Voulgaris explica su adi¨®s a los Mavericks: "Parec¨ªa un instituto"
Haralabos Voulgaris pas¨® de mano derecha de Cuban en Dallas a irse tras enfriarse el ambiente y ganarse el enfado de Luka Doncic.


Pablo Torre ha entrevistado en ESPN Daily a una figura de las que interesa conocer la opini¨®n para entender los cambios que ha habido este verano en los Mavericks y c¨®mo se comparta la franquicia con el poder dado a Luka Doncic, estrella indiscutible de presente y futuro, y con el que tuvo fuertes encontronazos que le apartaron del camino. Haralabos Voulgaris era la mano derecha de Mark Cuban, el propietario del equipo, hasta que decidi¨® dar uno o varios pasos atr¨¢s hasta marcharse. No fue el ¨²nico: Rick Carlisle, el entrenador, no continu¨®; Donnie Nelson, el m¨¢nager, fue despedido. Los dos llevaban m¨¢s de una d¨¦cada dentro de la estructura, no como un Voulgaris que ha durado tres a?os como directivo y once como asociado.?
Voulgaris es un experto en num¨¦rica que hizo una fortuna apostando a, entre otras cosas, partidos de la NBA de los a?os 90. Su amistad con Cuban le llev¨® a querer participar del negocio. En 2010 le empez¨® a pasar datos al due?o pero como independiente, en 2016 se convirti¨® en trabajador a tiempo completo y en 2018 le llev¨® a la directiva. Con un cargo de esos de nueva creaci¨®n, director de desarrollo e investigaci¨®n cuantitativa, que enmascara que est¨¢ ah¨ª para aconsejar directamente al mandam¨¢s. Y en eso se ha basado su experiencia en estos tres ¨²ltimos a?os. "Le envi¨¦ un correo: 'Ey, mira, s¨®lo quiero encajar. Te agradezco la oportunidad'. Mark me dijo muy claramente: 'No, no quiero que encajes. Tenemos deficiencias en varias ¨¢reas en las que t¨² eres bueno. Si es duro, conversaciones duras vamos a tener que tener. Mirando hacia atr¨¢s, creo que fui el misil que enviaron ah¨ª para que crear un cambio que fuera real", apunta.?
"Que s¨ª, que podr¨ªa haber sido m¨¢s listo. Mi objetivo no era ganar Juego De Tronos, es que el equipo fuera mejor", dice. "Pero aquello era una funci¨®n de instituto. Lo que pasaba es que lidiaba con mucha gente a la que le molestaba que estuviera en la oreja del due?o y ellos no", a?ade, as¨ª como que asume que su car¨¢cter le hace ser una persona dif¨ªcil de tratar en el d¨ªa a d¨ªa del club.?
Voulgaris ha tenido una relaci¨®n dif¨ªcil con Carlisle y Nelson, ya fuera, y Doncic. Su problema con el jugador, o uno de ellos, se remonta a uno de los partidos que perdieron en casa. Ya hab¨ªa tenido otro problema cuando Bob le dijo a Luka que se calmara en pleno partido y el esloveno le mand¨® poco menos que a paseo, por no reproducir el improperio que le dirigi¨®. El directivo admite que hubo un incidente en un partido contra los Knicks, cuando se levant¨® del asiento a falta de menos de un minuto y Doncic se lo tom¨® como si les hubiera dejado tirados. ?l revela que hasta Carlisle le llam¨® esa noche, pese a que se excusa diciendo que lo hac¨ªa para tenerlo preparado para reunirse con los t¨¦cnicos despu¨¦s, y dispara contra Jamahl Mosley, ahora en Orlando y bien relacionado con Doncic. "Me ofendi¨® que nadie diera un paso para defenderme. Tienes una gran relaci¨®n con un jugador: ?Por qu¨¦ no le dices que no les estoy dejando tirados? Voy a mi mesa a mirar cosas. Hay muchas circunstancias por las que me puedo marchar de un partido. ?Por qu¨¦ eso importa? No es como si me hubiera ido a casa, llorando y con un berrinche. No fue nada. No pens¨¦ que ser¨ªa gran cosa y el hecho de que descubr¨ª que s¨ª lo era me llev¨® a pensar que eso no era para m¨ª", relata.?
"Si estoy distrayendo al puto chaval, no necesito estar cerca. Sea cual sea el caso y el punto de vista, Doncic es el apoyo del equipo. As¨ª que lo vi bien, ya estaba buscando el camino para irme de todas formas", dice. "No ten¨ªa una relaci¨®n de trabajo con las dem¨¢s personas de la directiva hasta el punto de que todo se hac¨ªa extra?o. Cambiar la estructura organizativa de los Mavericks no es algo que tuviera en mente salvo que fuera el hombre al mando, y no tuve nunca claro que lo fuera a ser", recalca, as¨ª como que el contrato que ten¨ªa expiraba y no quiso renovarlo.?
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"Es un sitio de chismosos y cotillas. No quise ponerme al mando hasta que qued¨® claro que el hombre al mando no me quer¨ªa cerca. Y entonces se volvi¨® algo personal y el lado competitivo que hay en m¨ª sali¨®. Nunca dijo que me quisiera fuera, pero hab¨ªa que leer entre l¨ªneas un poco. La filosof¨ªa que ten¨ªa ¨¦l era la de rodearse de gente que no supusiera una amenaza. Es un tipo con el que, cuando chocas la mano, compruebas que tienes los anillos en su sitio. No de mala manera. Es un negociante, un corredor. Mi relaci¨®n con ¨¦l era la de verle y chocar los pu?os de vez en cuando. Eso era todo. Muy cordial en el trato a la cara, pero porque estaba amedrentado", rese?a. Y dice m¨¢s sobre Donnie Nelson, que fue m¨¢nager y presidente en Dallas desde 1998, cuando su padre, Don, le acogi¨® como ayudante: "No te conviertes en m¨¢nager general en la NBA y conservas el puesto durante tanto tiempo a no ser que seas muy bueno en el hecho de conservar el puesto".