Pau: de la agon¨ªa al triunfo final
Los tres ¨²ltimos a?os de la carrera de Pau Gasol han estado marcados por las lesiones y una recuperaci¨®n milagrosa que le ha permitido tener el adi¨®s so?ado.
Hablar de final so?ado siempre es dif¨ªcil en el deporte. Es complicado ver a las grandes leyendas despedirse como ellos, o m¨¢s bien como todos, quisi¨¦ramos. No es habitual que haya esos farewell tours que tuvieron Kareem Abdul-Jabbar, Michael Jordan o Kobe Bryant, con ovaciones estruendosas en cada pista que visitaban, aplausos merecidos y preparativos previos correspondientes a un anuncio al final de una temporada que, se sab¨ªa, iba a ser la ¨²ltima. Muchas veces decimos adi¨®s a nuestros h¨¦roes antes de tiempo, no tenemos la oportunidad de hacerlo de una manera concreta y las lesiones se cruzan en el camino de esas grandes estrellas. En otras ocasiones, nos encontramos con finales inesperados, como el de Juan Carlos Navarro; o con despedidas discretas, resueltas entre bambalinas y no bajo el calor del aficionado, como las de Tim Duncan o Manu Gin¨®bili.
Pau Gasol quer¨ªa, m¨¢s bien merec¨ªa, un adi¨®s a la altura de su carrera. O, al menos, uno que no fuera tras una ristra de lesiones que le mantuvieron en el dique seco un sinf¨ªn de d¨ªas. Su ausencia, casi pantagru¨¦lica, no correspond¨ªa a una carrera de m¨¢s de dos d¨¦cadas, 18 temporadas en la NBA, dos anillos, tres medallas ol¨ªmpicas y un campeonato del mundo. Eso, y mucho m¨¢s, claro. Porque m¨¢s all¨¢ de los t¨ªtulos, Pau introdujo la NBA en Espa?a, nos acerc¨® al otro lado del Atl¨¢ntico, a una cultura distinta, a estrellas de un aura suprema y a personajes deportivos que nunca miramos tan de cerca como con el espa?ol en la competici¨®n norteamericana. Y fue pionero en el ¨¦xito espa?ol en ese otro continente, encontr¨® su hueco en una Liga que en el pasado era solo para estadounidenses y fue uno de los primeros europeos y extranjeros que protagoniz¨® esa expansi¨®n mundial que la NBA empez¨® a desarrollar en los 90, pero termin¨® de conquistar en el siglo XXI.
En el curso baloncest¨ªstico 2017-18, Pau promedi¨® 10 puntos, 8 rebotes y 3 asistencias por partido, unas cifras nada desde?ables para un baloncestista de ya 37 a?os. Sin embargo, todo cambi¨® meses despu¨¦s. Tras disputar los primeros 9 choques de la ccampa?a siguiente, el espa?ol tuvo que parar por molestias en el pie que luego se tradujeron en fractura por estr¨¦s. Eso le dej¨® fuera de circulaci¨®n durante 26 duelos antes de volver en la victoria de los Spurs, entidad a la que hab¨ªa llegado en 2016, contra los Celtics. Sin embargo, a partir de ah¨ª no cont¨® mucho para los planes de Gregg Popovich, que hab¨ªa establecido una rotaci¨®n en la que el subcampe¨®n ol¨ªmpico no ten¨ªa hueco. La edad, unida al baloncesto actual, muy veloz y con muchos intentos de tres, pon¨ªan las cosas muy dif¨ªciles al mayor de los Gasol, que desde entonces solo disput¨® 27 de los 35 partidos posibles, jugando solo en 7 de ellos m¨¢s de 10 minutos y tan solo en uno superando la veintena.
La situaci¨®n oblig¨® a Pau a llegar a un acuerdo con San Antonio por el cual renunciaba a una parte de su contrato para salir del equipo. Su deseo era el de siempre: jugar. Lo hac¨ªa justo antes del 1 de marzo, fecha l¨ªmite para firmar por una franquicia que pudiera disputar los playoffs. Recalaba en los Bucks de Giannis Antetokounmpo, uno de los aspirantes a hacerse con un anillo que no lograron hasta 2021; pero despu¨¦s de disputar tan solo tres partidos, se lesionaba del tobillo izquierdo. Parec¨ªa que iba a estar disponible para los playoffs, pero anunci¨® que se operaba del pie, se perd¨ªa el Mundial de China (que gan¨® Espa?a) y dec¨ªa adi¨®s a una temporada en la que los Bucks se chocaban en las finales del Este ante los Raptors de Kawhi Leonard, Marc Gasol y compa?¨ªa. Los futuros campeones.
A partir de ah¨ª, Pau sufri¨® una tortura constante que le impidi¨® volver a las canchas una y otra vez. Una lenta agon¨ªa que tuvo un nuevo cap¨ªtulo en su rescisi¨®n de contrato con los Blazers, franquicia a la que lleg¨® para disputar su 19? temporada pero en la que no lleg¨® a debutar. Una cl¨¢usula del contrato dictaminaba que si no se recuperaba a tiempo, la separaci¨®n ser¨ªa amistosa. Desde entonces, a Pau se le vio en la celebraci¨®n de vida de Kobe Bryant, sentado justo detr¨¢s de Shaquille O'Neal y fue constantemente protagonista en Twitter, donde es muy activo. Luego lleg¨® el coronavirus, con rumores sobre una posible retirada definitiva y un retraso en la recuperaci¨®n del pie que pod¨ªa inclinar la balanza hacia el adi¨®s definitivo. El m¨¢s cruel de todos. Entre medias, Pau celebr¨® el nacimiento de su primog¨¦nita, a la que puso de segundo nombre Gianna, en referencia a la fallecida hija de Kobe. Una luz en la oscuridad del castigo f¨ªsico y las filtraciones que indicaban que la pandemia mundial pod¨ªa precipitarlo todo hacia ese final que las grandes leyendas como ¨¦l nunca se han merecido.
Vuelta a casa y final so?ado
Quiz¨¢ el final ideal de Pau habr¨ªa sido con m¨¢s gente en las gradas, una ovaci¨®n cerrada y l¨¢grimas en los ojos. Sin embargo, el mantra era el mismo: jugar. Y retirarse jugando. El coronavirus jug¨® a su favor en un hecho diferencial: los Juegos Ol¨ªmpicos se retrasaron de 2020 a 2021, lo que permit¨ªa al espa?ol dar m¨¢s tiempo a su recuperaci¨®n y fijar la vista en su gran objetivo, su quinta cita ol¨ªmpica, al igual que grandes nombres de la historia del deporte espa?ol como Jes¨²s Roll¨¢n, una menos que Manel Estiarte y las mismas que otros dos deportistas que llegar¨ªan a esa cifra tambi¨¦n en Tokio: Alejandro Valverde y su compa?ero Rudy Fern¨¢ndez. Una ristra de nombres hist¨®ricos a la que se unir¨ªa un Pau que fue abanderado en 2016 y que representa como nadie los valores del deporte espa?ol.
A mediadios de febrero, se filtraba que Pau regresar¨ªa el Bar?a. El espa?ol pidi¨® paciencia en Twitter. La gente deseaba la gran noticia. Y el 23, lleg¨®: Pau firmaba por el club azulgrana hasta final de temporada, regresando a la que fue su casa, su cantera, con la que gan¨® Liga y Copa 20 a?os antes, en 2001, solo unos meses previos a ser elegido en el tercer puesto del draft de la NBA, el puesto m¨¢s alto para un eurpeo por aquel entonces (Andrea Bargnani fue el 1 en 2006). Y hizo lo que quer¨ªa: jugar. Conquist¨® una nueva Liga con un playoffs espectacular a nivel individual y levant¨® el trofeo por insistencia de Pierre Oriola, y se qued¨® con la espina clavada de levantar la Euroliga. Y disput¨® esos so?ados Juegos, los quintos, con Estados Unidos como muro infranqueable que nunca ha podido superar. En las cinco citas, fueron los estadounidenses sus verdugos. Pero al final, la lenta agon¨ªa se transform¨®, con poco p¨²blico pero con un t¨ªtulo, en un triunfo final que dio a la leyenda espa?ola la paz interior que necesitaba. Y de paso, los aficionados, nosotros, disfrutamos de su juego una ¨²ltima vez. Un gozo tremendo.