El MVP que la NBA rob¨® a LeBron

LeBron James es, adem¨¢s de muchas otras cosas, un coleccionista de premios. Pocos jugadores en la historia han amasado tal cantidad de distinciones individuales, tambi¨¦n procedentes de una extraordinaria longevidad. El M¨¢ximo Anotador de la historia de la NBA no para de conseguir r¨¦cords y marcas. Y en su inabarcable curr¨ªculum figuran 20 presencias en el All Star, el Rookie del A?o, cuatro MVPs de la temporada, tres del All Star, 20 presencias en los Mejores Quintetos (13 en el primero) y un sinf¨ªn de topes y otras condecoraciones que valdr¨ªan para escribir muchos libros. El Rey encara su 22? temporada en la mejor Liga del mundo y si sigue dos a?os m¨¢s superar¨¢ a Vince Carter como el que m¨¢s ha disputado. Y est¨¢ a 119 partidos de superar a Robert Parish como el que m¨¢s ha sumado en la competici¨®n norteamericana. Mucho m¨¢s se podr¨ªa decir de James (tres oros ol¨ªmpicos, un In-Season Tournament con su correspondiente MVP...), que hizo cosas in¨¦ditas en su juventud y las consigue ahora en la senectud. Por llamarla de alguna manera, ya que parece que la vejez no llama a la puerta del que es cada vez con m¨¢s claridad el mejor jugador de todos los tiempos.

En la lista de cosas que LeBron tiene, quiz¨¢ la m¨¢s importante sea el anillo, uno que ha conquistado en cuatro ocasiones disputando hasta 10 Finales, 8 de ellas consecutivas. Una cifra casi anacr¨®nica, prehist¨®rica, que s¨®lo han superado los legendarios Celtics de Bill Russell, con el p¨ªvot llegando en 12 ocasiones y su compa?ero Sam Jones en 11. Tras ellos aparecen en la lista Kareem Abdul-Jabhbar y el propio LeBron, que de 2011 a 2018 apareci¨® en todas y cada una de ellas. Probablemente, la haza?a m¨¢s grande que ha logrado: hacer cosas de otra ¨¦poca, que se cre¨ªan imposibles de igualar. A esas presencias se a?aden la de 2007 (con tan s¨®lo 22 a?os y tras una exhibici¨®n en finales del Este ante los Pistons) y la de 2020, la ¨²ltima vez que lleg¨®, esta vez con los Lakers. El tercer equipo en el que ha jugado y en el que tambi¨¦n ha pisado las Finales y ha logrado el anillo, siendo el ¨²nico que lo ha conseguido con tres equipos diferentes junto a Danny Green, su compa?ero entonces y rival cuando estaba en los Spurs. Entre medias, lo conquist¨® con los Raptors (2019).

Los cuatro anillos de LeBron le han dado cuatro MVP de las Finales, uno por cada t¨ªtulo logrado. Un dato que podr¨ªa ser mayor si le hubieran concedido el galard¨®n en 2015, la primera vez que disput¨® las eliminatorias por el t¨ªtulo en su segunda etapa en Ohio, previo al verano que abandon¨® Florida para volver a su hogar y entrenar el anillo prometido, algo que cumpli¨® por fin en 2016. Esa temporada se fraguaba un cambio de ciclo en el que no estaba dispuesto a entrar James: los Spurs, campeones en 2014, se fueron diluyendo mientras Kobe Bryant apuraba sus ¨²ltimos coletazos en la NBA, tirando de pundonor pero con un f¨ªsico cada vez m¨¢s castigado. Los jugadores del pasado empezaban a decir adi¨®s (Kevin Garnett, Dirk Nowitzki...) y se habr¨ªa una nueva era, la de la dinast¨ªa de los Warriors. En 2014, la franquicia de Golden State decidi¨® prescindir de los servicios de un Mark Jackson que hab¨ªa hecho un buen trabajo para contratar a Steve Kerr, sin experiencia previa en los banquillos pero una sapiencia envidiable, la de una de las mentes m¨¢s preclaras de la historia del deporte. Stephen Curry se convirti¨® en lo que ya sabemos que es. Empezaba una dinast¨ªa.

Pero el inicio de las cosas siempre est¨¢ lleno de matices, y una pizca de suerte junto a mucho talento son elementos necesarios para empezar a ganar. Los Warriors se dispararon a 67 victorias, 11 m¨¢s que unos Clippers que intentaban emergen sin ¨¦xito en la Lob City. En el Este, los Hawks lograban 60. Y los Cavaliers, de nuevo con LeBron, se iban a 53 a trompicones: ficharon a diestro y siniestro, juntaron al Rey con Kyrie Irving, se hicieron con Kevin Love, llenaron de veteranos de lujo la plantilla (Shawn Marion en su ¨²ltima temporada, el inseparable James Jones, Brendan Haywood, Mike Miller....) y utilizaron jugadores de rol para amarrar (JR Smith, Matthew Dellavedova). Pero en el banquillo se la jugaron con David Blatt, nacido en Estados Unidos y nacionalizado israel¨ª. Criado en el baloncesto europeo, era todo un mito en la Euroliga, campe¨®n de la m¨¢xima competici¨®n continental con el Maccabi (ante el Real Madrid) unos meses antes de fichar por los Cavs. Y todo un conocido en la selecci¨®n rusa, con la que conquist¨® el oro en el Eurobasket de 2007 (ante Espa?a), el bronce en 2011 y la misma medalla en los Juegos Ol¨ªmpicos de Londres 2012.

La relaci¨®n entre Blatt y LeBron nunca fue la mejor. El intervencionismo t¨¢ctico de los entrenadores europeos siempre ha sido mucho mayor que en la NBA. Y la figura de la estrella era demasiado poderosa como para que el t¨¦cnico se atreviera a cuestionarla. La situaci¨®n aguant¨® esa temporada, pero explot¨® en la siguiente, cuando el equipo llevaba un r¨¦cord de 30-11. Tyronn Lue, exjugador y entonces asistente, ascendi¨® al cargo y fue el primero que en una sesi¨®n de v¨ªdeo se atrevi¨® a enfrentarse al Rey y a dejar claro que el que mandaba era ¨¦l. Su predecesor bajaba la cabeza. La actitud de Lue, siempre cercano, gust¨® a LeBron, que gener¨® un gran respeto hacia su figura y permiti¨® a los Cavs ganar el anillo de 2016, con la mayor remontada de la historia de las Finales (de 1-3 a 4-3) y ante los Warriors de las 73 victorias. Pero esa es otra historia y tendr¨¢ que ser contada en otra ocasi¨®n. Un a?o antes de todo eso, los Cavs y el equipo de la Bah¨ªa disputar¨ªan las primeras de las cuatro Finales que tendr¨ªan lugar en ese espacio de tiempo. La entidad de Golden State se hizo con la victoria. Pero la entrega del MVP fue demasiado pol¨¦mica como para ser ignorada.

LeBron contra todos

Los Warriors llegaron a las Finales pasando por encima de los Pelicans de Anthony Davis (4-0), sufriendo ante el ¨²ltimo vestigio de los Grizzlies del Grit and Grind (4-2) y superando a los Rockets de James Harden (4-1) que ven¨ªan de remontar un 3-1 a los Clippers en semifinales. Los Cavaliers se dejaron un partido menos: barrida a los Celtics (4-0), algo de suspense ante los Bulls (de Pau Gasol, Derrick Rose, Jimmy Butler y compa?¨ªa) en la misma ronda que tuvieron problemas los Warriors (4-2) y jugando como quisieron ante los Hawks de las 60 victorias (4-0). Las Finales empezaban el 4 de junio y lo har¨ªan sin Kevin Love, un pilar fundamental en el organigrama de la franquicia de Ohio que se hab¨ªa lesionado en el cuarto partido de la primera ronda en el Garden y ya no volver¨ªa en todos los playoffs. El primer choque se lo llevaron los Warriors en la pr¨®rroga (108-100). Pero eso no fue lo peor: Kyrie Irving se lesion¨® cuando quedaban algo m¨¢s de 2 minutos para el final del tiempo extra. Otra baja que dejaba a LeBron solo contra el mundo y con 1-0 en contra. Para muchos fue el adi¨®s. Pero no para el Rey, que en ese primer choque se fue a 44 puntos (18 de 38 en tiros de campo), 8 rebotes y 6 asistencias.

El segundo partido tambi¨¦n se fue a la pr¨®rroga. Sin Kyrie ni Kevin Love, Dellavedova ascendi¨® a la titularidad y se dedic¨® a perseguir a Stephen Curry mientras LeBron monopolizaba el ataque casi en su totalidad. Si en el primer partido disput¨® casi 46 minutos, en el game 2 sum¨® m¨¢s de 50, con un espectacular triple-doble de 39 puntos, 16 rebotes y 11 asistencias. Los Cavaliers iban 11 arriba (72-83) a poco m¨¢s de 3 minutos para la conclusi¨®n, pero los Warriors reaccionaron y una bandeja de Curry forzaba un tiempo extra en el que, esta vez s¨ª, prevalecieron los de Ohio. En el tercer encuentro continu¨® la fiesta: 96-91 en el retorno a unas Finales a Cleveland por primera vez desde 2007, cuando los Spurs barrieron al joven LeBron. Esta vez, primera victoria de la historia de la franquicia en dicha ronda. Los locales dominaron, pero estaban 81-80 en el ¨²ltimo periodo. Dellavedova, con 20 puntos, alcanz¨® el pico de su carrera, uno al que jam¨¢s retorn¨®, incluido un 2+1 que daba tranquilidad en la recta final. El Rey cerr¨® desde la personal a pesar de la insistencia a base de triples de Curry (27 puntos, con 7 de 13 desde el exterior). James jug¨® 46 minutos, anot¨® 40 tantos (14 en el ¨²ltimo cuarto) con 14 de 34 en el lanzamiento, se fue a 12 rebotes, 8 asistencias, 4 robos y 2 tapones. Apenas celebr¨® la victoria. Estaba exhausto. Los Cavs se pusieron 2-1. Pero no dieron para m¨¢s.

El cuarto encuentro fue la constataci¨®n de que el sistema en el que LeBron asum¨ªa todo era insostenible. Defendido por Harrison Barnes, Shaun Livingston, alg¨²n rato de Klay Thompson y mucho tiempo de Andre Iguodala, no pudo m¨¢s y jug¨® el ¨²nico partido humano de la eliminatoria: 20+12+8 en casi 41 minutos. El esfuerzo de Timofey Mozgov (28+10) no fue suficiente y Dellavedova demostr¨® que su momento hab¨ªa acabado (10 puntos, pero 3 de 14 en tiros y 2 de 9 en triples). Los Cavs entraron solo 5 abajo al ¨²ltimo cuarto, pero un 12-27 de parcial marc¨® la sentencia. De vuelta al Oracle, LeBron lo intent¨® por ¨²ltima vez: 40+14+11, con 16 puntos en el ¨²ltimo cuarto. Iban solo 2 abajo (86-84) a poco m¨¢s de 4 minutos para el final y contaban con alguna opci¨®n a m¨¢s de 2 (96-89), pero no hubo manera. Fue el mejor partido de la eliminatoria de Curry (37+7+4, con 7 de 13 en triples) y fue el que sentenci¨®: al final, 104-91, un resultado enga?oso en un duelo que fue m¨¢s igualado de lo que parec¨ªa. 3-2 arriba para el favorito, que acariciaba su primer anillo desde 1975, con Rick Barry de l¨ªder. Lo ten¨ªan en la mano.

Y lo consiguieron: antes del sexto encuentro todos los analistas dieron por muertos a los Cavaliers y no les faltaba raz¨®n. Pero ya empezaba a subyacer otro tema en el ambiente: ?ser¨ªa LeBron el MVP de las Finales a pesar de la derrota? S¨®lo hab¨ªa un precedente hist¨®rico, en 1969, cuando Jerry West se hizo con el trofeo en su primera edici¨®n a pesar de perder el s¨¦ptimo y definitivo encuentro en el viejo Forum ante los ¨²ltimos Celtics de Bill Russell, en el que fue uno de los episodios m¨¢s oscuros de la historia de los Lakers. En 2015, 46 a?os despu¨¦s, se pod¨ªa volver a dar: LeBron estaba haciendo un esfuerzo tremendo y n¨²meros de Play Station, y ning¨²n jugador de los Warriors hab¨ªa destacado especialmente sobre los dem¨¢s, con Curry por debajo del nivel esperado tras ser MVP de la regular season a pesar de su actuaci¨®n en el quinto asalto. Para muchos estaba claro; para otros, la t¨®nica tan t¨ªpica convertida en tradici¨®n de dar el premio a un jugador del equipo campe¨®n se deb¨ªa mantener. Al final, se impuso el segundo argumento. Y todav¨ªa colea la opci¨®n de que la cosa no deber¨ªa haber sido as¨ª.

Los pron¨®sticos se cumplieron y los Warriors conquistaron el sexto encuentro (97-105) para hacerse con el anillo. Los Cavs nunca se rindieron y se dedicaron a maquillar ligeramente el resultado al final. LeBron jug¨® otro partido apote¨®sico: 32+18+9, con 2 robos, aunque 6 p¨¦rdidas. El dominio en el rebote (56 a 39) no sirvi¨® de nada a los locales, que plantaron cara en una situaci¨®n precaria, con muchas bajas y una estrella para la historia... que, sin embargo, no se llev¨® el MVP. Iguodala, encargado de defenderle durante mucho tiempo, anot¨® 25 puntos en el sexto partido, lo que sirvi¨® a la NBA para darle el premio y no meterse en l¨ªos. El alero promedi¨® 16,3+5,8+4. Curry, irregular, se fue a 26+5,5+6,3, aunque con un 44% en tiros de campo. LeBron tir¨® peor merced a la cantidad de responsabilidad que asumi¨® (por debajo del 40%) e intent¨® 32,6 lanzamientos por duelo. Pero su esfuerzo fue sencillamente brutal: casi 46 minutos de juego para 35,8 puntos, 13,3 rebotes y 8,8 asistencias, sus mejores n¨²meros en unas Finales. Unas que jug¨® sin Kyrie ni Love (la historia podr¨ªa haber sido muy distinta y la dinast¨ªa de los Warriors tambi¨¦n), botando y penetrando, llevando su cuerpo hasta l¨ªmites imposibles. La estrella lo hizo. Pero se qued¨® sin anillo. Y sin MVP. Una decisi¨®n controvertida pero que fue la que fue. El resto, queda para el debate y la narrativa. Lo que est¨¢ claro es que estaba a la altura del premio y habr¨ªa sido merecido en caso de llev¨¢rselo. Eso no admite discusi¨®n. Es as¨ª.

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