Barrida y Finales para los Celtics

Boston Celtics, otra vez. La franquicia eterna, la verde, la del Garden. La que juega con las camisetas que llevaron Bill Russell, Larry Bird, John Havlicek... y Bill Walton, al que ayer llor¨® la NBA. Un equipo en el que la historia pesa, obliga: importa. Algo que entendi¨® desde el primer d¨ªa Brad Stevens, que lleg¨® en 2013 como entrenador y es ahora presidente. Y que es el gran arquitecto de una b¨²squeda incesante: el anillo n¨²mero 18, el desempate con los Lakers (que igualaron en 2020) en esa guerra eterna por ser los primeros, los que m¨¢s, en la NBA. Para eso, para ganar las Finales, hay que jugarlas. Y Boston Celtics ya est¨¢ ah¨ª. Otra vez.

Como en 2022, hace dos a?os, cuando se quedaron a las puertas de la bandera 18 porque se les acab¨® la gasolina casi en la l¨ªnea de meta, cuando ganaban 2-1 y mandaban en el ¨²ltimo parcial del cuarto partido. Entonces lleg¨® el cansancio, se elev¨® Stephen Curry y el sue?o se qued¨® en suspenso, como en el s¨¦ptimo partido de la ¨²ltima final del Este, contra los Heat. Pero los Celtics vuelven. Y vuelven. Y si no les abren la puerta, llaman otra vez. Y cambian (esta vez Jrue Holiday, Kristaps Porzingis...). Y repiten. Y vuelven. Acaban de ganar a Indiana Pacers (4-0) en la que era su sexta final del Este en ocho a?os. En su historia han jugado 39, m¨¢s de la mitad (entre el formato Conferencias y el de Divisiones) de todas las que ha habido en el Este. Pero no basta. No en este equipo, en esos orgullosos verdes a los que sigue el aroma del puro de Red Auerbach.

Los Celtics est¨¢n a cuatro victorias del t¨ªtulo, que es lo importante, y han sorteado el Este sin despeinarse (12-2, un balance aplastante). No han echado de menos a Porzingis, que no ha jugado por lesi¨®n en las eliminatorias y cuya ausencia no ha pesado m¨¢s porque el Este, es bien cierto, no ha sido precisamente un Conferencia poderosa, de las que rascan. Los Celtics (sin Porzingis), han jugado contra los Heat sin Jimmy Butler ni Terry Rozier, contra los Cavs sin Jarrett Allen ni (durante algunos partidos) Donovan Mitchell y contra los Pacers, un invitado sorpresa en la pen¨²ltima ronda que adem¨¢s se qued¨® en el segundo partido sin su estrella, Tyrese Haliburton.

?Ha sido su camino a las Finales f¨¢cil? Sin duda. Como m¨ªnimo, m¨¢s de lo habitual. De hecho, seguramente uno de los m¨¢s sencillos de la historia (al menos reciente) de la NBA. ?Importa eso? No. Los Celtics han ganado a los que ten¨ªan delante, ni m¨¢s ni menos. Que es lo que ten¨ªan que hacer. Podr¨ªa parecer leg¨ªtimo que alguien tenga dudas de d¨®nde y c¨®mo est¨¢n despu¨¦s de unas series que no han sido el colmo de la exigencia y unas ¨²ltimas semanas de temporada regular en las que jugaron con los deberes hechos. As¨ª que contra esa tentaci¨®n, por ahora y a falta de las respuestas que vendr¨¢n seg¨²n se vayan deshaciendo los nudos de las Finales, la mejor opci¨®n (navaja de Ockham) es recordar qu¨¦ es este equipo. As¨ª que vamos all¨¢:

Los Celtics 2023-24 han tenido el mejor r¨¦cord de la fase regular (64 victorias), han sacado 14 victorias al segundo de su Conferencia (el mejor dato en casi 50 a?os), han tenido la quinta mejor diferencia de puntos de siempre (+11,34), el mejor rating ofensivo que se haya visto (1,22 puntos por posesi¨®n) y la segunda mejor cifra total de triples (1.532). No han perdido m¨¢s de dos partidos seguidos y han tenido m¨¢s ventajas de 30 puntos (17) que desventajas de 10 (16). Y la mejor cifra en victorias por 25 o m¨¢s (17).

Todo esto por si, entre tanto debate superfluo y tanto partido en el que la exigencia parec¨ªa claramente menor que la de las series de un Oeste carn¨ªvoro, a alguien se le ha olvidado c¨®mo de buenos son estos Celtics y c¨®mo de justo es que est¨¦n aqu¨ª, en la pelea por el t¨ªtulo. Con el verde eterno, el aroma al puro de Red Auerbach y, desde ayer, el recuerdo del maravilloso Bill Walton apretado en el pu?o que vuelve a gobernar el Este.

El futuro deber¨ªa ser brillante en Indiana

Los Pacers se quedan en el camino, m¨¢s lejos de donde parec¨ªa que llegar¨ªan y con un balance excelente (final del In-Season Tournament, final de Conferencia) en la temporada que ha empezado a traer de vuelta a un equipo que suele ser sin¨®nimo de seriedad competitiva pero que llevaba tres a?os sin playoffs y una d¨¦cada sin superar una sola ronda. En crecida, con una estrella joven como Tyrese Haliburton, la pole para renovar a Pascal Siakam y un lote cada vez m¨¢s s¨®lido de secundarios (Andrew Nembhard a la cabeza), el equipo de Rick Carlisle se va de vacaciones satisfecho y con esperanza. Y eso en el deporte es mucho, al menos hasta ver qu¨¦ viene a continuaci¨®n.

En el cuarto partido, el segundo sin el lesionado Haliburton, los Pacers volvieron a tener la victoria en su mano. Para nada. En el primero, perdieron (en la pr¨®rroga) cuando parec¨ªa imposible hacerlo. Ya en Indiana, y sin Haliburton (ni Bennedict Mathurin, claro), desperdiciaron ocho puntos de ventaja en los ¨²ltimos dos minutos y medio del tercero (solo una canasta) y se pasaron sin anotar los ¨²ltimos 3:30 del cuarto y a la postre definitivo, un tramito en el que recibieron un 0-7 que los dej¨® sin la victoria, al menos una, que seguramente merecieron. Sin duda, si se miran solo los 45 primeros minutos de los partidos.

Pero los partidos duran 48. Jaylen Brown (29 puntos, 6 rebotes, 3 robos), se asegur¨® el MVP de las Finales (tercer a?o que se entrega) con un tap¨®n a Nembhard y la asistencia para el triple de Derrick White que rompi¨® el ¨²ltimo empate (102-105) a 45 segundos del final. Brown ha promediado en la serie 29,8 puntos, 5 rebotes y 2 robos. Jayson Tatum (esta vez 26 puntos, 13 rebotes, 8 asistencias) ha terminado en 30,3, 10,3 y 6,3 asistencias. Cada uno de los jays tiene ya (2022 y 2024, el de en medio fue para Jimmy Butler) su MVP de la final del Este. En unas semanas es muy probable que uno de los tenga el gordo, el de las Finales. Y ambos, su primer anillo. Al menos, en eso est¨¢n.

El triple de White fue la primera (y definitiva) ventaja en la segunda parte de unos Celtics que perd¨ªan por ocho (98-90) en el ecuador del ¨²ltimo cuarto y por cuatro (102-98) a 200 segundos del final. Pero remontaron, otra vez, cumplieron y se evitaron sustos: m¨¢s partidos, m¨¢s riesgo de lesiones, m¨¢s cansancio. Lleva todo el a?o (este, y los anteriores) con un ¨²nico y obvio objetivo entre ceja y ceja y ya lo tienen ah¨ª, a una eliminatoria y con factor cancha. La gran oportunidad, otra vez.

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