Ciclismo | Tour de Francia 2011 | 20? etapa
Y Evans no perdon¨®
Andy fue devorado en la crono final. Contador acabar¨¢ quinto
El Tour de Francia m¨¢s emocionante de los ¨²ltimos a?os lo ganar¨¢ el ciclista m¨¢s gris (perla) de los ¨²ltimos tiempos. Qu¨¦ paradoja. El australiano Cadel Evans, un corredor de 34 a?os que parec¨ªa haber tocado techo (dos veces segundo en Par¨ªs), estren¨® ayer el maillot amarillo y hoy celebrar¨¢ su merecida victoria en los Campos El¨ªseos. Desde aqu¨ª hacemos votos para que no le pongan el himno luxemburgu¨¦s.
Si lo piensan, no es tan despiadada esta carrera. El Tour premia la insistencia y lo hace con victorias (Zoetemelk, Sastre) o con eternidad (Poulidor). Tambi¨¦n vale el ejemplo de Samuel S¨¢nchez. A los 33 a?os, y tantas veces rechazado por el Tour, se ver¨¢ correspondido con la monta?a, adem¨¢s de su prestigioso triunfo en Luz Ardiden.
Pero no adelantemos el balance que toca hacer hoy. Digamos, antes de proseguir, que el sue?o de Andy Schleck finaliz¨® donde acaban tantas enso?aciones ciclistas, en la ¨²ltima contrarreloj.
En esa soledad de meg¨¢fono y rayas discontinuas no importa ser valiente, ni siquiera joven. En ese terreno no hay lugar para la magia y, tanto como las fuerzas, cuenta dominar la materia (ciencias puras: matem¨¢ticas y f¨ªsica), acoplarse, no pensar, convertirse en aler¨®n, en escape soplador.
Es f¨¢cil que en ese trayecto hacia el segundo puesto, el tercero de forma consecutiva, Andy Schleck lamentara su pasividad en los Pirineos, su falta de colaboraci¨®n con Contador en el Galibier y, en general, su maldita obsesi¨®n. Tan preocupado ha estado con Alberto que hasta ayer no pens¨® en Cadel Evans; ligeramente tarde. Es probable que los Schleck tengan que replantearse su estrategia de guerra de almohadas, cambiarse el peinado, dejar de vestir iguales y copiarse los tiempos.
Sin suspense.
No, no hubo mucha intriga. A los 27 kil¨®metros, Evans ya aventajaba a Andy en 1:42. Pan comido. En meta le meti¨® 2:38 y s¨®lo siete segundos separaron al australiano del triunfo en la etapa, que correspondi¨® a Tony Martin. El alem¨¢n, otra promesa que se eterniza, hab¨ªa ganado esta crono en la Dauphin¨¦ y ayer s¨®lo emple¨® cinco segundos m¨¢s. Lo dicho: matem¨¢ticas.
Alberto Contador fue tercero (a 1:06), elegante y dign¨ªsimo, talentoso hasta el ¨²ltimo momento. Apuesto a que cuando se haga resumen de este Tour su aventura no merecer¨¢ menos l¨ªneas que el triunfo de Evans o el segundo lugar de Andy. Al igual que Samuel, el tricampe¨®n le gan¨® el puesto a Damiano Cunego y terminar¨¢ quinto en la general, tras Thomas Voeckler, otro personaje con papel protagonista, otro ciclista con gloria, aunque sin certificado.
Por cierto, el australiano Richie Porte, compa?ero de equipo de Contador, acab¨® la crono en quinta posici¨®n. Ante semejante hecho, s¨®lo se admite una frase y tambi¨¦n sirve para su director: a buenas horas, mangas verdes. Mejor hubiera sido echar el tel¨®n pensando que Contador corri¨® solo, con la ¨²nica ayuda de Samuel, compatriotas y compa?eros, como en los viejos tiempos, cuando el Tour era tan grande como lo ha sido este.