De Madrid al cielo¡y de ah¨ª al infierno
La caravana ha cruzado la sierra madrile?a para adentrarse en Castilla-Le¨®n, tierra de historia, monumentos¡y arenales que rompen al ciclista.

El dicho ¡®De Madrid al cielo¡¯ viene que ni pintado para narrar los primeros kil¨®metros de la segunda etapa de la GAES Pilgrim Race. Desde la bella localidad serrana de Cercedilla la caravana ha iniciado el ascenso hacia el puerto de La Fuenfr¨ªa, situado a casi 1.800 metros de altura. Una subida tendida, pero larga, aunque amenizada por unos paisajes de postal. Al coronar, un cartel nos avisa de lo que nos queda por delante: Santiago 599 kil¨®metros. ?Casi nada!
El esfuerzo del ascenso se recupera en la bonita bajada hacia Segovia, cuya Catedral y el Alc¨¢zar han servido como primera entrega de la ruta monumental. Desde Segovia hasta Olmedo casi en cada pueblo te encuentras con una bonita iglesia rom¨¢nica, una muralla o un castillo. Menci¨®n especial para el de Coca, majestuoso. Siempre que paso por all¨ª me digo lo mismo: si estuviera en Francia o en Italia, tendr¨ªan montado un parque tem¨¢tico a su alrededor. Y aqu¨ª en Espa?a casi no lo conoce nadie.
A pesar de que el Camino de Santiago est¨¢ cada a?o mejor se?alizado, al pasar Segovia, un amplio grupo de unos veinte participantes nos hemos metido una perdida de cinco kil¨®metros por no estar atentos a las flechas que marcan el recorrido. Un bonito preludio de la que se nos ven¨ªa encima. Porque cuando te adentras por esas tierras llegan los temidos arenales, kil¨®metros y kil¨®metros con un piso similar al de una playa en el que las bicicletas se clavan y el que las conduce se desespera. Si a ello sumamos temperaturas de hasta 39 grados, la etapa reina (en kilometraje) se ha hecho muy larga. 121 kil¨®metros (126 con la propina) que no terminaban nunca. De Madrid al cielo¡y de ah¨ª al infierno. ?Ancha es castilla y blanda su arena!
Olmedo nos ha recibido con una monumental tormenta que agradeceremos ma?ana al encontrar el piso menos seco y polvoriento, en la tercera etapa que nos llevar¨¢ hasta Medina de Rioseco, otros 100 kilometrazos para no dar tregua a las piernas y ¡®culetes¡¯ ya un poco castigados.