L¨ªo total en los Pelicans: Zion se opera y no se habla con nadie
Zion se opera y llegar¨¢ sin rodaje al inicio de temporada. A su mala relaci¨®n con David Griffin se une su falta de comunicaci¨®n con Willie Green, nuevo entrenador.
La amenaza es real. Y la bomba parece muy cerca de estallar. As¨ª est¨¢ el tema en los Pelicans, una franquicia a la deriva que orient¨® hacia un lugar que parec¨ªa correcto la franquicia con Anthony Davis, pero no ha podido hacer lo mismo con esa estrella emergente que se est¨¢ hartando de la situaci¨®n: Zion Williamson. Despu¨¦s de que se filtrara su mala relaci¨®n con David Griffin, que ven¨ªa a cambiarlo todo y no ha cambiado nada tras su tumultuosa salida de Cleveland y su imposibilidad para trabajar con LeBron James, se conoce que tampoco se habla con su nuevo entrenador, Willie Green, y que, adem¨¢s, ha pasado por el quir¨®fano. Seg¨²n ha anunciado Shams Charania, el jugador franquicia ha pasado por el quir¨®fano tras una fractura en el pie derecho y llegar¨¢ sin rodaje al inicio de la regular season. ?l, claro, ha negado todo eso en el Media Day de su equipo, en el que ha asegurado que le encanta estar d¨®nde est¨¢. Un cl¨¢sico, todo hay que decirlo.
En plena era del jugador empoderado, las promesas emergentes, cunado tienen el nivel de Zion, tiene en ¨¦pocas tempranas la capacidad para forzar su salida de casi cualquier equipo. Y ya no es s¨®lo el argumento (a veces la excusa) de los mercados peque?os. Tambi¨¦n la mala gesti¨®n interna, f¨¢cilmente visible en los dos ¨²ltimos a?os, en los que se ha pasado de Alvin Gentry a Stan Van Gundy sin continuidad en los banquillos y no se ha sabido aprovechar el enorme bot¨ªn que, en teor¨ªa, consiguieron de los Lakers en el traspaso en el cu¨¢l tuvieron que soltar a Anthony Davis y que supuso un desm¨¢n a nivel interno que se llev¨® por delante a Dell Demps en Nueva Orleans y a Magic Johnson en Los Angeles. Lo ¨²nico, claro, es que los angelinos ganaron el anillo unos meses despu¨¦s y los Pelicans siguen en las mismas.
La relaci¨®n entre Zion y los Pelicans nunca ha sido buena. Ya en su a?o rookie, al jugador no le gust¨® la extrema cautela con la que se manej¨® su lesi¨®n y los ratos cort¨ªsimos de tiempo en los que le permit¨ªan estar en pista. Lleg¨® fuera de forma a la burbuja de Orlando, en el que el equipo tuvo un papel paup¨¦rrimo, y explot¨® individualmente el curso siguiente, incluso llegando a jugar el All Star. Sin embargo, pronto se filtr¨® que el entorno le quer¨ªa fuera de Nueva Orleans, que la ya estrella no estaba c¨®moda con su situaci¨®n y que las cosas en la franquicia tendr¨ªan que mejorar muy r¨¢pido para que Zion cambiara de parecer. Estrella de Duke y personaje medi¨¢tico, ese entorno tan influyente en la era del jugador, quer¨ªa que Zion aterrizara en Nueva York, donde la far¨¢ndula y la parafernalia son el pan de cada d¨ªa. Sin embargo, los Pelicans se hicieron con el 1 del draft y Williamson no pudo esperar al 3, que fue para RJ Barret.
La situaci¨®n ha sido similar en otros lugares. Un ejemplo es Dallas, donde una mente privilegiada como Mark Cuban ha visto que el proyecto se encallaba y ha reaccionado en consecuencia. Ha sacado a una instituci¨®n en la franquicia como Rick Carlisle, a un ejecutivo como Voulgaris que ejerc¨ªa una gran influencia sobre ¨¦l y se ha encargado de hacer todo lo posible para que Luka Doncic est¨¦ c¨®modo y en sinton¨ªa y que no entre en c¨®lera por el momento tan plano y estancado que vive el conjunto texano. Y ha tra¨ªdo a Jason Kidd, un buen t¨ªo que tiene fama de ser muy cercano a los jugadores (lo dem¨¢s no tanto...). En los Pelicans, se han intentado hacer este tipo de movimientos, pero nunca con el benepl¨¢cito de Zion y sin que funcionen en absoluto. Y es verdad que se pueden gestionar mejor las cosas independientemente del tama?o del mercado. Pero que si la cosa va mal y el mercado es peque?o, es m¨¢s dif¨ªcil retener al jugador. Los Bucks, a pesar de los rumores, lo consiguieron con Giannis y ahora tienen un anillo. La situaci¨®n de Zion est¨¢ indudablemente lejos de esa realidad, que no es la suya. Cosas de la NBA.