El 10 de agosto de 1984 doce jugadores de leyenda y D¨ªaz-Miguel sub¨ªan al podio ol¨ªmpico de los Juegos de Los ?ngeles. Una plata hist¨®rica. Era el boom del baloncesto espa?ol.
Corbal¨¢n, Llorente, Soloz¨¢bal; Epi, Iturriaga, Margall, Beir¨¢n; Jim¨¦nez, Arcega, Mart¨ªn, Romay y De la Cruz con Antonio D¨ªaz-Miguel en el banquillo. Un equipo de leyenda que ¡°cambi¨® nuestra historia¡±, la del baloncesto, con aquella ya lejana medalla de plata ol¨ªmpica en los Juegos de Los ?ngeles 84. Un podio magn¨ªfico, una conquista de la que el pasado 10 de agosto se cumplieron 38 a?os. Mucho tiempo, pero el recuerdo es v¨ªvido para todas las generaciones que lo disfrutamos con pasi¨®n. Ahora, aquel logro inopinado, el de la Selecci¨®n del 84, la del boom de la canasta en nuestro pa¨ªs, pasa a formar parte del Hall of Fame del baloncesto espa?ol. Un reconocimiento imprescindible, un ¨¦xito insustituible a pesar de todos los que vinieron despu¨¦s en este siglo XXI.
Para celebrarlo retrocedemos cuatro d¨¦cadas en el tiempo con la ayuda de cuatro integrantes de aquel maravilloso equipo: Juan Antonio Corbal¨¢n, el gran capit¨¢n; Jos¨¦ Luis Llorente, otro base y pieza clave con su velocidad para tumbar a Yugoslavia; Jos¨¦ Manuel Beir¨¢n, el alero que dej¨® fuera a Villacampa; y Fernando Romay, la torre de la Selecci¨®n y fundamental tambi¨¦n en semifinales para abatir a los plavi en la segunda parte. Una representaci¨®n precisa para refrescar la gesta y comprender lo que supuso en ese verano de 1984 y en los meses y a?os posteriores.
Para romper el fuego asoma Romay, siempre ¨¦l y su buen humor: ¡°Con esto del Hall of Fame me puse los pantalones del 84 y¡ tres horas de operaci¨®n, eran de marcar paquete. Si vemos las equipaciones actuales, el baloncesto se ha convertido en un deporte en el que falta dinero y sobra tela¡±. Ahora, s¨ª, se pone formal para recordar la haza?a: ¡°Aquella final ol¨ªmpica fue un hito, de hecho, el ¨²nico que no han superado las grandes generaciones posteriores, aunque lo igualaran. Un logro important¨ªsimo que ayud¨® a que el baloncesto ocupara su lugar en un deporte copado por el f¨²tbol. Me acuerdo much¨ªsimo del grupo que form¨¢bamos y tambi¨¦n de los que ya no est¨¢n, de Antonio D¨ªaz-Miguel (seleccionador), Llu¨ªs Cortes (ayudante), Manolo Padilla (delegado) y Fernando Mart¨ªn. Un gran bloque¡±.
"La final ol¨ªmpica fue un hito, el ¨²nico que no han superado las grandes generaciones que han llegado despu¨¦s"
Romay
Para Corbal¨¢n, la Selecci¨®n del 84 ¡°aglutin¨® el sentir del baloncesto, un equipo en el que unos arropaban a otros¡±. Y a?ade: ¡°El momento cumbre fue vencer a Yugoslavia en semifinales, una de las grandes. Nos d¨¢bamos cuenta de que est¨¢bamos acariciando algo importante, algo que cambiar¨ªa nuestra historia¡±.
¡°No me canso de recordar aquel verano, conservo magn¨ªficos momentos¡±, reconoce Llorente. ¡°Una medalla con una repercusi¨®n enorme que a¨²n tienen presente todas las generaciones que la vivieron¡±.
Hubo alguien, nos referimos a Beir¨¢n, que se subi¨® al barco casi en marcha: ¡°Daba por hecho que no ir¨ªa y, como pas¨® en veranos anteriores, cuando me quitaron en el ¨²ltimo momento, de nuevo me ca¨ª de la lista de 12, esta vez de la del Preol¨ªmpico. As¨ª que me fui de vacaciones a un sitio donde no pod¨ªa entrenarme y, mientras estaba all¨ª, volv¨ª a la lista, una faena para Villacampa, que lleg¨® a ser m¨¢s adelante el mejor alero de Europa. Aquella medalla me ilusion¨® much¨ªsimo, hasta que unos a?os despu¨¦s (35) mi hijo Javier gan¨® la de oro en el Mundial de 2019, pero no se la cambiar¨ªa, prefiero la plata ol¨ªmpica¡±.
"Es la primera gran selecci¨®n espa?ola de un deporte universal que tuvo un ¨¦xito continuado, eso impact¨® en el pa¨ªs"
Llorente
Llorente explica, durante la animada charla en la redacci¨®n de AS, por qu¨¦ considera que aquel equipo ha sido tan aplaudido en el tiempo: ¡°Creo que es la primera gran Selecci¨®n espa?ola de un deporte universal que tuvo un ¨¦xito continuado. Eso impact¨® en el pa¨ªs, igual que la unidad que transmit¨ªa el grupo¡±. La Espa?a de hoy, la que ha ganado el Eurobasket, se hace llamar La Familia, pero eso no es nada nuevo. ¡°No es que lo sinti¨¦ramos, es que ¨¦ramos como una familia ¡ªafirma Corbal¨¢n¡ª. Muchos a?os despu¨¦s nos hemos encontrado con exjugadores, como por ejemplo el griego Giannakis y el ruso Myshkin, que nos aseguraban que hubieran dado parte de su vida por poder jugar con nosotros en la Selecci¨®n. ?El motivo? ?ramos un modelo para otros equipos nacionales. Recuerdo que Dubuisson, gran tirador franc¨¦s, me dec¨ªa: ¡®No sabes la envidia que nos dais, vamos a jugar con vosotros y transmit¨ªs una sensaci¨®n de equipazo, una cohesi¨®n que otros no tenemos¡±.
Espa?a pas¨® el decisivo cruce de cuartos el 6 de agosto de 1984 al vencer a Australia por 101-93 (Epi y Fernando Mart¨ªn anotaron 25 puntos cada uno), dos d¨ªas despu¨¦s lograba la gesta de tumbar a Yugoslavia por 74-61 (Josep Mar¨ªa Margall, 16) y el 10 de agosto disfrutaba de la final ante Michael Jordan, Chris Mullin, Pat Ewing¡ y de un podio hist¨®rico, de una plata de brillo dorado. El oro result¨® inalcanzable: Andr¨¦s Jim¨¦nez hizo 16 tantos en el claro triunfo de EE UU por 96-65. Ese fue un cierre de vino y rosas a un camino largu¨ªsimo. ¡°Naci¨® mi hijo el d¨ªa que nos concentramos y volv¨ª cuando ten¨ªa cuatro meses¡±, recuerda Romay. La raz¨®n es que antes hubo un Preolimpico con su respectiva preparaci¨®n, un clasificatoria que se disput¨® en Francia del 15 al 25 de mayo con nueve partidos en once d¨ªas, un ritmo fren¨¦tico, y un balance de 8-1 con derrota en la final ante una imperial Uni¨®n Sovi¨¦tica (92-119), donde Valters, Tarakanov, Sabonis y Tkachenko andaban fin¨ªsimos. Pero los sovi¨¦ticos boicotearon la cita y no estuvieron en Los ?ngeles.
"Chavales, la vamos a cagar y nos van a ver 2.500 millones de personas y¡ Espa?a entera"
Frase de Iturriaga a Corbal¨¢n durante los himnos
En ese torneo Preol¨ªmpico fue donde Espa?a hizo su mejor baloncesto, as¨ª lo piensan los protagonistas. ¡°Y llegamos a los Juegos creyendo que pod¨ªamos hacer algo, ese algo era pelear por las medallas, aunque siempre que no nos tocara EE UU antes¡±. Hicieron falta m¨¢s cosas para adquirir la determinaci¨®n necesaria, como un importante triunfo ante Yugoslavia durante la preparaci¨®n en un amistoso en Chieti, Italia, que rememora Beir¨¢n: ¡°Les ganamos f¨¢cil y adem¨¢s con alguna baja. Nos dimos cuenta de que pod¨ªamos superarles, esa victoria result¨® muy importante para nuestra confianza¡±.
"Gente como Giannakis o Myshkin nos han dicho que hubieran querido jugar con nosotros. ?ramos un modelo"
Corbal¨¢n
De ah¨ª, a Am¨¦rica, a una concentraci¨®n en Carolina del Norte, en Chapel Hill (sede de la famosa universidad) y de visita a Greensburg (Kansas), como recuerda Romay: ¡°Estuvimos viendo un partido porque los americanos hac¨ªan una gira, en la que jugaban contra todos nuestros p¨®sters y cromos, es decir contra algunos combinados de la NBA, y venc¨ªan ellos. Unos partidazos, y los ve¨ªamos y pens¨¢bamos: ¡®S¨ª, s¨ª, vamos a ganarles¡¡±. Interviene Beir¨¢n: ¡°All¨ª el baloncesto era diferente por la defensa, siempre muy encima, con muchas manos y muy pegada. Y Alemania era el ¨²nico equipo que estaba acostumbrado porque contaba con varios jugadores que hab¨ªan pasado por las universidades (y en cuartos dieron guerra a los de Bobby Knight: 78-67). En Chapel Hill quisimos enfrentarnos a equipos estadounidenses para acostumbrarnos, pero no pudimos, lo ten¨ªan prohibido. Luego, en los Juegos ante ellos nos costaba hasta pasar de medio campo¡±.
¡°No aparecimos de la nada en Los ?ngeles¡±, considera Corbal¨¢n. ¡°Ven¨ªamos de ser plata en el Eurobasket de un a?o antes y cuartos en el Mundial de 1982 y cuartos en los Juegos Ol¨ªmpicos previos, en Mosc¨² 80. ?ramos una Selecci¨®n que estaba llamando a la puerta¡±. Y la tiraron contra la Yugoslavia de los hermanos Petrovic, Dalipagic, Nakic, Knego¡ ¡°El secreto del ¨¦xito estuvo en pasar de una defensa al hombre a otra en zona en la segunda parte. Nuestra Selecci¨®n defend¨ªa muy bien y todos los yugoslavos lanzaron en la primera parte con cierta presi¨®n defensiva, pero las met¨ªan. En la segunda, cuando pasamos a zona, no s¨¦ bien por qu¨¦, empezaron a no acertar. Fue una de las pocas veces en las que coincidimos dos bases a la vez, algo impensable entonces. Soloz¨¢bal y Llorente estuvieron muy bien y Romay tuvo una gran actuaci¨®n¡±. ¡°Y Margall hizo un partidazo¡±, a?ade Romay, que agrega: ¡°Perd¨ªamos por diez puntos durante la primera parte y en la segunda ganamos por 13 (74-61), les dimos un buen repaso. Nos hicimos fuertes atr¨¢s: dos tapones, algunas carreras y pim, pam, pum, a la final¡±. ¡°Metimos mucho de fuera en el segundo tiempo¡±, apunta Llorente como factor fundamental.
"Ante Yugoslavia perd¨ªamos por 10 puntos y acabamos ganando por 13. Nos hicimos fuertes atr¨¢s y pim, pam, pum, a la final"
Romay
¡°Antonio D¨ªaz-Miguel hab¨ªa tenido muy buen criterio en hacernos jugar en casi todas las preparaciones contra Yugoslavia y la URSS¡±, reconoce Corbal¨¢n, pese a que eso inicialmente le molestaba bastante: ¡°Estaba hasta un poco enfadado, porque a menudo nos met¨ªan buenas palizas y le ped¨ªa a Antonio que nos trajera rivales para que gan¨¢ramos. Recuerdo un partido en Linares contra la URSS en el que viajamos en el mismo tren los dos equipos. Los rusos salieron por un lado y nosotros por otro. Todos los ni?os nos recibieron emocionados y a ellos casi ni les hicieron caso; pero al final del torneo, en el que nos metieron un paliz¨®n, en la misma estaci¨®n, los ni?os no dejaban de pedir aut¨®grafos a los rusos. Y le dec¨ªa a Antonio¡ ¡®Vamos, hombre¡¯. Reconozco su gran visi¨®n, porque para derrotarles alguna vez hab¨ªa que acostumbrarse a jugar contra ellos, a aprovechar nuestras oportunidades¡±.
Y a los dos d¨ªas de tumbar a Yugoslavia, ¡°con una gran celebraci¨®n de por medio¡±, vendr¨ªa la final ante los estadounidenses. ¡°Nos toc¨® en el vestuario de los Lakers (en El Forum, en Inglewood)¡±, rememora Corbal¨¢n. ¡°D¨ªaz-Miguel nos dijo que ¨ªbamos a preparar el partido, sus charlas eran como m¨ªnimo de hora y media, as¨ª que esta vez le respondimos que no hac¨ªa falta y nos pusimos a ver los telegramas que hab¨ªan llegado de Espa?a. Desde unos ferroviarios a unas monjas, pasando por un grupo de chicos que estaban haciendo la mili en un cabo solos y lo ¨²nico que hac¨ªan era ver nuestros partidos, hasta M¨®nica Randall, un mito de la ¨¦poca¡ Luego, de la final recuerdo dos hitos, que empezamos 2-0 con dos tiros libres muy bien tirados por el aqu¨ª presente (bromea Corbal¨¢n) y que Romay le puso un tap¨®n a Michael Jordan que le ha dado para vivir m¨¢s de 25 a?os¡±. El aludido, el p¨ªvot gallego, mete baza: ¡°El tap¨®n se lo puse a Jordan porque lo defend¨ªa Iturriaga, que tiene la misma cintura que una aceituna. En realidad, le puse a Jordan un par de ellos, uno a tabla y otro por detr¨¢s¡±.
"De la final recuerdo que empezamos 2-0 y que Romay le puso un tap¨®n a Jordan que le ha dado para vivir m¨¢s de 25 a?os"
Corbal¨¢n
¡°Sab¨ªamos que medio pa¨ªs estaba detr¨¢s del televisor; sin embargo, a¨²n desconoc¨ªamos la magnitud real¡±, relata Corbal¨¢n. ¡°En el momento de tocar los himnos, Juanma Iturriaga, justo a mi lado, me dijo: ¡®Chavales, la vamos a cagar y nos van a ver 2.500 millones de personas y¡ Espa?a entera¡±. ¡°Todos los deportistas que quedaban estaban en el pabell¨®n, vinieron los ministros¡ Eso nos hizo percatarnos un poco de lo que se hab¨ªa montado ¡ªdetalla Romay¡ª, pero quiz¨¢ no al nivel de la gente, lo que comprobamos a la vuelta con un recibimiento incre¨ªble. La llegada a Madrid fue la leche, pens¨¢bamos incluso que no era por nosotros, como si el Madrid hubiera ganado una Copa de Europa¡±.
¡°En los meses posteriores no pod¨ªamos ir por la calle sin que nos pararan cada diez pasos. Fue el resultado del boom, aunque antes ya fu¨¦ramos populares¡±, evoca Llorente. Esa plata ol¨ªmpica lleg¨®, adem¨¢s, a los cuatro meses de la primera final ACB, que acab¨® con victoria del Madrid por 2-1 tras la retirada del Bar?a como respuesta a las sanciones despu¨¦s del codazo de Iturriaga a Mike Davis y el pu?etazo de este que provoc¨® una tangana con Mart¨ªn implicado. ¡°En la Selecci¨®n aquello no se hab¨ªa olvidado, pero lo dejamos aparte. Nuestra responsabilidad era hacer borr¨®n y cuenta nueva¡±, asegura Llorente. ¡°Algunos ten¨ªamos muy buena relaci¨®n con otros del Barcelona, en mi caso con Epi, por haber coincidido en la selecci¨®n j¨²nior, y tambi¨¦n con Jim¨¦nez. E Iturriaga con Soloz¨¢bal. Esas relaciones bilaterales ayudaron a aparcar lo anterior para que no se interpusiera en la gloria ol¨ªmpica¡±. Bendito equipo y bendita gloria.