De experimento a ¨¦xito¡­ ?o fracaso? Orlando y la burbuja, el lugar de origen del play in

El play in, en principio, es un ¨¦xito de nuevo cu?o de la NBA. Aunque solo sea porque se trata de un experimento que se ha asentado y que ya est¨¢ normalizado dentro del calendario y la mentalidad de la competici¨®n. Y ese era el primer paso, muchas veces el m¨¢s dif¨ªcil. Tambi¨¦n, porque sus audiencias fluct¨²an mucho en funci¨®n de qu¨¦ equipos lo juegan, pero sus resultados televisivos son entre buenos y muy buenos. Y forma, en definitiva, parte del lote que la Liga vendi¨® en sus revolucionarios nuevos acuerdos, que entrar¨¢n en vigor a partir de la pr¨®xima temporada y que traer¨¢n una riqueza nunca vista para todos, franquicias y jugadores. De hecho, la Euroliga lo ha copiado, sin cambiar ni una coma, y va a tener ahora su segundo a?o de repesca. As¨ª que s¨ª, a priori el play in ha sido un ¨¦xito.

Ahora bien, tambi¨¦n es leg¨ªtimo que se tengan dudas. Que no guste a todo el mundo y que de la sensaci¨®n de que cada a?o, una vez superado el inter¨¦s que genera lo nuevo, atrae menos a los equipos. Desde el punto de vista de la competici¨®n, el objetivo era meter al mayor n¨²mero de franquicias en el ajo, que tuvieran motivos para competir y no abrazar el tanking y dejarse ir entre una ensalada de derrotas aplaudida para mejorar el posicionamiento de cara al draft. Ahora hay m¨¢s motivos para dudar de un empuj¨®n que al principio s¨ª parec¨ªa que hab¨ªa insuflado algo m¨¢s de vida en las ¨²ltimas semanas de la regular season, un asunto complicado entre los que ya no se juegan nada y piensan en la loter¨ªa y los que dosifican esfuerzos y reparten descansos pensando en los playoffs.

En 2021, el primer a?o en el nuevo y definitivo formato del play in, ejecutivos de la liga estimaron que 24 de los 30 equipos tuvieron alicientes competitivos hasta casi el final de ese enorme marat¨®n que es la regular season. Ahora, sin embargo, sus beneficios parecen menos claros. Cuatro a?os despu¨¦s, b¨¢sicamente un tercio de la liga, al menos nueve equipos, han terminado la temporada metidos en cuentas para el draft. Y el play in lo han jugado b¨¢sicamente los que han querido: en el Este cinco equipos viv¨ªan colgados del tanking (Wizards, Hornets, Sixers, Nets y Raptors), as¨ª que los de play in (Magic, Hawks, Bulls, Heat) quedaron definidos b¨¢sicamente por defecto. En el Oeste, solo el cataclismo de los Suns ha dejado fuera a un equipo con ganas de estar de verdad en la pelea. Kings o Mavericks se han metido a pesar de vivir temporadas terribles, con graves crisis de identidad (sobre todo en Dallas) tras las salidas de De¡¯Aaron Fox y Luka Doncic.

As¨ª que el aliciente competitivo parece difuminado, y adem¨¢s queda una sensaci¨®n que no gusta a todo el mundo de que se permita un reenganche no siempre merecido a equipos que han tenido, por unas cosas u otras, temporadas verdaderamente nefastas. Pero, por ahora, s¨ª responde a lo que se esperaba cuando fue creado en cuanto a exposici¨®n televisiva y como ocasi¨®n de la Liga para vender hitos, partidos de trascendencia. El a?o pasado, 2024, fue el de mejores audiencias (se emite en TNT, TruTV, ESPN y ESPN2): 3,2 millones de media, muy por encima de casi toda la regular season si se apartan la jornada inaugural y, sobre todo, la de Navidad. Un 22% m¨¢s que en 2023, b¨¢sicamente porque estaban metidos en el jaleo Lakers y Warriors. Los primeros arrastraron una media de 3,9 millones de telespectadores en su duelo a cara o cruz contra los Pelicans. Los Warriors, un 4,1 en su derrota contra los Kings. Los dos mejores partidos por detr¨¢s de la joya de la corona, el Lakers-Warriors de 2021 que, en el primer a?o con el formato definitivo, permiti¨® sacar pecho a la NBA: 5,6 millones. Esa misma temporada, el Grizzlies-Spurs promedi¨® 2,2 millones, el Celtics-Wizards 2,5 y el Hornets-Pacers 1,4.

La NBA puede argumentar que los resultados son buenos y algunos ejecutivos lo defienden tambi¨¦n porque ofrecen partidos de eliminaci¨®n, b¨¢sicamente de playoffs, para las franquicias que juegan en casa. Son d¨ªas en los que se abre el pabell¨®n para citas importantes, las que generan m¨¢s beneficios en venta de entradas, merchandising¡­ La duda est¨¢ en el efecto competitivo, si en realidad no es lo que parec¨ªa que iba a ser; Y en c¨®mo de importante ser¨¢ para los equipos ahora que ya se ha convertido en una parte m¨¢s del paisaje y cuando algunas otras cosas siguen pareciendo mucho m¨¢s importantes: obtener un buen pick de draft, por ejemplo. Las ¨²ltimas jornadas de la fase regular han dejado motivos para sostener las dos opiniones: muchos partidos intrascendentes y sin los habituales en pista salpicados con algunos hitos que s¨ª han sido reforzados por la sombra del play in: en el d¨ªa de cierre, Warriors y Clippers jugaron un partido con aroma a playoffs y mucha tensi¨®n, resuelto en la pr¨®rroga, en el que se jugaban b¨¢sicamente cara a cara evitar la repesca.

Un regreso a la distop¨ªa de la Burbuja

La breve historia del play in desanda un lustro hasta ese trance dist¨®pico que fue la burbuja de Florida, el reinicio de la competici¨®n en 2020. Un reto en el que la NBA invirti¨® 190 millones y que, asegur¨® despu¨¦s, gener¨® unos 1.500. Ya se sabe: una competici¨®n controlada f¨¦rreamente desde el punto de vista sanitario, con protocolos dur¨ªsimos para conseguir lo que lleg¨® a parecer imposible, y partidos en una burbuja totalmente sellada en el complejo Walt Disney World de Florida, aprovechando las instalaciones (cuanto mejor clasificado llegara un equipo, mejor era su hotel) y la conexi¨®n con ESPN, propiedad de Disney, socio de la NBA y cuyas pistas del Wide World of Sports sirvieron como sede principal para los partidos: oficiales, ocho por equipo de fase regular y unos playoffs que comenzaron en agosto y que desembocaron en unas Finales resueltas, con el t¨ªtulo n¨²mero 17 de los Lakers, entre septiembre y octubre. Un mundo extra?o.

En esos ajustes para inventar una forma de competir en la burbuja, surgi¨® el play in. A Florida solo viajaron 22 equipos. Ocho se quedaron fuera porque cuando par¨® la competici¨®n, el 11 de marzo de 2020, no estaban a seis partidos o menos de las posiciones de playoffs. Eso dej¨® fuera, por ejemplo, a los Warriors de Stephen Curry. Para meter algo de picante a ese coletazo final de regular season antes de los playoffs, la NBA invent¨® el embri¨®n del play in (entonces televisado por ABC): si el noveno acababa a cuatro partidos o m¨¢s del octavo, no se tocaba nada y acced¨ªan a playoffs, como siempre, los ocho primeros. As¨ª sucedi¨® en el Este, con los Wizards a siete partidos de los Magic y, por lo tanto, eliminados directamente. Pero si el noveno acababa a cuatro menos del octavo, ambos se enfrentar¨ªan en un cruce a uno o dos partidos. Como no hab¨ªa factor cancha posible en una burbuja sin viajes ni p¨²blico, esa era la gran ventaja para el octavo, que ten¨ªa dos opciones: si ganaba el primer duelo, se clasificaba. Si lo perd¨ªa, habr¨ªa un segundo y definitivo que pondr¨ªa en playoffs al ganador.

En el Oeste s¨ª se jug¨®: los Grizzlies terminaron casi en empate t¨¦cnico con los Trail Blazers y hubo play in, solo un partido porque gan¨® el octavo, la franquicia de Oreg¨®n (126-122). El resultado medi¨¢tico fue bueno: aunque eran dos equipos de mercados peque?os, se super¨® el mill¨®n de audiencia media con picos de 2,6. Lo suficiente para alargar y repensar la idea. En noviembre de 2020 se vot¨® alargar y expandir el formato, en el verano de 2022 se decidi¨® que fuera fijo, una parte ya definitiva del calendario NBA.

As¨ª se lleg¨® al play in actual, el que arranc¨® en 2021 con ese tremendo Lakers-Warriors, un LeBron James contra Stephen Curry decidi¨® adem¨¢s en los ¨²ltimos segundos. La NBA no pod¨ªa pedir m¨¢s. Ahora, ya se sabe, se juegan cuatro partidos de pre playoffs: s¨¦ptimo y octavo de cada Conferencia juegan uno que clasifica al ganador como s¨¦ptimo; en paralelo, noveno y d¨¦cimo juegan otro que elimina al perdedor. De esta forma, el perdedor del primer duelo y el ganador del segundo (todos con ventaja de campo para el mejor clasificado) accede a playoffs como octavo. El formato que se ha asentado y que, por ahora, ha llegado para quedarse. Con sus defensores y sus detractores.

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