Las bicicletas no son para el verano...
Las altas temperaturas, con el term¨®metro por los 40 grados, han protagonizado la primera etapa de la prueba peregrina entre Madrid y Cercedilla.

Querido Fernando Fern¨¢n G¨®mez, que en paz descanses, siento tener que llevarte la contraria. Hoy hemos comprobado que las bicicletas no son para el verano. Y no unos pocos. Centenar y medio de participantes de la GAES Pilgrim Race damos fe de que lo que toca en verano es ba?arse en el mar o en la piscina. Montar en bici es una animalada¡sobre todo en plena ola de calor.
Me dec¨ªa poco antes de partir el gran I?aki de Miguel (grande en tama?o, pero a¨²n m¨¢s grande como persona) que el taxista que le llev¨® a la salida le dijo que est¨¢bamos a 31 grados en Madrid a las 8,30 de la ma?ana. Pero ni esas noticias pod¨ªan con la ilusi¨®n de la caravana que ha iniciado su peregrinaci¨®n deportiva a Santiago. En el tramo neutralizado por el centro de la capital todo eran sonrisas y alegr¨ªa¡antes de que el horno microondas comenzase a funcionar.
Y es que desde los primeros compases por tierra rumbo a Colmenar Viejo ¡°Lorenzo¡± ha comenzado a apretar de lo lindo, haciendo mella en las piernas, los pulmones y los cocos del pelot¨®n que, seg¨²n el mercurio, ha sufrido en m¨¢s de un momento temperaturas superiores a los 40 grados. Por suerte, al llegar a la sierra ha comenzado a soplar un vientecillo algo m¨¢s fresco que ha permitido que m¨¢s de uno (el que suscribe el primero) no feneciera en el intento.
Y eso que hoy ¡®s¨®lo¡¯ eran 63,5 kil¨®metros, aunque siempre tirando ¡°parriba¡±, que duelen m¨¢s. Ma?ana nos espera una buena, cruzando la sierra madrile?a desde Cercedilla hacia Olmedo. 121,2 kil¨®metros con los arenales de Castilla, tan complicados como los del desierto de Marruecos para las bicicletas, que se clavan una y otra vez al hundirse, poniendo la guinda. Eso s¨ª, en una jornada en la que se esperan temperaturas menos elevadas, e incluso se anuncian tormentas para las primeras horas de la tarde. ?Agua bendita!