Embiid, Harden y la ventana de los Sixers
Ya forman parte de la ¨¦lite de la NBA. Tienen a Embiid a nivel MVP y a Harden centrado. Est¨¢n evitando lesiones graves. ?Pueden los Sixers ganar el anillo?
La historia es la misma, pero los Sixers quieren que el final sea distinto. En esas est¨¢ uno de los equipos m¨¢s en forma de la NBA, intentando cambiar esa eliminaci¨®n adelantada que han sufrido en las ¨²ltimas temporadas, esas finales de conferencia que no han pisado en todo el famoso Proceso, pero a las que realmente no llegan desde 2001. Allen Iverson es ya un mero recuerdo, pero de ¨¦l y de la estirpe del pasado vive una afici¨®n que sabe y entiende de baloncesto, y por lo tanto no va a aguantar m¨¢s esta situaci¨®n. No esta la de este preciso momento, esta la vivida en la ¨²ltima d¨¦cada, en los ¨²ltimos 20 a?os incluso, desde que ese fen¨®meno cultural de 1,83 hiciera so?ar a la ciudad de Filadelfia con ese anillo que la franquicia no conquista desde 1983, con Julius Erving, Moses Malone y ese fo, fo, fo tan hist¨®rico como ya, por desgracia, tambi¨¦n preshit¨®rico.
Los Sixers ven la luz, pero ya la han visto m¨¢s veces en cursos pasados y se han ido de vac¨ªo. ?Hay motivos para confiar? Eso dicen, desde luego, los n¨²meros: 15 victorias en los ¨²ltimos 18 partidos, la cuarta mejor defensa de la NBA, y una mejora considerable en muchos aspectos del juego. Al fin y al cabo, el equipo de Philadelphia ocupa la octava posici¨®n de la competici¨®n en porcentaje de tiros de campo, la cuarta en porcentaje de triples y la tercera en porcentaje de tiros libres. Resuelven as¨ª sus problemas con el rebote (los terceros peores en esa estad¨ªstica), adem¨¢s de con seguridad en el lanzamiento con buenos datos defensivos en robos (s¨¦ptimos) y en tapones (d¨¦cimos). Y perdiendo solo 14 balones por noche, los d¨¦cimos m¨¢s destacados en esta estad¨ªstica. Y entonces, con el sexto mejor net rating de la Liga y dos estrellas absolutamente generacionales (ahora hablaremos de ellas)... ?por qu¨¦ dudamos de los Sixers?
Los errores, los horrores y la mala suerte
Desde que Embiid llegara a la NBA en 2014 (no debut¨® hasta 2016) los Sixers han sido una concatenaci¨®n de episodios marcados por la mala suerte, pero tambi¨¦n por la imposibilidad para estar a la altura de las circunstancias. Ese Trust the Process se convirti¨® en el lema eterno de Sam Hinkie, el hombre que lo apadrin¨® en los despachos y que dej¨® en los banquillos a un Brett Brown que era el perfil de entrenador al que no le iba a importar perder partidos a mansalva con tal de tener su oportunidad m¨¢s adelante. La paciencia se convirti¨® en el pan de cada d¨ªa de un equipo que coleccion¨® ingentes rondas altas del draft a la par que r¨¦cords nefastos y esper¨® su momento mientras Embiid se recuperaba de las lesiones, Ben Simmons se convert¨ªa en un base especial y los descartes de a?os tumultuosos (Michael Carter-Williams, Nerles Noel...) sal¨ªan en intercambios con los que llegaron refuerzos te¨®ricamente importantes, pero incapaces de hacer triunfar a los Sixers en la pr¨¢ctica.
Desde 2014 hasta ahora, por las finales del Este han pasado los Cavs de LeBron, los Raptors de Dwayne Casey, los de Kawhi Leonard, Bucks, Heat, Celtics o incluso Hawks. Y ah¨ª se han quedado mientras tanto los Sixers, perdidos en el firmamento, como una estrella que jam¨¢s brillaba lo suficiente como para captar las miradas de los terr¨¢queos. La oportunidad perdida de las semifinales de 2019, con ese tiro de Kawhi sobre la bocina que dio el pase a unos canadienses ¨¢vidos de un t¨ªtulo jam¨¢s conseguido, fue la m¨¢s cercana. Pero la decisi¨®n de renovar a Tobias Harris por 180 millones en cinco temporadas, sobrepagarle de forma objetiva y dejar escapar por el camino a Jimmy Butler, acab¨® con las oportunidades futuras de un proyecto, el Proceso, del que solo queda Joel Embiid. Que con su figura representa, precisamente, ese mismo concepto. Siendo en ¨²ltima instancia ¨¦l el propio Proceso.
Tras ello, la concatenaci¨®n de desgracias no han cesado: Doc Rivers ha demostrado ser un entrenador incompetente y el 3-1 ante los Hawks desaprovechado en 2021 fue solo el en¨¦simo fracaso de la carrera de un hombre que tiene todos los n¨²meros que supuestamente debe tener todo gran entrenador, pero que jam¨¢s toma las decisiones que supuestamente un gran entrenador deber¨ªa tomar. El sainete en torno a Ben Simmons explot¨® despu¨¦s y el base fue finalmente traspasado a los Nets a cambio de James Harden, un movimiento potenciado por un Daryl Morey que lleg¨® a los despachos para sustituir a Elton Brand y que sigue enamorado del que fue su piedra angular en los Rockets. Pero el nuevo derrape, esta vez ante los Heat y con problemas f¨ªsicos para un Embiid que siempre los ha tenido, daba un nuevo golpe al proyecto aparentemente normal... pero que sigue vivo para un nuevo desaf¨ªo, que espera afrontar con m¨¢s suerte que todos los anteriores.
Todo o nada
Ya no caben m¨¢s errores en la cuenta de los Sixers. Harden dej¨® los vicios ligados a sus salidas nocturnas y trabaj¨® en verano para dejar atr¨¢s la penurias de sus ¨²ltimos playoffs y volver a asemejarse a una estrella. Embiid, curtido ya en mil desilusiones, se olvid¨® de la lucha de declaraciones cruzadas tras la eliminaci¨®n ante los Heat y se puso a trabajar. Y la combinaci¨®n entre ambos est¨¢ dando sus frutos: James Harden sigue ralentizando el juego (los Sixers son el octavo equipo m¨¢s lento de la competici¨®n), pero lleva 19 dobles-dobles en 30 partidos y se va por encima de los 21 puntos y las 11 asistencias por noche. Y Embiid est¨¢ siendo m¨¢s Embiid que nunca: 33,6+9,8, con 4,2 asistencias, 20 dobles-dobles de 34 posibles y una capacidad extraordinaria para producir en los dos lados de la pista y que nada ni nadie pueda superarle. Un nivel de MVP que puede volver a perder, como las dos ¨²ltimas temporadas, ante Nikola Jokic. Y un talento incre¨ªble, generacional, monstruoso... de esos que te pueden llevar a ganar el anillo, si es que es posible ganar el anillo con alguien como ¨¦l. Ah¨ª est¨¢ la dicotom¨ªa, la contradicci¨®n. Y eso es lo que es, al final, Joel Emiid. Un hombre muy bueno con el que no sabes si puedes ganar.
As¨ª est¨¢n las cosas para los Sixers, un equipo completo gracias a los casi 21 puntos por partido de Tyrese Maxey (con un 39% en triples) que oposita para el All-Star, los m¨¢s de 16 de un hombre sobrepagado pero ¨²til como Tobias, los dobles d¨ªgitos de De¡¯Anthony Melton y Shake Milton y la producci¨®n de secundarios como Montrezl Harrell, P.J. Tucker, George Niang o Furkan Korkmaz. Un equipo con un entrenador perdido, pero que sigue ah¨ª. Con dos estrellas denostadas, pero que siguen ah¨ª. Que est¨¢n cuartos del Este, 27-16, a solo media victoria del segundo puesto y a cinco de los inalcanzables Celtics. Y que han tenido lesiones (15 ausencias de Harden y 11 de Embiid), pero no de la gravedad de otras temporadas. Si aguantan sanos y a este nivel... ?se merecen los Sixers que hablemos de ellos? ?Pueden ganar a Nets o Bucks en una serie a 7 partidos? ?Son verdaderamente candidatos al anillo?