Andrew Bynum: el dominio ef¨ªmero de un p¨ªvot sin rodillas
En crecimiento constante, los problemas en las rodillas ralentizaron, y finalmente acabaron, la carrera de un p¨ªvot llamado al dominio. Compa?ero de Kobe y Pau en los Lakers, fue dos veces campe¨®n antes de caer en el pozo de las lesiones.


Dentro de la infinidad de historias frustradas a lo largo de los a?os, tanto en el deporte como en la NBA, entra la de Andrew Bynum. El p¨ªvot tiene 37 a?os, pero lleva sin jugar al baloncesto profesional desde los 27. Un libro que acab¨® como empez¨®, con problemas constantes y eternos en unas rodillas maltrechas que le jugaron muchas malas pasadas y que fueron finalmente destruidas por el propio jugador, cuando ya se hab¨ªa convertido en estrella y ten¨ªa al mundo rendido a sus pies. Tambi¨¦n a los Sixers, que lo apostaron todo por un caballo ganador que nunca lo fue el mismo verano que perdieron a Andre Iguodala y tras llevar a los Celtics al s¨¦ptimo partido de las semifinales de la Conferencia Este. Bynum era el elegido para ser el jugador franquicia, el hombre del futuro, llamado a dominar las zonas y los cielos. Pero nunca visti¨® la camiseta de la franquicia de Philadelphia, que se aboc¨® entonces a un Proceso horroroso del que hoy siguen intentando recoger las migajas.
La historia de Bynum siempre fue por delante de la de los dem¨¢s, pero tambi¨¦n acab¨® mucho antes. Pas¨® por tres institutos distintos antes de promediar 22 puntos, 16 rebotes y 5 tapones en su a?o senior. Y si bien ten¨ªa inicialmente planeado ir a la Universidad de Connecticut, puso rumbo al draft de la NBA, siendo elegido por los Lakers en la d¨¦cima posici¨®n. Se convirti¨® entonces en el jugador m¨¢s joven de siempre en ser drafteado (con 17 a?os, 8 meses y 2 d¨ªas), superando a Jermanie O¡¯Neal, al que tambi¨¦n se impuso posteriormente al debutar, algo que hizo con 18 a?os y 6 d¨ªas. El p¨ªvot, que logr¨® 2 rebotes y 2 tapones en su debut hac¨ªa historia de esta manera. Eso s¨ª, con el punto a su favor de no tener las expectativas que generaron otros j¨®venes jugadores que no hab¨ªan pasado por la universidad (como LeBron James). Una norma que David Stern cambi¨® a partir de 2006, cuando era obligatorio al menos un curso universitario antes de ser elegible.
Cuando Bynum aterriz¨® en Hollywood, los Lakers intentaban salir de una de sus mayores crisis en mucho tiempo. La derrota en 2004 ante los Pistons acab¨® con la dinast¨ªa de la fiebre amarilla y Phil Jackson sal¨ªa de la franquicia por la puerta de atr¨¢s, mientras que Jerry Buss prescind¨ªa de Shaquille O¡¯Neal y se quedaba con Kobe Bryant. La 2004-05 acab¨® con 34 victorias y playoffs, la salida de Rudy Tomjanovich a mitad de temporada por problemas de salud y el intento de Frank Hamblen, antiguo asistente de Jackson, para revitalizar la franquicia fue in¨²til. Jeanie, pareja por entonces del Maestro Zen, pidi¨® su vuelta y ¨¦ste acept¨® de cara a la siguiente campa?a, pero con unas condiciones: tener m¨¢s participaci¨®n en las decisiones directivas y control total sobre la plantilla. Tambi¨¦n quiso una parte de la propiedad, pero el Doctor Buss rechaz¨® la propuesta porque se la quer¨ªa legar a sus hijos, concedi¨¦ndole a cambio una subida a su salario, que ya era el m¨¢s alto de la NBA. Volv¨ªa el se?or de los anillos.
Eso s¨ª, antes de nada existi¨® una necesaria conversaci¨®n con Kobe, con el que hab¨ªa acabado fatal en su primera etapa en los Lakers. La cosa sali¨® bien: el escolta s¨®lo le pidi¨® que fuera m¨¢s comedido en sus comentarios a la prensa y que no filtrara informaci¨®n. La situaci¨®n mejor¨®. En dicho contexto, Mitch Kupchak, General Manager por aquel entonces, le coment¨® a Jackson la posibilidad de que Bynum llegara a la entidad para tener una adaptaci¨®n paulatina y progresiva. El entrenador solo ten¨ªa un problema: la forma de correr del p¨ªvot, ligeramente patosa y con los pies hacia dentro, algo que unido a su pero le causar¨ªa muchos problemas de rodillas en el futuro. Por el resto, el t¨¦cnico lo vio como una buena incorporaci¨®n y agradeci¨® la consulta de la directiva antes de tomar una decisi¨®n. Las cosas fluyeron mejor a partir de entonces. Y los Lakers, poco a poco y Kobe mediante, resurgieron de sus cenizas y volvieron a ser competitivos. Con Bynum en la plantilla.
Ascenso y ca¨ªda
Los Lakers disputaron tres Finales consecutivas (de 2008 a 2010) y ganaron los anillos de 2009 y 2010 con Bynum en la plantilla. Su poder¨ªo y constante mejora le convirtieron en titular en 2007, cuando estaba ya promediando 13,2 puntos, 10,1 rebotes y 2,1 tapones por duelo, siendo un referente interior del tri¨¢ngulo ofensivo que crec¨ªa en importancia. Pero el p¨ªvot se lesion¨® en un partido contra los Grizzlies y estar¨ªa fuera el resto de la temporada. Pau Gasol lleg¨® entonces a los Lakers en un traspaso que incluy¨® los derechos de Marc para la franquicia de Memphis y los angelinos llegaron a las Finales, en las que notaron en demas¨ªa la baja de Bynum y que perdieron (4-2). La derrota fue muy dolorosa, pero la semilla se hab¨ªa plantado y s¨®lo necesitaba germinar, algo que llegar¨ªa en los dos a?os siguientes, en los que la entidad californiana volvi¨® a ser el epicentro del mundo y permiti¨® a la NBA volver a presumir del juego m¨¢s cautivador del planeta.
Los Lakers ganaron en 2009 y 2010 con una buena aportaci¨®n de Bynum. El todav¨ªa joven jugador fue titular, pero tambi¨¦n el primer recambio en favor de Lamar Odom, m¨¢s polivalente, una rotaci¨®n que permit¨ªa m¨¢s espacios para un Pau Gasol que ten¨ªa m¨¢s incidencia cuanto m¨¢s cerca estaba del aro. En 2011, la derrota ante los Mavericks en semifinales de Conferencia (4-0) propici¨® el adi¨®s de Phil Jackson tras una temporada de muchos altibajos. Y ah¨ª fue cuando Andrew Bynum ascendi¨® al estrellato: Mike Brown llegaba a la entidad para cambiar ciertas cosas y la salida de Odom le dio la oportunidad perfecta para ello. Pau ya no era el principal receptor de una zona que fue monopolizada por su compa?ero, que jug¨® mucho m¨¢s posteo y fue la segunda opci¨®n despu¨¦s de Kobe Bryant, mientras que el espa?ol ocup¨® otro rol. M¨¢s all¨¢ del acierto o del error que pudiera suponer algo as¨ª, la realidad es que Bynum disput¨® la mejor temporada de su carrera: 18,7 puntos, 11,8 rebotes y 2 tapones de media, lanzando con el 55,8% en tiros de campo y teniendo una gran continuidad f¨ªsica: 60 partidos diputados de los 66 posibles, siendo esa la segunda ocasi¨®n en la historia en la que un lockout acortar¨ªa el calendario habitual.
Bynum se fue entonces a 37 dobles-dobles, igual¨® o super¨® en siete ocasiones la treintena de puntos y lleg¨® a los 30 rebotes en la victoria de los Lakers en una visita a San Antonio. En el primer partido de playoffs logr¨® un triple-doble de 10 puntos, 13 rebotes y 10 tapones, el m¨¢ximo en la fase final igualando a Mark Eaton y Hakeem Olajuwon. A pesar de bajar sus prestaciones en la fase final (16,7+11,1, con m¨¢s de 3 tapones), monopolizados por Kobe (30 de promedio) en la ofensiva, Bynum lleg¨® al All Star por primera vez en su carrera y fue incluido en el Segundo Mejor Quinteto de la temporada. Pero volvi¨® a caer lesionado de la rodilla, que le hab¨ªa dado muchos problemas y nunca se hab¨ªa cuidado. Fue traspasado a los Sixers, donde continu¨® con sus desmanes: en 2009 ya se le hab¨ªa visto en una fiesta con una mujer en brazos a pesar de la rehabilitaci¨®n y ese verano recay¨® cuando jugaba a los bolos. Una situaci¨®n que le impidi¨® ser jugador franquicia y caminar hacia el estrellato cuando el mundo pod¨ªa ser suyo. Y un autocuidado f¨ªsico que nunca existi¨®, siendo su mala cabeza la perdici¨®n final. Algo comprensible para un jugador joven como ¨¦l, que se vio con demasiado dinero demasiado pronto... Y se tuvo que retirar a una edad muy temprana y un legado cuestionable.
La temporada 2012-13 no existi¨® para Bynum, que intent¨® posteriormente un regreso que nunca fue tal, a pesar de tener brotes verdes en los Cavaliers. All¨ª, a las ¨®rdenes (de nuevo) de Mike Brown, tuvo un leve resurgir: 8,4 puntos y 5,3 rebotes en 24 partidos. Pero fue un mero espejismo que se volvi¨® a truncar por culpa de las rodillas. Bynum fue traspasado a los Pacers en un movimiento en el que un referente cultural como Danny Granger (ya muy castigado por las lesiones y lejos de su mejor versi¨®n) sal¨ªa de la entidad para hacer hueco a un p¨ªvot que llegaba para reforzar la zona de suplente de Roy Hibbert en el intento del equipo de Indiana, liderado por Paul George, de acabar con el dominio de los Heat de LeBron James en el Este. Nada m¨¢s lejos de la realidad: Bynum apenas disput¨® dos encuentros, volvi¨® a lesionarse y ya no regres¨® ni volvi¨® a jugar en ning¨²n otro equipo. Una estrella que brill¨® de forma ef¨ªmera y que se vio abocada a un temprano ¨¦xito... y a un temprano final. Muchos problemas en el tres inferior, un talento innato, unas cualidades f¨ªsicas ¨®ptimas y una cabeza muy mala con una partida de bolos que dictaron sentencia. Cosas que pasan.
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