¡°La miro y me veo en ella, en cada gesto: as¨ª escalaba yo¡±
As visit¨® con ¡®El ?guila de Toledo¡¯ el taller donde se crea su escultura que se situar¨¢ en El Miradero de Toledo, a la sombra de la antigua muralla.
En El Miradero de Toledo, desde donde se ve la vega del Tajo y los arrabales, a la sombra de la antigua muralla, cerca de la emblem¨¢tica Plaza de Zocodover, lugar de recreo y paseo de toledanos y de los miles de visitantes de la localidad castellana. Y, c¨®mo no, en subida, haciendo honor al don de El ?guila de Toledo, para muchos el mejor escalador de todos los tiempos. Ah¨ª se ubicar¨¢ la escultura a la que el artista Javier Molina (Valencia, 1968) lleva un a?o d¨¢ndole vida y con la que la Fundaci¨®n Soliss y el Ayuntamiento de la ciudad homenajear¨¢n a Federico Mart¨ªn Bahamontes (Toledo, 1928).
¡°La miro y me veo en ella, en cada gesto, desde el primer d¨ªa, desde que presentaron la maqueta: as¨ª escalaba yo¡±. Bahamontes est¨¢ encantado con su escultura. Con ella y con la iniciativa de la Fundaci¨®n Soliss. S¨®lo se ha perdido una etapa del proceso, la de su elecci¨®n como personaje al que rendir tributo en la II edici¨®n del Premio Bienal de Escultura Julio Pascual, dotado con 60.000 euros. ¡°Lo que se pretende es saldar deudas hist¨®ricas con ilustres toledanos y embellecer y enriquecer el patrimonio de la ciudad¡±, apunta Eduardo S¨¢nchez Butrague?o, director de la Fundaci¨®n Soliss, quien ha compartido con su admirado vecino cada uno de los pasos.
La opini¨®n de Bahamontes se ha escuchado con la atenci¨®n de un gregario al jefe de filas. Desde la elecci¨®n del proyecto de Javier Molina, selecci?onado entre otros once candidatos, hasta el emplazamiento donde la escultura de bronce ver¨¢ pasar las primaveras a partir del mes de mayo. Todo tiene su simbolismo, su historia, su recuerdo. Todo tiene un porqu¨¦. Ni la elecci¨®n de El Miradero es casual: ¡°Por all¨ª pas¨® la comitiva y miles de personas salieron a las calles para felicitarle cuando gan¨® el Tour de Francia en 1959¡±, recalca Eduardo S¨¢nchez.
Javier Molina acert¨® de pleno con su proyecto. ¡°Las bases daban libertad a la creatividad. A partir de ah¨ª, entend¨ª que la escultura ten¨ªa que captar, primero y fundamental, la actitud del Bahamontes escalador, su leyenda y su fuerza, as¨ª que pens¨¦ en ¨¦l encima de la bici y escalando¡±, explica el escultor. La tercera premisa que se autoimpuso, que estuviera representado su apodo. ?C¨®mo? Con el escudo del ¨¢guila imperial de Toledo troquelado en la base de la rampa, ¡°reflej¨¢ndose su sombra en el suelo durante las horas de sol¡±.
En noviembre de 2016 comenz¨® a gestar Javier Molina su obra, que el pr¨®ximo 6 de mayo se presentar¨¢ en sociedad. ¡°Todo empez¨® con una bicicleta hecha con un alambre¡±. A partir de ah¨ª, un sinf¨ªn de detalles y experiencias personales de Javier (y tambi¨¦n de su hermano Miguel) tras cada uno de los trozos de barro gres que dan cuerpo a la escultura, y de la que saldr¨¢ el molde que se fundir¨¢ en bronce durante los dos pr¨®ximos meses en Arganda del Rey (Madrid). Atr¨¢s quedar¨¢n m¨¢s de doce meses en los que trabaj¨® ¡°cada d¨ªa solo con luz natural para as¨ª dibujar mejor las sombras que la escultura tendr¨¢ en la calle¡±.
El artista valenciano, para documentarse, convivi¨® dos d¨ªas con el primer espa?ol campe¨®n del Tour de Francia en su domicilio de Toledo. Repas¨® sus ¨¢lbumes de fotos, sus v¨ªdeos, fotografi¨® cada detalle de la bicicleta con la que gan¨® la carrera gala, sus platos del 46 y del 51, su sill¨ªn. Se llev¨® a su taller, inundado de im¨¢genes del toledano, las zapatillas con las que corr¨ªa. Le tom¨® las medidas de su cr¨¢neo y de las manos para sacar la proporci¨®n (la figura mide 190 cent¨ªmetros). Repas¨® los maillots de la ¨¦poca, e inclusive contrat¨® a dos modelos de rasgos similares a los que ten¨ªa Bahamontes hace 49 a?os. Todo, para plasmar la tensi¨®n y potencia de brazos y piernas de El ?guila de Toledo.