Zydrunas Ilgauskas: la leyenda de ¡®Big Z¡¯, el ¨ªdolo a la sombra de LeBron
Fiel escudero de LeBron en los Cavs, Ilgauskas lleg¨® en el mismo ¡®draft¡¯ que Kobe, luch¨® contra las lesiones, y apenas jug¨® con Lituania, pero se convirti¨® en un icono en Ohio.


Estar a la sombra no gusta a todo el mundo, pero hay casos en los que el protagonista lo ha llevado muy bien. Es lo que le pas¨® a Zydrunas Ilgauskas, un p¨ªvot de 2,21 que se pas¨® su carrera deportiva a la sombra de LeBron James. En 12 temporadas en la NBA, el gigante lituano se convirti¨® en uno de los europeos m¨¢s destacados de la competici¨®n y tambi¨¦n en uno de los baloncestistas que m¨¢s y de forma m¨¢s eficiente ha jugado en la mejor Liga del mundo. Un hombre at¨ªpico en las formas, discreto, al que no le import¨® estar en un segundo plano y hacer as¨ª una carrera deportiva mete¨®rica, en la que sum¨® buenos momentos. Sin brillar al nivel de una estrella, pero con seguridad y de manera rotunda. Sin ser nunca una primera espada, pero adapt¨¢ndose siempre a un rol determinado, huyendo de los problemas, comunic¨¢ndose de la forma adecuada y trabajando siempre para estar en un momento que le permitiera ayudar al equipo. Un gigante, un center y un baloncestista que se convirti¨® en un ¨ªdolo en Ohio a base de trabajo, esfuerzo y conexi¨®n con la afici¨®n.
Ilgauskas naci¨® en Kaunas, una ciudad que hoy pertenece a Lituania pero que entonces era parte de la Uni¨®n Sovi¨¦tica. Fue en 1975, en los albores de la Guerra Fr¨ªa en la que capitalismo y comunismo luchaban por la supremac¨ªa mundial. El p¨ªvot no tard¨®, eso s¨ª, en cambiar su pa¨ªs por la NBA, algo que luego repiti¨® durante toda su carrera, mostrando un nulo compromiso con su selecci¨®n: s¨®lo disput¨® tres partidos oficiales con Lituania, todos ellos en fases previas y nunca en un gran torneo (Juegos Ol¨ªmpicos, Mundiales o Eurobasket). La excusa siempre rond¨® entre lo que parec¨ªa que le ped¨ªan en la mejor Liga del mundo y lo que ¨¦l mismo quer¨ªa, algo (esto ¨²ltimos) que se acerca m¨¢s a una realidad que se impone a todo. Nunca mostr¨® inter¨¦s ni se ha convertido en embajador del baloncesto lituano. Y su conexi¨®n con la competici¨®n norteamericano sigui¨® en su retirada, cuando pas¨® a formar parte de los despachos de los Cavaliers.
Su aterrizaje en la NBA fue en 1996, en un draft que encumbr¨® a gente como Allen Iverson, Steve Nash o, claro, Kobe Bryant. Ilgauskas fue elegido en el puesto 20, llegaron a un equipo en descomposici¨®n, que dejaba atr¨¢s los a?os en los banquillos de Lenny Wilkens o Mike Fratello, cinco presencias consecutivas en playoffs, ocho en las ¨²ltimas nueve temporadas y las finales del Este de 1992 como ¨¦xito inequ¨ªvoco para un mercado tan peque?o, motivado por el buen hacer de ese Wilkens que llev¨® a los a?orados Sonics al anillo de 1979. Los a?os de Brad Daugherty, Ron Harper, Mark Price o Larry Nance quedaban atr¨¢s y se iniciaba una nueva era que tardar¨ªa mucho en llegar. Y la primera temporada del reciente fichaje fue en blanco por una lesi¨®n de pie, merced a los problemas que siempre tuvo en el tren inferior un hombre de 2,21 cm.
Ilgauskas se fue a 13,9 puntos y 8,8 rebotes en la que fue su temporada rookie, llegando los Cavaliers a los ¨²ltimos playoffs de toda una era de bonanza, meritoria en el caso de un equipo que raras veces (por no decir nunca) atra¨ªa agentes libres. El lituano disput¨® 5 partidos la temporada siguiente antes de lesionarse de nuevo, perderse la totalidad de la 1999-00 y emerger de nuevo en el nuevo siglo. En la 2000-01 disput¨® 24 encuentros. Al curso siguiente, 63. Y entonces, emergi¨®: 81 duelos, 17,2 tantos y m¨¢s de 7 rebotes por noche y primer All Star para un jugador que consigui¨® 20 dobles-dobles y establecerse en un equipo malo, de derrotas constantes, que buscaba desesperadamente un mes¨ªas. Fue en esa 2002-03 cuando se quedaron en 17 victorias. Y el n¨²mero 1 de draft que lograron por paup¨¦rrimo r¨¦cord dio sitio a LeBron James. Ah¨ª se encontr¨® la asociaci¨®n definitiva entre franquicia y estrella, una que dem¨¢s naci¨® en Akron, natural del estado de Ohio, en el que se encontraban los Cavs. E Iglauskas encontr¨® la oportunidad de ser competitivo a la sombra del futuro Rey de la NBA. Y hacer lo que mejor sab¨ªa en el rol en el que m¨¢s c¨®modo se sent¨ªa. Como guardaespaldas de una leyenda.
Las Finales de 2007 y el ocaso del p¨ªvot
Ilgauskas encontr¨® por fin la regularidad y fue uno de los m¨¢s fieles compa?eros de LeBron durante los siguientes a?os. Volvi¨® a pisar el All-Star, esta vez junto a su compa?ero, en 2005 (16,9+8,6 de promedio) y se adapt¨® a compa?eros interiores como Carlos Boozer, Drew Gooder, Anderson Varejao, Ben Wallece o Shaquille O¡¯Neal. Todos ellos, menos Shaq en su ocaso, pertenecientes a la cultura defensiva que el entrenador Mike Brown impuso esos a?os. Es as¨ª como los Cavs llegaron a las Finales de 2007, de forma tan inopinada como merecida, con una plantilla muy justa pero un LeBron estelar que lider¨® en finales de Conferencia a la ciudad de Cleveland al sue?o del anillo con una exhibici¨®n para los anales ante los Pistons. El primer gran hito del Rey, con el quinto encuentro en el m¨ªtico Palace en la retina de los aficionados. Una actuaci¨®n que supuso mucho, pero que no cambi¨® nada en un jugador que no fue hasta mucho tiempo despu¨¦s cuando se quit¨® la etiqueta de no ganador y consigui¨® voltear la opini¨®n p¨²blica, ese lugar en el que se ganan y se pierden las batallas que deciden las guerras.
La primera etapa de LeBron en Cleveland, esa en la que el mundo se le puso en contra (las Finales perdidas, fracasos en playoffs, peticiones constantes entre bambalinas de nuevos refuerzos...) tuvo como com¨²n denominador a Ilgauskas, ese p¨ªvot enorme, de gran envergadura, tan alop¨¦cico como impert¨¦rrito, que siempre fue fiel a la franquicia y al Rey. Posteaba bien, ten¨ªa buen gancho y un excelente tiro a media distancia con el que hac¨ªa de receptor de muchas de las asistencias que por entonces (como ahora) repart¨ªa LeBron. De 2002 a 2009, Ilgauskas disput¨® 534 partidos, todos ellos como titular, un puesto que no perdi¨® hasta la llegada de O¡¯Neal. Y entonces no se quej¨®, como no lo hizo antes. Discreto y amable con la prensa y con un car¨¢cter conciliador como compa?ero, su aspecto y su ¨¦tica de trabajo le permiti¨® ganarse el favor de Cleveland, lugar en el que tambi¨¦n apareci¨® su apodo: Big-Z.
El lituano super¨® los 11 puntos y los 6,7 rebotes de promedio en sus 11 primeras temporadas en Cleveland, que hab¨ªan sido 13 si las lesiones no hubieran hecho su aparici¨®n al principio de su carrera. En la 2010-11, sigui¨® a LeBron a Miami, una petici¨®n expresa que LeBron extendi¨® a otros como el triplista James Jones, al que se llev¨® de los Heat a los Cavs cuando inici¨® su segunda etapa en Ohio. Ah¨ª, volvieron a aparecer las molestias f¨ªsicas, aunque de menor nivel y ya en un rol mucho m¨¢s secundario: 5 puntos y 4 rebotes de promedio, 72 partidos, 51 como titular. En semifinales de Conferencia, ante los Celtics, se volvi¨® a lesionar. Durante esos playoffs cumpli¨® los 36 a?os y vio como los Heat ca¨ªan en las Finales contra los Mavericks de Dirk Nowitzki, un hombre con el que hab¨ªa protagonizado grandes batallas. La ¨²ltima vez que salt¨® a pista fue el 8 de mayo de 2011. Anot¨® 2 puntos en algo m¨¢s de 3 minutos. Y dijo adi¨®s.
Ilgaukas se retir¨® tras 843 partidos en la NBA, 724 como titular. Promedi¨® 13 puntos, 7,3 rebotes y 1,6 tapones, otra de sus especialidades (lleg¨® a los 2,5 en la 2003-04) motivada por sus largos brazos. Con 10.616 puntos y 5.904 rebotes, sigue siendo hoy el segundo m¨¢ximo anotador y reboteador de la historia de los Cavaliers, que le honraron en su retorno con la camiseta de los Heat, justo al contrario que a un LeBron que fue m¨¢s abucheado que nunca ese d¨ªa, pero que hoy est¨¢ (m¨¢s que) merecidamente reconciliado en el lugar que le vio nacer. El 8 de marzo de 2014, vio como la franquicia de Cleveland le retiraba su n¨²mero 11 como homenaje a su carrera deportiva, un honor que s¨®lo hab¨ªan recibido dos jugadores europeos con anterioridad: Dra?en Petrovi? (Nets) y Vlade Divac (Kings). Es la leyenda de Zydrunas Ilgauskas: Big Z, el ¨ªdolo a la sombra de LeBron. Algo que tiene tiene mucho m¨¦rito. Al fin y al cabo, estamos hablando de una sombra muy (pero que muy) larga.
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