Los Nuggets torturan a Doncic

Es cierto que este tipo de partidos (y de resultados) pueden entrar dentro de la normalidad en una regular season larga, a veces ligeramente tediosa, llena de viajes largos, muchas horas de avi¨®n y otras tanta de autob¨²s. Pero tambi¨¦n es obvio que, ahora mismo, estos Mavericks est¨¢n a a?os luz de una versi¨®n de los Nuggets cuyo techo, y esto es bueno para ellos, es incierto. Si Nikola Jokic se mantiene a este nivel y Jamal Murray vuelve bien de una lesi¨®n complicada, no ser¨ªa raro ver a la franquicia de Colorado peleando por todo. Por otro lado, en el siempre ultracompetitivo Oeste y con todav¨ªa muchas inc¨®gnitas (Lakers a la cabeza), es pronto para asegurar algo as¨ª. La competici¨®n est¨¢ m¨¢s abierta que nunca tras un a?o marcado por los condicionantes y las lesiones. Y es dif¨ªcil observar un dominador claro que pueda colgarse la vitola de favorito sin pesta?ear. Ah¨ª est¨¢n, como mucho, Bucks y Nets. Y ya estamos viendo en qu¨¦ situaci¨®n est¨¢n los segundos. Pues eso.

Lo que s¨ª est¨¢ claro es que los Mavericks no van a estar en ese grupo de equipos que pueden dar la sorpresa y cuesta pensar, salvo sorpresa (may¨²scula, ahora mismo), que vayan a estar en faena. Y s¨ª, el r¨¦cord es id¨¦ntico, todav¨ªa, a los que han sido sus rivales (3-2), pero los rivales han sido de menos calibre, el calendarioque les toca ser¨¢ m¨¢s complicado y el equipo es, sencillamente, peor que el de sus hom¨®logos en el Oeste. Sin cambios estructurales y formales en la plantilla, llena de carencias y monopolizada por el personalismo de ya se sabe qui¨¦n, los texanos se han conformado con contentar a su estrella acabando su relaci¨®n con Rick Carlisle y limpiar los despachos de la enorme influencia de Haralabos Voulgaris, que ten¨ªa al due?o, Mark Cuban, comiendo de su mano. Pero el equipo es, en esencia, el mismo, con un nuevo t¨¦cnico que puede ayudar a traer un discurso diferente pero que est¨¢ muy lejos de su predecesor. Y un nivel de talento, en la t¨¦cnica y en la t¨¢ctica, muy alejado del top de la competici¨®n.

El duelo ante los Nuggets demuestra la peor versi¨®n de un equipo peor que su rival. Pero una de esas versiones, al fin y al cabo. Y los datos, m¨¢s all¨¢ de un partido al que le sobran unos 20 minutos desde el punto de vista del espectador, lo dicen todo: 75 puntos (la temporada pasada promediaron m¨¢s de 112), 12 en el tercer cuarto, de un bochorno enorm¨¦rrimo, un 29,5% en tiros de campo (desde el 27 de febrero de 2009, ning¨²n rival de los Nuggets lanz¨® tan mal)? y el 21,6% en triples (8 de 37, un rid¨ªculo espantoso). Adem¨¢s, una inferioridad clara y rotunda en el rebote (51-36), la mitad de sus asistencias que los Nuggets (14 por 28) y 15 p¨¦rdidas de bal¨®n. Josh Green, el ¨²nico miembro de los Mavericks que acab¨® con un +/- positivo, anot¨® 0 puntos en menos de 17 minutos. Y la defensa fue un chiste ante un rival superior, que les ahog¨® con un ataque ordenado y sin grandes alardes, que no necesit¨® mucho para castigar a su rival. Ah, y 29 puntos en toda la segunda mitad. Se podr¨ªa seguir, pero no se acabar¨ªa nunca.

Jokic, otra vez el l¨ªder

Dentro de un partido muy feo de ver, que solo tuvo algo de emoci¨®n durante la primera mitad (los Mavericks llegaron a adelantarse tres veces en el marcador antes de hundirse), Nikola Jokic emergi¨® como, otra vez, el l¨ªder de los suyos. Y no fue una actuaci¨®n antol¨®gica, pero suficiente ante la inconsistencia de su rival: 11 puntos, 16 rebotes y 8 asistencias, con un +26 en pista en apenas 25 minutos, con todo el ¨²ltimo cuarto sentado en el banquillo al ser la ventaja ya tan vergonzosa para su rival como tranquilizadora para los locales. Le acompa?aron un poco de todo: 12 tantos de Michael Porter Jr., 13 de Aaron Gordon, 14 de Jeff Green, 17+5+6 de Will Barton (con 27 minutos, el que m¨¢s jug¨® de los Nuggets), y buenos minutos de Facundo Campazzo, muy participativo en la defensa colectiva que ahog¨® a Luka Doncic. 6 tantos, 3 rebotes y 2 robos para el argentino en casi 18 minutos de juego.

?Y los Mavericks? Nada de nada. Ni un solo sitio del que rascar, nada que salvar, ning¨²n tipo de reacci¨®n por parte de Jason Kidd y un hundimiento tan soberano como explicable: ese solo plan de Kidd, basado en el acierto de su l¨ªder, desaparece en cuanto se corta la conexi¨®n de Doncic con sus compa?eros y se le a¨ªsla de todo lo dem¨¢s. El esloveno tuvo, como su equipo, un d¨ªa aciago: 16 tantos (5 de 18 en tiros), 6 rebotes y 4 asistencias, -32 con ¨¦l en pista y ausencia, claro, de participaci¨®n en un ¨²ltimo cuarto en el que los Mavericks anotaron 7 puntos en los ¨²ltimos 5 minutos, la t¨®nica habitual. En definitiva, un partido para olvidar de un equipo que mucho tendr¨¢ que cambiar para, ya no solo poder optar a algo m¨¢s. Simplemente, para que parezca que pueden hacerlo. En esas est¨¢n los Mavericks, un equipo que se juega mucho este a?o. Y que sino va para delante, se va a caer hacia detr¨¢s. Una sensaci¨®n parecida a la que han sufrido ante los Nuggets. Un suplicio.