Manzaneque despert¨® a las bellas durmientes
Un ataque del manchego hizo reaccionar a Anquetil en la s¨¦ptima jornada de 1961. Lleg¨® a ser l¨ªder virtual y se puso segundo en la general, adem¨¢s de ganarse el Premio de la Combatividad.
El Tour de Francia ya celebr¨® una etapa con salida en Belfort y meta en Chalon Sa?ne. Fue en la s¨¦ptima jornada de 1961, en un recorrido que, como hoy, super¨® los 200 kil¨®metros, y se impregn¨® de un inesperado protagonismo espa?ol en la figura de Fernando Manzaneque, natural de Campo de Criptana, el mismo pueblo de Sara Montiel.
En el kil¨®metro 48 se produjo una serie de ataques que acabar¨ªa formando un grupo de 15 unidades. Manzaneque fue de los ¨²ltimos que se subi¨® al vag¨®n. Entre los aventureros hab¨ªa tres franceses, Groussard, Stablinski y Cazala, que no relevaron por lealtad al l¨ªder, Jacques Anquetil. El espa?ol s¨ª tir¨®, y mucho, aunque viendo la actitud de los tricolores, no siempre lo hizo a tope. Aquellos titubeos le privaron, quiz¨¢, de haberse enfundado el maillot amarillo.
Las alarmas sonaron para Anquetil en el avituallamiento de Auxonne, en el km 158, cuando los cron¨®metros marcaron 13:36 minutos a favor de la fuga. Manzaneque, que hab¨ªa partido a 11:09, era el l¨ªder virtual. Anquetil tuvo que tirar en primera persona, junto a otros compa?eros, para neutralizar parte de esa desventaja, que qued¨® en 6:33. El manchego, eso s¨ª, ascendi¨® a la segunda plaza de general, a 4:37. Adem¨¢s recibi¨® el Premio de la Combatividad, que ten¨ªa una aportaci¨®n de 10.000 pesetas.
Los peri¨®dicos espa?oles calificaron aquel salto como "gran haza?a". Y dentro del propio Tour tambi¨¦n fue muy celebrado, porque se esperaban, como finalmente ocurri¨®, que la edici¨®n pudiera convertirse en un paseo del gran Jacques. "Manzaneque ha salvado el Tour, ha despertado a las bellas durmientes", dijo en la meta uno de sus dirigentes, Jean Garnault.
Manzaneque volver¨ªa a ser l¨ªder virtual del Tour en otra ocasi¨®n m¨¢s sonada. En 1967 fue lanzado por delante para servir de puente a Julio Jim¨¦nez, que aspiraba al triunfo final. Cuando el seleccionador Jos¨¦ Serra le pidi¨® que esperara, el manchego respondi¨®: "Leches".