Gilles Bauvin, el franc¨¦s que perdi¨® el Tour de Walkowiak
Logr¨® en Bayona (Francia) su segunda victoria consecutiva en la Vuelta de 1955. Era la primera incursi¨®n en una meta extranjera y venci¨® un franc¨¦s.
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¡°No creo que gane todas las etapas, dejar¨¦ alguna a los rivales¡±, brome¨® Gilbert Bauvin tras lograr en Bayona (Francia) su segunda victoria consecutiva en la Vuelta a Espa?a de 1955. Era la primera incursi¨®n en una meta extranjera y venci¨® un franc¨¦s. Bahamontes y Loro?o fueron quienes m¨¢s empe?o pusieron en evitarlo, con un ataque temprano en Jaizkibel, pero Bauvin y Bergaud neutralizaron la tentativa al paso de la frontera.
Bauvin, efectivamente, dej¨® ¡°alguna¡± etapa para otros. No gan¨® m¨¢s. En la tercera jornada se hundi¨® y cedi¨® el maillot a Loro?o, que s¨®lo lo mantuvo dos d¨ªas, porque Espa?a se enzarz¨® en una de sus m¨²ltiples luchas cainitas de la ¨¦poca. Mientras rivalizaban entre ellos, Francia recuper¨® la prenda con Geminiani y, definitivamente, con Dotto.
Bauvin es m¨¢s recordado por lo que pas¨® un a?o despu¨¦s en el Tour de Francia, cuando acab¨® segundo, a 1:27 de Walkowiak. Bauvin, que el pasado 4 de agosto cumpli¨® 90 a?os, siempre habla bien del sorprendente vencedor: ¡°Mereci¨® ganar, pese a lo escrito. Nadie cre¨ªa en ¨¦l, excepto yo. A mis compa?eros les dije en los Pirineos que era el principal rival, y se echaron a re¨ªr. Yo no perd¨ª por Walko, sino por ellos. En la etapa de Toulouse choqu¨¦ contra un poste, mi bicicleta se dobl¨® en dos. Nadie me ayud¨®. Al rev¨¦s, tiraron por delante para Darrigade. Ced¨ª m¨¢s de tres minutos. Aquello fue la clave¡±.