Del averno a la luz: los Celtics vuelven a so?ar
Tras un inicio desastroso, los Celtics se han convertido en un equipo coral, con una defensa extraordinaria y una gran labor de sus estrellas. El Garden vuelve a so?ar.
Dijimos que no, pero al final ha sido que s赤. Y no estamos hablando del equipo de Bill Russell, el de Larry Bird o el que fue campe車n en 2008. Pero los Celtics han recuperado la esencia de lo que tradicionalmente han sido, un equipo hist車rico cuyos 谷xitos no son solo prehist車ricos. Ese orgullo escondido ha emergido de nuevo para remodelar y corregir un inicio de temporada catastr車fico que hac赤a presagiar el final anticipado de un equipo desorientado y de un proyecto a la deriva. El 迆ltimo curso marc車 un punto de inflexi車n, un paso hacia atr芍s enorme con el que se intu赤a eso de borr車n y cuenta nueva. Pero, como por arte de magia, los Celtics han pasado de asemejarse a un equipo a serlo con todas las letras. Y con todo merecimiento.
La salida de Danny Ainge y el adi車s hacia arriba de Brad Stevens exig赤an un tiempo para ver las nuevas decisiones y el nuevo rumbo de la entidad. Siempre se ha mantenido que el papel de Stevens y sus verdaderas virtudes, si es que las tiene, se ver芍n mejor el a?o que viene, y que de momento se hab赤a dedicado a acabar con contratos t車xicos y fortalecer un proyecto que tendr赤a un verdadero movimiento m芍s adelante. La salida de Kemba Walker daba pie a lo primero, pero la inconsistencia deportiva de los primeros meses de competici車n era demasiado llamativa como para ignorarla. Ime Udoka no daba con la tecla, Marcus Smart parec赤a m芍s fuera que dentro, la necesidad de un generador era cada vez m芍s grande y, las declaraciones cruzadas en las rudas de prensa eran tan constantes como las reuniones de solo jugadores y el Al Horford que se fue en 2019 no era el mismo que vemos en pista en la actualidad, camino de los 36 a?os.
Sin embargo, las cosas han cambiado sin necesidad de grandes alardes. Stevens se ha dedicado a desprenderse de productos t車xicos, rodear a Tatum y Brown de buenos complementos defensivos y conseguir alguna que otra herramienta que no sea especialmente cara y ayude en la reconstrucci車n y en la din芍mica ascendente que lleva el equipo, que iba 23-24 el pasado 21 de enero y ha ganado, tras un inicio que se alarg車 en demas赤a, 16 de sus 迆ltimos 19 partidos. Ahora, la situaci車n es totalmente distinta: 41-27, a media victoria del cuarto puesto y la ventaja de campo en primera ronda y a solo una de ascender hasta la segunda posici車n. Algo que parec赤a impensable hace solo unas semanas y que es solo una de las muchas representaciones que permiten a los Celtgics ser uno de los equipos m芍s en forma de la NBA actual.
La mejor defensa de 2022
Los cambios en los Celtics han sido notorios, visibles, espectaculares... y han empezado en el mercado. No deja de ser ir車nico que Evan Fournier, en el encuentro inaugural de la temporada, se saliera como ex jugador verde ante el equipo en el que milit車 el curso pasado y que no se esforz車 demasiado en mantenerle. Ir車nico porque su temporada, a la par que la de los Knicks, ha ido para abajo de forma espectacular mientras que el rendimiento c谷ltico ha explotado. La salida de Fournier ha acabado siendo l車gica y la posterior, esta vez de Dennis Schr?der, algo cantado en un jugador que se sobredimensiona a s赤 mismo.
Derrick White ha llegado, de momento con muchos problemas en el tiro (menos del 27% en triples), pero como complemento perfecto y buen encaje en un sistema en el que acabar芍, te車ricamente, destacando; y han salido productos cuestionables como los lesionados Bol Bol y Dozier junto a jugadores que no han rendido como Josh Richardson y Romeo Langford, adem芍s de llegar un lanzador de repuesto como Nik Stauskas, que no tendr芍 excesivo protagonismo pero puede meter tiros liberados. Todo esto pasando por alto el ef赤mero paso de Juancho Hernang車mez por un equipo que nunca le quiso y no le necesitaba.
La defensa es extraordinaria: Robert Williams (10 puntos, 9,8 rebotes y m芍s de 2 tapones por noche) es un seguro en una zona en la que Al Horford aporta mucho para su edad (10,3+7,6 y una excelsa sabidur赤a), y puede salir de ella y defender a jugadores peque?os en el exterior. El otro Williams, Grant, no es PJ Tucker, pero tiene cosas de 谷l y ha dado un paso adelante en ese lado de la pista. Marcus Smart se ha puesto las pilas en lo que mejor hace y Jayson Tatum y Jaylen Brown han dejado de lado la indolencia defensiva y han tirado de un esfuerzo espectacular. Los Celtics son ahora mismo la tercera mejor defensa de la NBA (la mejor en 2022) y la segunda mejor de la Conferencia Este (tras los Cavaliers), el tercer equipo que m芍s rebotea y el segundo que m芍s tapones pone por noche.
?D車nde est芍 el techo de este equipo?
Esa es la gran pregunta. El realismo se ha impuesto en una franquicia que, recordemos, ha disputado tres finales de Conferencia desde que Brad Stevens lleg車 a la entidad, y la parsimonia directiva de Danny Ainge ha sido sustituida por un hombre joven, muy inteligente y que de momento, parece tener un plan dirigido a mantener el proyecto pero completar todas las piezas y conseguir ese colectivismo (deportivo y espiritual, claro) que siempre ha perseguido. Tatum y Brown ya no est芍n solos por mucho que el primero promedie m芍s de 26 puntos y 8 rebotes por partido y el segundo, perfectamente complementado a su compa?ero, m芍s de 23. Pero los Celtics tienen a seis jugadores en plantilla con promedios superiores a los 10 puntos por noche y suplen la ausencia de un generador total con un mayor control del bal車n (Smart ya no se juega tiros arriesgados en finales apretados y distribuye bien) y ataques largos y trabajados, siendo el s谷ptimo equipo por la cola en ritmo de juego.
Ahora bien, por mucho que esto sea as赤 la escabechina de la Conferencia Este va a ser epop谷yica: Heat, Bulls, Sixers, los Bucks campeones, los Nets aspirantes o los propios Celtics van a ser protagonistas de eliminatorias fabulosas. El puesto actual de los Celtics les aleja del peligro de curzarse con los Nets a las primeras de cambio, pero la clasificaci車n fluct迆a muy r芍pido y da la sensaci車n de que m芍s de uno va a echar cuentas mientras los Nets se ven obligados a apretar y que los Wizards, und谷cimos y a solo dos victorias, no les den caza. Todo lo que ocurra entonces, cruces incluidos, ser芍 diferencial para discernir una serie de eliminatorias que van a ser mucho m芍s emocionantes, siempre a proiri, que las que se puedan dar en el Oeste.
La victoria ante los Nets con exhibici車n incluida de Tatum ha sido solo un ejemplo m芍s del resurgimiento de un equipo que ser芍 muy peligroso en el Garden y, consiguientemente, si tiene ventaja de campo. En el recuerdo queda ese 10-1 de 2018, un a?o en el que solo LeBron Jams consigui車 conquistar Boston (con 35 puntos, 15 rebotes y 9 asistencias en el s谷ptimo partido). En ese momento, a los Celtics les tembl車 el pulso. En la burbuja de Orlando, las luchas internas y la ausencia de partidos como local en un lugar neutro. Ahora, en 2022, LeBron est芍 en el Oeste y la qu赤mica se ha recuperado con una cara nueva en el banquillo y la recuperaci車n paulatina, paciencia mediante, de las relaciones personales entre los jugadores. Y s赤, los Nets sanos parecen imbatibles, los Bucks sencillamente superiores y los Sixers con Harden y Embiid asustan. Todos ellos son potenciales rivales de los Celtics, un equipo avalado por su propia historia y que busca la machada y la redenci車n de un proyecto llamado a todo, pero que de momento se ha quedado sin nada. El siguiente objetivo ser芍 enmendar ese hecho. Est芍n a tiempo, eso seguro.