, el Tour puede emerger como "un elemento de esperanza" porque significar¨ªa que la crisis se ha superado. "Si hay Tour, ser¨¢ un signo de que se ha vuelto a la normalidad. Puede que no sea como otros a?os, pero el mensaje al p¨²blico ser¨¢ muy fuerte", subrayan las fuentes.

La ronda gala ya se celebr¨® en circunstancias excepcionales en otras ocasiones y sirvi¨® de revulsivo para la naci¨®n y para el mundo. En 1919, transcurri¨® en un pa¨ªs asolado por cuatro a?os de intensa guerra. Pero, de entre las cenizas, la carrera supo sacar arrestos para seguir construyendo su leyenda. Y de la imaginaci¨®n de sus dirigentes emergi¨® el maillot amarillo, del que el a?o pasado se cumpli¨® un siglo.