Embiid deja a Willy sin fiesta

Willy Hernang¨®mez anot¨® 24 puntos en dos ocasiones durante su primera temporada en la NBA. La primera fue con los Spurs y la segunda contra los Raptors, en marzo y abril de 2017 respectivamente. Desde entonces, el p¨ªvot espa?ol jam¨¢s se hab¨ªa acercado tanto a esas cifras, aunque siempre demostr¨® que, cuando jugaba, iba a producir mucha estad¨ªstica en los minutos que le dieran. Eso s¨ª, su capacidad para ser efectivo en ataque es inversamente proporcional a su actitud defensiva, que mezcla su propia indolencia con la impotencia que provoca en sus entrenadores. Willy, por ese motivo, llevaba hasta 9 partidos sin jugar con los Pelicans, pero la baja de Jonas Valanciunas y los problemas legales de Jaxon Hayes (denuncia por abuso dom¨¦stico y resistencia a la autoridad hace apenas unos d¨ªas) provocaron que regresara para ser titular e hiciera el partido de su vida en anotaci¨®n: 29 puntos y 10 rebotes nada menos que ante Joel Embiid.

La fiesta no fue total para los Pelicans, que empezaron por delante y mandaron durante muchos minutos, pero no consiguieron la machada. En la primera jugada del partido, Joel Embiid atrapaba el rebote defensivo, se recorr¨ªa toda la pista y anotaba en suspensi¨®n sin que nada le detuviera y ning¨²n jugador de su equipo tocara el bal¨®n. En otras palabras, la representaci¨®n de lo que son ahora mismo los Sixers, que suman (con esta), 12 victorias en los ¨²ltimos 15 partidos: un equipo que escala posiciones en la Conferencia Este (27-19, sextos a un partido de los Cavaliers, quintos) y est¨¢ en unas sensaciones fant¨¢sticas, pero es muy dependiente de un Joel Embiid que est¨¢ en su prime y se ha encargado de equipos realmente excelsos en esta racha. Que le pregunten a los Heat.

Willy llevaba 13 puntos en el primer cuarto y 21 al descanso, pero Embiid se hart¨® r¨¢pido. Al final, 42 puntos (24 en la segunda mitad, en la que s¨ª anul¨® a Willy), 14 rebotes, 4 asistencias y 4 tapones para el camerun¨¦s, que sigue tocado por una varita y se llev¨® la ovaci¨®n del respetable cuando decidi¨® no disputar la ¨²ltima posesi¨®n, ya con el duelo sentenciado. Se abraz¨® primero con Willy, con el que pudo en su ataque pero al que no pudo controlar en defensa, algo que habla muy bien del espa?ol, que hizo el mejor partido en anotaci¨®n de su carrera contra el que puede ser, en estos momentos, el m¨¢ximo aspirante a Mejor Defensor de la temporada NBA. Embiid, por cierto, es el segundo jugador de la historia de los Sixers con m¨¢s de 35 puntos y 10 rebotes en cuatro partidos. El primero fue, ojo, Wilt Charmberlain. Y volviendo al duelo: a falta de 7 minutos para el final, los Sixers solo mandaban de uno (98-97). Tras esto lleg¨® la l¨®gica p¨¢jara de un equipo que est¨¢ mal, pero estando mal, solo est¨¢ a 2 victorias del play-in, un d¨¦cimo puesto de unos Blazers que no van a contar m¨¢s con Damian Lillard (parece). Ni, claro, con ganas, ilusi¨®n o esfuerzo. Volviendo a Philadelphia: del 98-97 al 110-98 primero, y al 117-107 final. Poco m¨¢s que a?adir.

El m¨¢ximo anotador de los Pelicans fue, con 31 puntos, Nickeil Alexander-Walker, y hasta 5 jugadores llegaron a los dobles d¨ªgitos en el equipo de Willie Green, incluido un Hayes que s¨ª estuvo disponible y se fue a 15+5, pero se qued¨® en el banquillo en los ¨²ltimos minutos, en los que el puesto de p¨ªvot fue ocupado por Willy. En los Sixers, Tobias Harris demostr¨® que, de cuando en cuando, puede ser un factor diferencial: 33 tantos con 11 rebotes para ¨¦l. Y, mientras tanto, nos seguimos acercando al cierre del mercado de fichajes (es el 10 de febrero) las exhibiciones de Embiid se suceden, Ben Simmons sigue siendo jugador de los Sixers y Daryk Morey no hace m¨¢s que filtrar cosas a la prensa con diferentes ideas que est¨¢n provocando que Twitter se vuelva loco con propuestas inveros¨ªmiles y algunas propuestas de cambio m¨¢s que cuestionables. Ah¨ª se mueve ahora mismo la NBA, en la narrativa de los rumores y del nivel legendario de Joel Embiid. Un hombre que ha impedido la fiesta de un Willy que le ha plantado cara. Y eso, claro, ya es decir mucho.