Doncic da el paso en los 'playoffs'
Los Mavs ganaron otra vez a domicilio para cerrar la serie con los Jazz, que les dieron m¨¢s de siete vidas. Luka Doncic supera esta ronda por primera vez.


Los Mavs est¨¢n en las semifinales de la Conferencia Oeste. Aunque, para ser justos, hay que precisar. Hablando de un equipo ganador del t¨ªtulo y hace no tanto, once a?os, se debe a?adir un nombre a la frase. Los Mavs de Luka Doncic est¨¢n en las semifinales de la Conferencia Oeste. Es la primera vez desde que Dirk Nowitzki se retir¨® que la franquicia gana una eliminatoria. Los dos intentos anteriores, con el talento esloveno como principal valor, se la pegaron contra unos Clippers candidatos a todo y que tampoco llegaron a nada m¨¢s all¨¢ de apartar a Dallas del camino. Ahora toc¨® Utah, otro conjunto con importantes lagunas que han terminado por desbordarse e inundar de incomprensi¨®n una serie en la que Doncic estuvo tres partidos fuera y en la que los Jazz, que se caracterizan por tener uno de los p¨²blicos m¨¢s calientes de la NBA, cedieron dos triunfos en su hogar. Observaremos a Luka en la siguiente misi¨®n, una mucho m¨¢s compleja frente a aquellos Suns que en 2018 pasaron de ¨¦l y ante los que siempre es interesante ver.
En seis partidos han destruido los Mavericks a los Jazz. El verbo no est¨¢ escogido por casualidad. Esto fue un 96-98, otro final apretad¨ªsimo, y la eliminatoria no se ha ido al s¨¦ptimo partido de milagro, pero las consecuencias que esta ca¨ªda y la forma en la que se ha producido pueden tener para los de Salt Lake City son como para que se vea como un arrase y no una simple derrota.
Los Jazz dejaron vivir a los Mavericks tambi¨¦n este jueves por la noche. Les pas¨® en el segundo y tercer partido, cuando Doncic estaba retenido sin jugar por una lesi¨®n muscular de la que parece bastante recuperado, y les volvieron a visitar los fantasmas en el sexto. Los de Kidd empezaron fatal, desnortados en una mala primera parte, y los de Snyder les fueron metiendo sin querer en ritmo. Tuvo lugar una remontada a triple limpio y, para m¨¢s pena, fue un tiro de tres en posici¨®n totalmente franca de uno de los mejores de esta serie, el croata Bojan Bogdanovic, el que les apart¨® de la victoria y de alargar hasta el d¨ªa definitivo este enfrentamiento. Muchos se?alados en Utah y un jugador principal al que apuntar en Dallas como causante del dulce l¨ªo: Luka Doncic. Esto no es 2011 y las aspiraciones s¨®lo son las de hacer camino e ir mejorando, que es exactamente lo que acaba de ocurrir con esta prometedora estructura que se ha construido.
El partido pas¨® por varias fases. En descargo de los Jazz, si es que les sirve como terapia, est¨¢ que sus dos estrellas llegaban con problemas: Mitchell, musculares; Gobert, con una picadura de abeja en un ojo. Excusas peregrinas si es que se atreven a ponerlas, y m¨¢s viendo a un Doncic a medio gas en el otro lado. Comenzaron mucho mejor los locales y mantuvieron el pedal en el acelerador casi toda la primera parte. Por eso se entiende menos c¨®mo cayeron en la segunda. Los tiros exteriores de los que tanto dependen los Mavs, o al menos as¨ª se ha apreciado en este duelo de seis d¨ªas, no entraban en los compases iniciales. Donovan sali¨® encendido y la pareja que hac¨ªa con Bogdanovic era una apisonadora para unos Mavs que empezaban pronto a resquebrajarse en defensa. En ataque s¨®lo metieron 15 en el primer cuarto y proteg¨ªan mal el aro al dejar el centro vac¨ªo sin tener una buena torre.
El pasillo que se form¨® por el centro fue una v¨ªa de ox¨ªgeno a la que se acogieron los Jazz las veces que quisieron. Royce O'Neale, m¨¢s en funciones de 3+D, cogi¨® esa autopista tambi¨¦n para mantener la ventaja de su equipo cuando Doncic entr¨® al control del encuentro y Brunson y Dinwiddie empezaron a estar m¨¢s sueltos. Powell no era emparejamiento para Gobert y los Mavs decidieron poner a un p¨ªvot peque?o como Maxi Kleber nuevamente para agitar la coctelera y, s¨ª, otra vez les sali¨® sin que hubiera respuesta a la altura.
En el tercer cuarto lleg¨® el cambio. Una cadena de triples entre Doncic y Bogdanovic, con el esloveno picado con el p¨²blico y poniendo caras mientras se enzarzaba en una batalla de tiro preciosa con el rival, hicieron que la temperatura subiera ocho grados m¨¢s. Ocho fueron los tiros desde el per¨ªmetro que anotaron los Mavs en esa manga, con 36 puntos en total, y cinco de ellos fueron en un lapso de menos de cuatro minutos. Lo que hay que preguntarse es por qu¨¦ esa estrategia, que ya se hab¨ªa repetido en partidos anteriores, no tuvo una contrapartida por parte de Utah. Ah¨ª estuvo una de las claves. Los jugadores exteriores de los Mavs, los mencionados y Dorian o Bullock, destensaron sus brazos y se pusieron a enchufar. La responsabilidad final, sin embargo, estar¨ªa en un Doncic bien caliente.
En el ¨²ltimo periodo Doncic lleg¨® a desquiciarse con el ¨¢rbitro de fondo de su canasta. En esos minutos de lucha se llev¨® un pu?etazo de O'Neale, un manotazo de Clarkson y todo tipo de lindezas. Luka, demasiado protest¨®n en en¨¦simas situaciones, se las estaba llevando y ten¨ªa toda la raz¨®n en pedir m¨¢s faltas. El nivel de f¨ªsico se elev¨® como los grados y los Jazz entraron a pelear el encuentro cuando se hab¨ªan visto fuera de conexi¨®n, con un -8 a falta de medio cuarto para acabar su particular tortura.
Al ir expirando los minutos se apret¨® todo como un comprimido. Las mu?ecas y las ideas tambi¨¦n, no s¨®lo el marcador del Vivint Arena. Por ejemplo, Doncic le volvi¨® a meter un triple en la cara a Gobert desde la parte derecha, pero en una decisi¨®n posterior su tiro fue bien punteado por el franc¨¦s cuando le ret¨® dentro de la zona. S¨®lo se anot¨® un punto en los ¨²ltimos dos minutos y la sensaci¨®n tambi¨¦n fue mala: Jalen Brunson recibi¨® una falta con los Mavs dos arriba y, para asegurar la pr¨®rroga, ten¨ªa que meter dos tiros de los que s¨®lo meti¨® uno. Ah¨ª se estaban escapando vivos los Jazz, que tuvieron una ¨²ltima acci¨®n tras el tiempo muerto del entrenador. Snyder dise?¨® una buena acci¨®n de bloqueos para dejar libre, en el lado opuesto del saque, a Bojan Bogdanovic, que tuvo cuatro segundos para ejecutar. Recepci¨®n, parada, paso a un lado para dejar correr al defensor, tiro a pies bien puestos y... Ese fallo le perseguir¨¢ un tiempo porque, sobre todo, no le hace justicia. Pero de ello van a vivir tambi¨¦n unos Mavericks que tienen un peque?o respiro antes de encarar su flamante nuevo reto en los playoffs: Phoenx Suns, el subcampe¨®n de la NBA.